Pierre Boulez inicia en Londres una gira mundial con tres grandes orquestas
El compositor dirigir¨¢ sus obras y las de otros cl¨¢sicos del siglo XX
El compositor y director de orquesta Pierre Boulez cumple en marzo 70 a?os. Hoy inicia en Londres una gira de 36 conciertos que le llevar¨¢ por Par¨ªs, Chicago, Nueva York, Viena, Linz, Tokio, Bruselas y Ly¨®n dirigiendo sus obras y las de otros cl¨¢sicos del siglo XX. En Jap¨®n, durante la segunda quincena de mayo, coincidir¨¢n las tres orquestas y los tres solistas fundamentales de la gira: Sinf¨®nica de Chicago,-Sinf¨®nica de Londres, Ensemble Inter Contemporain de Par¨ªs, Maurizio Pollini, Daniel Barenboim y Jessye Norman.
Despu¨¦s del verano, Boulez empezar¨¢ a trabajar con Peter Stein en Mois¨¦s y Aaron, de Sch?nberg, en una coproducci¨®n entre Amsterdam y Salzburgo. Entre los discos que aparecer¨¢n en los pr¨®ximos meses dirigidos por el maestro figuran obras de Ravel, de Mahler, de Bartok, de Debussy y Messiaen."Como buen ni?o de la peque?a burgues¨ªa, mis primeras relaciones con el mundo de los sonidos fueron a trav¨¦s del piano", dice Boulez. "Yo viv¨ªa en Montbrison, una peque?a villa muy agradable de 7.000 habitantes, cuya actividad musical era absolutamente nula. Eran a?os, los treinta, en que la radio no ten¨ªa todav¨ªa la pujanza que adquirir¨ªa despu¨¦s de la II Guerra Mundial. Es curioso, hablo de hace 60 a?os y es como si estuviera rememorando el siglo XVII. En estas condiciones, ha b¨ªa que evolucionar a base de tenacidad".
"Tras la liberaci¨®n de Par¨ªs y el final de la guerra, se produjo luna enorme expansi¨®n vital y cultural, una locura de libertad. La comunicaci¨®n con pintores, poetas o pensadores era constante. Y no solamente a nivel nacional. Cuando fui a Estados Unidos, inmediatamente tom¨¦ contacto con Pollock, De Kooning o Cage. Era una ¨¦poca en que busc¨¢bamos horizontes abiertos, en que apost¨¢bamos por encima de todo por una comunicaci¨®n fuerte entre pa¨ªses y culturas. Yo estaba tambi¨¦n subyugado por la sonoridad y la concepci¨®n del tiempo de las m¨²sicas no europeas. Me fascinaban el teatro Kabuki o el N?. Sigo pensando que esta convivencia de culturas es muy importante".
No parece demasiado afectado Boulez por su disminuci¨®n de actividad compositiva en beneficio de la direcci¨®n de orquesta: cuando tengo algo interesante que escribir, lo hago". Su caballo de batalla es la introducci¨®n de la m¨²sica del siglo XX en el repertorio de programaci¨®n de las grandes orquestas y casas discogr¨¢ficas. "Se est¨¢n dando muchos pasos en ese sentido. En una gira que hicimos recientemente por Austria, Alemania e Italia, el p¨²blico nos pidi¨® con entusiasmo en varias ocasiones la repetici¨®n de Cinco piezas para, orquesta, opus 10, de Webern. Esto o la favorable recepci¨®n de m¨²sica contempor¨¢nea en festivales como Salzburgo hubiera sido impensable hace unos a?os. Tambi¨¦n, en un sello tan significativo como DG, hemos grabado recientemente discos monogr¨¢ficos de Ligeti o, Birtwistle. Mi dedicaci¨®n a autores de este tipo no es un caso de hero¨ªsmo o devoci¨®n, sino una convicci¨®n de la necesidad de esta m¨²sica". (Mortier coment¨® en una entrevista para Canal + que el encuentro entre la sonoridad de la Filarm¨®nica de Viena y el concepto de Boulez dirigiendo obras de Debussy, Stravinski y Bartok hab¨ªa sido una de las experiencias m¨¢s fascinantes de los ¨²ltimos festivales de Salzburgo).
Autores del siglo XX
Stravinski, Debussy, Bartok, Varese, Sch?nberg, Berg y Webern son para Boulez algunos de los compositores indiscutibles del siglo XX. "Ravel es un gran poeta, pero yo prefiero su producci¨®n de antes de la guerra. De Cage admiro m¨¢s las ideas que las realizaciones, sus hallazgos en la individualidad de las sonoridades o en el piano preparado. Algo parecido me ocurre con Ives. Tiene ideas brillantes, pero no podemos olvidar que sus puntos de partida son id¨¦nticos a los de Mahler (m¨²sica popular, marchas militares...) y los resultados son muy diferentes. En cuanto a Messiaen, reconozco que tiene un punto de ambig¨¹edad entre la belleza de sus colores imaginarios y la trasposici¨®n a la partitura
Boulez comenta sobre la interpretaci¨®n: "?D¨®nde est¨¢ la autenticidad? En lo escrito, nunca en la interpretaci¨®n. El gesto musical es esencialmente distorsionador. E1 Brecht que hac¨ªa el Berliner Ensemble en teatro era provocador sin caer en el manierismo: es una forma de acercamiento. Otro tema es la fidelidad a la ¨¦poca y la belleza de sonoridades que defienden los partidarios de instrumentos originales reconstruidos. Es pura mercadotecnia. La fidelidad es una cuesti¨®n de balance y no de instrumentaci¨®n. Pienso, y no soy el ¨²nico, que el metr¨®nomo es bueno ¨²nicamente para la primera vez. No nos enga?emos. No tenemos valores absolutos. Ni siquiera en la elecci¨®n del tempo".
La ense?anza activa es una de las grandes preocupaciones de Boulez: "Lo mismo que las grandes obras de la literatura deben ser descubiertas por el lector y no al rev¨¦s, yo siempre, exijo a mis alumnos que analicen las partituras por ellos mismos. Hay que adentrarse con la misma entrega en la riqueza inquietante de Proust con En busca del tiempo perdido o en el dominio del lenguaje de Joyce en Ulises que en los hallazgos de Stravinski o en la concisi¨®n de Webern, pero siempre desde uno mismo".
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