Antena 3 estreno 'Frasier', la comedia del psiquiatra que se independiz¨® de 'Cheers'

En mayo de 1993, Cheers, una de las mejores tele comedias de la historia de la televisi¨®n, baj¨® el tel¨®n con m¨¢s de cien millones de desconsolados espectadores por testigos. El entra?able colectivo del bar de Boston se dispers¨®. Uno de ellos, el digno y vapuleado psiquiatra, sent¨® plaza en otra ciudad y con otra telecomedia, Frasier, la que ayer estren¨® Antena 3, a las 21.00. Su fama le precede: 11 nominaciones al premio Emmy en su primer a?o y un consenso raras veces conseguido ¨²ltimamente en la televisi¨®n norteamericana.

De entrada, Frasier procura parecerse poco a Cheers. Es verdad que sus creadores -David Angel, Peter Casey y David Lee- son veteranos del bar de Boston el mejor master de telecomedia que ha tenido la televisi¨®n norte americana desde su creaci¨®n. Pero por eso mismo, y porque hay cosas que no se pueden repetir, la primera autoexigencia del equipo fue la de enviar a Frasier Crane a otra ciudad, con otra familia y con otra ocupaci¨®n. As¨ª que en Boston deja Frasier (Kelsey Grammer) a su ex mujer, Lilith (Bebe Neuwirth), y a su hijo. Borr¨®n y cuenta nueva. Instalado ya en Seattle, nuestro psiquiatra se gana muy bien la vida en un consultorio radiof¨®nico. L¨¢stima que su padre (John Mahoney), un polic¨ªa retirado gru?¨®n y poco refinado, se le instala en casa con su perro Eddie (a estas alturas el m¨¢s famoso perro de Norteam¨¦rica). Para cuidarles, el pap¨¢ da su aprobaci¨®n a una asistenta inglesa con poderes, Daphne Moon (Jane Leeves). Y Frasier tiene un hermano, Niles (David Hyde Pierce) que es m¨¢s Frasier que Frasier.

Varias cosas le vuelven loco. ?l mismo, su hermano, su padre, su asistenta y sus oyentes. Cada uno en su especialidad y combinados. El pobre Crane pasa en segundos de la pat¨¦tica compostura que le caracteriza al sofoco y desmoronamiento de su acariciado ego. Est¨¢ el frente de los oyentes (algunos con voces de famosos): "Mire usted, es que tengo una eyaculaci¨®n retardada", le explica uno. "Pues espere, buen hombre, espere", replica imp¨¢vido Frasier. Est¨¢ la balcanizaci¨®n de la relaci¨®n familiar. Por un lado, su padre, harto de las pejigueras de su pedante y autocomplacido hijo, y viceversa. Por otro, su hermano Niles, tan grillado y petulante como ¨¦l.

El verdadero hallazgo de Frasier es este contraste en las peque?as diferencias. Frasier y Niles funcionan como un gag permanente, porque el segundo es una r¨¦plica del primero. Niles, como lo hac¨ªa Lilith, su ex mujer (que aparece en dos ocasiones), hunde en la miseria a Frasier con sus lapidarias sentencias. Una relaci¨®n de amor-odio a la que el actor David Hyde Pierce aporta su innegable talento para la comedia. ?l es una de las razones del ¨¦xito de Frasier.

La enorme popularidad de esta comedia ha servido para que los americanos conozcan al detalle la larga historia de calamidades de la vida real de Kersey Grammer: padre y hermana menor asesinados, dos hermanastros fallecidos en accidente, problemas con el alcohol y las drogas, un mes de c¨¢rcel, conflictos dram¨¢ticos... La tragedia detr¨¢s de la comedia; otro espect¨¢culo detr¨¢s del espect¨¢culo. Grammer, es hoy uno de los rostros m¨¢s conocidos, con m¨¢s entrevistas en televisi¨®n, m¨¢s portadas y m¨¢s seguidores. Once nominaciones al Emmy -y cinco obtenidos- ha sido su premio de licenciatura. Y tambi¨¦n halagos tan pintorescos como el llegado de Sof¨ªa Loren, que ha declarado su total debilidad por las aventuras del grillado psiquiatra.