OSCARS Y BOLOS

El personaje m¨¢s popular de la televisi¨®n en Estados, Unidos est¨¢ a punto de ser conocido por mil millones de personas en todo el mundo. Se trata de David Letterman, reci¨¦n designado anfitri¨®n de la 67? edici¨®n de la entrega de los oscars. Fuera de EE UU, poca gente sabe qui¨¦n es este individuo, Hombre del A?o 1994, seg¨²n la revista Rolling Stone, y cuyo programa nocturno de entrevistas en televisi¨®n ha sido calificado por el semanario Entertainment Weekly como "el ¨²nico programa de visionado absolutamente obligatorio". Pues bien, Letterman es posiblemente la figura m¨¢s rotundamente televisiva de la historia del medio. Contratado hace a?o y medio por la cadena CBS, despu¨¦s de una trayectoria de a?os en la rival NBC, Letterman es un modelo, imitado por lo general con escaso ¨¦xito, de saber estar y de humor seco e incisivo: cuando le propusieron presentar los oscars, su primera respuesta fue: "?Pero si ¨¦sa es la noche que juego a los bolos!" Tras su aceptaci¨®n de la tarea, dijo que iba a cambiar el formato, haciendo una entrega de premios de 40 minutos, en la que regalar¨ªa coches a los telespectadores. Bromas aparte, lo cierto es que el productor de la ceremonia del pr¨®ximo 27 de marzo, Gilbert Cates, est¨¢ como un ni?o con zapatos nuevos, pues la sola menci¨®n de Letterman equivale a audiencia multimillonaria. "David naci¨® para presentar los oscars", dijo. "Es puntual, viste bien, y sabe como mantener despierto al p¨²blico". Esta ¨²ltima virtud ser¨¢ especialmente ¨²til, para los telespectadores espa?oles, que habr¨¢n de trasnochar si quieren ver el espect¨¢culo en directo.