El juez Garc¨ªa-Castell¨®n pide ayuda a la Hacienda lusa para investigar el 'caso Totta'

El juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n ha solicitado la colaboraci¨®n de las autoridades de a Hacienda lusa antes de emprender hoy viaje a Lisboa para investigar presuntas irregularidades en las operaciones de compra de t¨ªtulos del Banco Totta & A?ores, (BTA) que el ex presidente de Banesto Mario Conde acord¨® a finales de diciembre de 1991 con Jos¨¦ Roquette. El juez Garc¨ªa-Castell¨®n contar¨¢ con el apoyo de la polic¨ªa judicial portuguesa en su iniciativa de tomar declaraci¨®n a ex accionistas del Totta como parte del proceso de investigaci¨®n.

Del mismo modo que el juez y el fiscal, Florentino Orti, contaron con la colaboraci¨®n eficaz de la Agencia Tributaria espa?ola, ambos han cursado en los ¨²ltimos d¨ªas la petici¨®n a las autoridades fiscales lusas para reunir diferentes informaciones sobre algunas de las personalidades, que negociaron con Mario Conde la venta de sus posiciones accionariales en el BTA.Entre dichas personalidades, el juez espera tomar declaraci¨®n al empresario Jos¨¦ Roquette, que firm¨®, en nombre del llamado Grupo Roquette, el primer contrato con Banesto, de fecha 28 de junio de 1989, para acudir a la Oferta P¨²blica de Venta de acciones del BTA en la privatizaci¨®n del 49% de dicha entidad. Por dicho documento ambas partes dieron lugar a la creaci¨®n de Valores Ib¨¦ricos SA (VISA). En la nueva sociedad, el Grupo Roquette pose¨ªa el 50,83% y Banesto el 49,17%.

Fue Roquette quien en diciembre de 1991, ante la ansiedad de Mario Conde por consolidar las cuentas del BTA con las de Banesto, a fin de apuntar en el balance del banco espa?ol los resultados del BTA y cuadrar as¨ª la cuenta de 1991, acept¨® la oferta para deshacerse de su posici¨®n accionarial.

Entre abril y el oto?o de 1991, las negociaciones con Roquette hab¨ªan sido delegadas en el ¨¢rea internacional de Banesto, de donde surgi¨®, precisamente, la iniciativa, en 1989, de presentar una oferta en la privatizaci¨®n del BTA.

El valor te¨®rico contable de la participaci¨®n del 50,83% de los llamados socios portugueses en VISA, sociedad que pose¨ªa un 25% del BTA, ascend¨ªa, seg¨²n libros, a 7.625 millones de escudos (unos 6.400 millones de pesetas). Seg¨²n se ha apuntado, la necesidad de consolidar las cuentas de ambas entidades empuj¨® las negociaciones desde el mes de abril de 1991, fecha en que Conde inform¨® sobre ello al consejo de Banesto. Pero la oferta que los ejecutivos del ¨¢rea internacional elevaron a Roquette le pareci¨® limitada: aparte del valor te¨®rico contable (los 7.625 millones de escudos) se propon¨ªa pagar una prima de 2.000 a 3.000 millones de pesetas. En total, Banesto estaba ofreciendo en aquel momento alrededor de 10.000 millones de pesetas por la participaci¨®n de Roquette y sus socios en VISA. A trav¨¦s de VISA, el grupo luso controlaba un 13% del Banco Totta & Acores.

El pulso de Roquette fue el resultado de advertir que Mario Conde ten¨ªa mucha prisa. Y no se equivoc¨®. Conde acept¨® pagar por su paquete 37.279 millones de escudos, lo que permiti¨® al empresario luso y a sus amigos hacer una 1 plusval¨ªa de 30.000 millones de escudos, que en aquella ¨¦poca equival¨ªan a 23.000 millones de pesetas.

Toc¨® entonces a una sociedad parecida a VISA ocupar su lugar. Se llam¨® MSF. Los nuevos socios portugueses compraron las acciones a los viejos con dinero procedente de cr¨¦ditos que concedi¨® Banesto y se comprometieron a representar el paquete del 25%para el banco espa?ol. Este ya contaba con otro 25% directamente. Los nuevos fiduciarios eran el abogado Carlos Menezes Falcao, socio en Portugal del abogado Mariano G¨®mez de Lia?o, quien hizo el montaje jur¨ªdico de las fiducias desde Madrid, e Ignacio Simplicio Ramos. Falcao representaba el 18% de MSF y Ramos pose¨ªa el 33%.

Mientras el Gobierno portugu¨¦s carec¨ªa de informaci¨®n sobre los enjuagues de Roquette y sus socios con Mario Conde, en cambio s¨ª la pose¨ªa sobre el paquete oficial del Banco Espa?ol de Cr¨¦dito.

Tras el pacto de venta de las acciones de Roquette y su grupo, que ser¨ªa ejecutado en ciertos plazos, el empresario se incorpor¨® el 31 de enero de 1992 al consejo de administraci¨®n de Banesto, donde permaneci¨® hasta el 29 de octubre de 1993. En la primera reuni¨®n que acogi¨® al nuevo consejero, 31 de enero, Mario Conde no dio informaci¨®n sobre los pactos suscritos el 27 de diciembre de 1991 por los cuales el grupo luso se retiraba. Y fue casi dos a?os despu¨¦s, cuando Jos¨¦ Roquette present¨® su dimisi¨®n, el momento en el que se inform¨® al consejo de administraci¨®n de Banesto.