El 'caso Cantona' divide a Inglaterra
Parlamentarios laboristas piden una oportunidad para el delantero
El caso Cantona ha dividido al f¨²tbol ingl¨¦s. Mientras la prensa sensacionalista reclama con titulares a toda plana su- deportaci¨®n o una sanci¨®n de por vida, otros sectores piden cordura, mesura y un castigo que no invoque fantasmas de xenofobia. Mientras el franc¨¦s del Manchester United se ha refugiado con sus familiares en Marsella su agresi¨®n a un aficionado provoca poco menos que debates parlamentarios.El diputado laborista Stan Orme, seguidor del Manchester United, resume el panorama afirmando que "los ataques han sido tan despiadados que han levantado un complejo de persecuci¨®n en la ciudad y entre los millones de aficionados que tiene el club en todo el pa¨ªs. La naci¨®n est¨¢ partida en dos".
La situaci¨®n es estacionaria. El club ha anunciado que no volver¨¢ -a jugar en el primer equip¨® esta temporada, lo cual supone una sanci¨®n de 16 partidos de Liga y un n¨²mero in determinado en la Copa. La federaci¨®n inglesa no puede sancionarle sin escuchar su versi¨®n y las normas dictan un respiro de 15 d¨ªas antes de la vista oral para que se enfr¨ªen los ¨¢nimos. La decisi¨®n, por tanto, queda aplazada hasta la pr¨®xima semana, y es precisamente este comp¨¢s de espera el que fomenta los enconados debates.
Algunos se?alan que los diablos rojos practican el f¨²tbol m¨¢s vistoso del pa¨ªs y que la campa?a para la expulsi¨®n de Cantona representa un intento de destronar al bicampe¨®n. Otros contestan que hombres belicosos como Keane, Ince, Hughes y el propio Cantona son, sencillamente diablos en rojo. Algunos sostienen que el franc¨¦s es un artista necesitado de protecci¨®n. Cinco expulsiones en 14 meses son una respuesta significativa.
Luego influye la provocaci¨®n por parte del aficionado que recibi¨® el impacto de la embestida tipo kung fu de Cantona. Los antecedentes penales de Matthew Simmons, un neofascista de 20 a?os, son un factor a considerar para algunos. Para otros el comportamiento de Eric el Rojo [por Cantonal no tiene excusas, fuera quien fuera el agente provocador y los t¨¦rminos abusivos que gritara.
La hinchada de los diablos pide, con doble intenci¨®n, la misma "comprensi¨®n" que la federaci¨®n otorg¨® al Arsenal en el caso de Paul Merson, un hombre que admiti¨® su drogodependencia, su alcoholismo, adulterio y deudas de 80 millones de pesetas en las casas de apuestas. Su castigo se limit¨® a la terapia intensiva, y esta tarde volver¨¢ al terreno de juego en la Supercopa ante el Milan. Se pide para Cantona un tratamiento psiqui¨¢trico para que suprima la causa que le ofusca en momentos de m¨¢xima tensi¨®n.
Sin embargo, el m¨¢ximo castigo decretado en Inglaterra se remonta a abril de 1915, cuando Billy Cook del Middlesbrough, se neg¨® a abandonar el terreno tras ser expulsado y forz¨® la suspensi¨®n del partido. La suya dur¨® un a?o.
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