La Filmoteca recupera la primera pel¨ªcula sonora de la historia del cine espa?ol
'El misterio de la Puerta del Sol' fracas¨® al no haber salas preparadas para el sonido
La Filmoteca Espa?ola acaba de recuperar el primer largometraje sonoro de la historia del cine espa?ol. El misterio de la Puerta del Sol, de Francisco El¨ªas, rodado en 1929 con el sistema Phonofil (creado por Lee de Forest) -un m¨¦todo pionero importado de Estados Unidos que tuvo una corta vida comercial-, arrastr¨® las dificultades que la novedad del sonoro comportaba: la falta de infraestructuras en las salas de exhibici¨®n. El misterio... es, en todo caso, un filme ambicioso para la ¨¦poca. Protagonizado por Juan de Ordu?a, Nita Moreno y Antonio Barber, cuenta la historia de dos j¨®venes que quieren ser estrellas de cine y que intentan aprovechar la llegada a Madrid de un magnate del cine estadounidense para trabajar en Hollywood.
La personalidad de Francisco El¨ªas como pionero del cine sonoro en Espa?a no deja de ser singular. El¨ªas hab¨ªa trabajado en Estados Unidos y en Francia, y durante a?os se gan¨® la vida en un taller-imprenta de creaci¨®n propia que se dedicaba a la fabricaci¨®n de r¨®tulos para las pel¨ªculas de cine, entonces mudo. Fue en Estados Unidos donde conoci¨® a Lee de Forest, el inventor del sistema que revolucion¨® el mundo del cine sonoro, y donde El¨ªas supo que los r¨®tulos ser¨ªan antes o despu¨¦s considerados como algo anacr¨®nico, y abandonados por las voces de los actores.La cinta que ha entrado estos d¨ªas en la Filmoteca Espa?ola, aparte de incorporar un documento crucial en la historia del cine espa?ol, permitir¨¢ estudiar la t¨¦cnica de los primeros pasos que dio el cine sonoro en Espa?a. Unos pasos que, por otra parte, no resultaron excesivamente alentadores. El misterio de la Puerta del Sol se estren¨® en el cine Principal de Burgos en 1929 y, a duras penas, se vio en otras provincias espa?olas -no es extra?o; exhibir la pel¨ªcula supon¨ªa trasladar el equipo de proyecci¨®n hasta la localidad en cuesti¨®n-. Las salas de exhibici¨®n no estaban preparadas para el sonoro y la aventura del rodaje de esta cinta llev¨® a la ruina a su productor, Feliciano Vitores , que hab¨ªa importado para Espa?a el sistema Lee de Forest.
Copia perdida
Durante muchos a?os se cre¨ªa que El misterio de la Puerta del Sol se hab¨ªa perdido, hasta que a principios de los ochenta Ram¨®n Rubio, responsable de recuperaci¨®n de filmes de la Filmoteca Espa?ola, tuvo conocimiento de que la pel¨ªcula estaba en poder de los herederos del productor, el burgal¨¦s Feliciano Vitores. Hasta la semana pasada, sin embargo, no se pudo cerrar el trato para hacerse con el filme y, de esta forma, asegurar su conservaci¨®n, se?alan fuentes de la Filmoteca Espa?ola.
La recuperaci¨®n de la pel¨ªcula ha permitido, por otra parte, visionar un filme que no hab¨ªa sido contemplado desde los a?os treinta y que contiene, entre otras secuencias, vistas a¨¦reas de Madrid y Barcelona, como pretexto del viaje que realiza uno de los protagonistas. El argumento del filme no puede ser m¨¢s rocambolesco: Pompello (Juan de Ordu?a; de hecho, estuvo a punto de titularse ?ltimo d¨ªa de Pompello) y Rodolfo (Antonio Barber) quieren ser estrellas de cine, dejan su trabajo en El Heraldo de
Madrid y se visten de etiqueta para acudir a una prueba con el productor estadounidense Edward S. Carawa. Tras el fracaso de la prueba, deciden, en la Puerta del Sol, fingir el asesinato de uno de los dos para llamar la atenci¨®n. Roban un esqueleto, lo queman y denuncian que son los restos de Pompello, que por entonces viaja a Barcelona, mientras su amigo -un error de c¨¢lculo- es detenido, acusado de asesinato.
El material -parcialmente coloreado, algo singular en los inicios del cine sonoro- lleg¨® a la Filmoteca Espa?ola en cuatro latas met¨¢licas deterioradas y oxidadas. Como tambi¨¦n ocurr¨ªa en la ¨¦poca, la pel¨ªcula combina zonas mudas, r¨®tulos y el predominio del sonoro. La raz¨®n es simple: la precariedad del sistema creado por Lee de Forest imped¨ªa montar m¨¢s de un sonido: si se captaba el di¨¢logo, no se o¨ªan los ruidos de fondo, por ejemplo. Pese a que el filme est¨¢ en nitrato -un material que se utiliz¨® en el cine mundial hasta los a?os cincuenta y que se deteriora f¨¢cilmente-, lo cierto es que el nivel de conservaci¨®n en que ha llegado el filme es bueno -muy sucio, con rayas gruesas o finas en el soporte-, si bien el grado de contracci¨®n del filme es acusado.
Francisco El¨ªas es uno de los pioneros del cine espa?ol. Cuenta el historiador Juan Francisco de Lasa que un d¨ªa, en Nueva York, Lee de Forest, que llevaba consigo una c¨¢mara para el sonoro, le dijo a El¨ªas, se?alando las linotipias donde se imprim¨ªan los textos de los r¨®tulos: "El¨ªas, esto matar¨¢ todo aquello". Profec¨ªa cumplida, pero lo cierto es que los inicios del cine en Espa?a marcan una zona oscura en la producci¨®n, que coincide con el periodo 1928 a 1932. Hasta 1927, la producci¨®n cinematogr¨¢fica espa?ola alcanzaba los 40 filmes. La llegada del sonoro supuso un descenso progresivo de la producci¨®n -no hab¨ªa salas adecuadas, ni productoras que pudiesen afrontar la adaptaci¨®n al sonoro-, hasta llegar a la debacle de 1931, cuando s¨®lo se rod¨® un filme. A partir de 1933, se abri¨® una nueva era del cine en Espa?a.
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