Delors propugna otro Maastricht para lograr una pol¨ªtica exterior com¨²n
La emoci¨®n volvi¨® ayer a la Euroc¨¢mara. Los parlamentarios despidieron solemnemente al presidente saliente de la Comisi¨®n, Jacques Delors. Rindieron homenaje a sus 10 a?os de mandato, que han supuesto el salto de la euroesclerosis a un cierto europtimismo. Pero no s¨®lo hubo aplausos y densidad hist¨®rica. El empedernido europe¨ªsta Delors no decepciones: lanz¨® una proclama federalista -un federalismo de Estados-inaciones- y propuso una receta pr¨¢ctica -reformar el Tratado de Maastricht- para avanzar en la consecuci¨®n de la pol¨ªtica exterior com¨²n, siguiendo el modelo que se adopt¨® en 1985 para construir el mercado interior
La demanda de Europa, sobre todo de paz y seguridad "es imperiosa", como en 1945-1950, despu¨¦s de la Guerra Mundial, constat¨® Delors, para quien lo m¨¢s urgente es hacer frente a la tentaci¨®n de "poner en tela de juicio las posiciones adquiridas", oponerse al crecimiento de los integrismos y al resurgir de los nacionalismos. ?Puede responder a esta demanda "una simple zona de libre cambio"?, se pregunt¨®,. o ?se necesita un "espacio organizado" con una potente pol¨ªtica exterior?La respuesta de Delors fue original. No en la descripci¨®n del. problema, porque son muchos quienes como ¨¦l piensan que "los Estados miembros se revelan demasiado frecuentemente incapaces de poner en marcha un dispositivo eficaz para decidir y llevar a cabo acciones comunes de pol¨ªtica exterior". Pero s¨ª fue innovador en el diagn¨®stico de sus causas. La "falta de voluntad pol¨ªtica" determina la ausencia de una verdadera pol¨ªtica exterior, "cierto, pero es demasiado c¨®modo esperarlo todo" de esa voluntad. Hay tambi¨¦n otra raz¨®n: "La ausencia de un proceso de deliberaci¨®n y decisi¨®n operativo" para la PESC (Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n) parecido al que existe en la Uni¨®n Europea sobre el mercado interior.
El presidente saliente record¨® entre reiterados aplausos c¨®mo se acord¨® el Acta Unica que dio paso al mercado interior. Fue en la cumbre de Mil¨¢n, en 1985, cuando se plante¨® que la destrucci¨®n de todas las barreras que a¨²n obstaculizaban la porosidad de los mercados nacionales, exig¨ªa poner en marcha cerca de 300 directivas que armonizasen las legislaciones nacionales.
Delors siempre fue cr¨ªtico con los cap¨ªtulos pol¨ªticos del Tratado de Maastricht. Ahora, ha pasado a defender la necesidad de su reforma. Y ello porque el necesario respeto a la diversidad cultural y pol¨ªtica y el aumento del n¨²mero de pa¨ªses de la UE amenazan con "convertir a la Uni¨®n en una especie de Gulliver encadenado, carente de instituciones v¨¢lidas y eficaces".
Junto a la necesidad de una pol¨ªtica exterior, el legado de Delors al Parlamento Europeo hace hincapi¨¦ en la moneda ¨²nica. ?sta no supone una operaci¨®n meramente t¨¦cnica: "No podr¨ªa existir", dijo, "sin la contrapartida de un Gobierno econ¨®mico de Europa" que "traduzca los objetivos de desarrollo econ¨®mico y social" deseados por los ciudadanos.
Pol¨ªtica exterior y moneda ¨²nica. Ambos desaf¨ªos exigen un enfoque pol¨ªtico para superar los peligros del abandono, la aton¨ªa, la distancia entre gobernantes y gobernados, el "consumo fren¨¦tico" de los hechos que se olvidan luego, la "epidemia galopante" de los sondeos... fen¨®menos que ¨¦l, cristiano y socialdem¨®crata, considera como las principales lacras actuales de las democracias nacionales.
La soluci¨®n delorsiana es el "federalismo de los Estadosnaciones". Una f¨®rmula que establece claramente Ias transferencias de soberan¨ªa y sus l¨ªmites"
De la esclerosis al optimismo
"Has trabajado bien por el bien p¨²blico". Con esta frase: que Roma empleaba hace 2.000 a?os para sus "ciudadanos benem¨¦ritos", despidi¨® a Jacques Delors el presidente: del Parlamento Europeo, Klaus H¨¢nsch.
H?nsch record¨® que cuando Delors lleg¨® hace diez a?os a la presidencia de la Comisi¨®n "la Comunidad Europea parec¨ªa no tener futuro. Desde el otro lado del Atl¨¢ntico se nos espetaba que est¨¢bamos aquejados de euroesclerosis ". Relat¨® luego c¨®mo el dirigente comunitario "empez¨® a hacer lo que dec¨ªan los tratados", pero no se aplicaba el mercado interior. La UE ten¨ªa entonces diez socios. Hoy son 15. Los diez a?os de mandato de Delors han sido "la ¨¦poca del Parlamento y de la cohesi¨®n", basada en la solidaridad, de las que el presidente saliente ha sido ingeniero y constructor", dijo el, titular de la C¨¢mara.
Pero si H?nsch alab¨® al gobernante fil¨®sofo hasta la desmesura, alguien no olvid¨® al tecn¨®crata aplicado que tambi¨¦n Delors ha sido. Fue lord Plumb, ex presidente del Parlamento, quien en el libro homenaje dedicado por la Euroc¨¢mara a Jacques Delors recuerda la complicada pregunta parlamentaria que le hicieron sobre los aspectos t¨¦cnicos de la Uni¨®n Monetaria:
"Se par¨® para reflexionar. Pasaron cinco segundos... Diez segundos... Quince ?hab¨ªa perdido el hilo?", se preguntaba inquieto Plumb.
"Enseguida tom¨® la palabra para responder: "Creo que deben contemplarse ocho facetas del problema que usted me plantea", dijo Delors, seg¨²n el recuerdo de Plumb. Y ¨¦ste remata: "Y procedi¨® a exponerlos l¨²cidamente y con todo lujo de detalles".
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