Queridos colegas

Mario Conde cumpli¨® ayer su compromiso con el peri¨®dico local de Alcal¨¢ de Henares, Diario de Alcal¨¢, que durante su estancia en la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco le hab¨ªa requerido en varias ocasiones. para que escribiese alguna l¨ªnea en su medio. Y lo hizo en forma de carta dirigida a sus "queridos colegas" de la c¨¢rcel. Conde, utilizando el lenguaje cheli aprendido entre los muros de la prisi¨®n, asegura que, debido a las horas a las que abandon¨® "el talego", sinti¨® mucha pena, de verdad", de no poder despedirse de los colegas que le hab¨ªan ofrecido "pelas" para ayudar a pagar su fianza. Ante la imposibilidad de verles a todos, afirma en la carta que la prensa es la mejor manera de decirles algunas cosas para que "pod¨¢is leerlas antes o despu¨¦s del recu¨¦n (recuento de presos)".

Les agradece las amabilidades que han tenido para con ¨¦l en estos d¨ªas de cautiverio y dice, recordando su entrada, que comprend¨ªa que la llegada de un personaje "tan especial como Mario Conde era un marr¨®n para vosotros, que pod¨ªa traeros m¨¢s inconvenientes que ventaja?. A pesar de esto, contin¨²a Conde, "me recib¨ªsteis como nosotros sabemos, y por tanto, gracias t¨ªos".

Mario Conde no quiere olvidarse de nadie y en la misiva, bastante extensa, recuerda a todos: "A Miguel, que le vaya bien, y que no se presenten los otros, para que pronto se pueda ir a casa". A David le promete que cuando salga le regalar¨¢ otro disco compacto "para que pueda o¨ªr canciones distintas". Tambi¨¦n menciona al compa?ero de Chinch¨®n, de quien Conde relata que nunca olvidar¨¢ "el bollo envuelto en celof¨¢n, que me meti¨® por debajo de la puerta el primer d¨ªa", dici¨¦ndole eso de "¨¢nimo, Mario, que de aqu¨ª se sale" . Y as¨ª enumera, uno por uno, hasta una veintena de presos, a los que asocia con sus recuerdos a la vez que da recomendaciones.

"Hay algo que se aprende cuando est¨¢s rodeado de piedras y controlado por guardias civiles. La c¨¢rcel est¨¢ dentro de cada uno de nosotros", contin¨²a Conde en la carta que recuerda a todos los presos que' nada "puede privaros de vuestra libertad y sois libres en vuestro coraz¨®n. Suena cursi, t¨ªos, pero es verdad", asegura.

La despedida, un abrazo para todos y un deseo: "Que nunca m¨¢s volvamos a vernos juntos, por m¨ª y por vosotros, en este u otro talego ". Con letras negras firma Mario Conde.