Los diques holandeses aguantan la presi¨®n del agua
Mientras el centro del pa¨ªs contin¨²a su lucha contra las aguas, la normalidad va volviendo a la regi¨®n m¨¢s meridional de Holanda. Parte de los 250.000 evacuados de los ¨²ltimos d¨ªas han podido iniciar la vuelta a casa. La situaci¨®n en la zona que rodea a Tiel, en el centro del pa¨ªs, ha sido calificada de alto riesgo "pero bajo control" por el ministro del Interior, Hans Dijkstal. Holanda parece haber ganado la batalla al agua. En Alemania, los r¨ªos Rin y Mosa han comenzado a bajar de nivel, y los vecinos de las ciudades afectadas han comenzado a retirar el barro y la basura.
Dijkstal dijo que los niveles del Valon y del Mosa parecen estabilizados y que el cauce del Rin ha empezado poco a poco a disminuir. "Eso no quiere decir que ya no exista peligro. Los diques est¨¢n empapados y a¨²n cabe la posibilidad de que cedan bajo el peso del agua", explic¨® un portavoz del Ministerio de Obras P¨²blicas". Ser¨ªa a¨²n necesario que el nivel del agua bajara dos metros para que la presi¨®n de los diques se relajara y el peligro de inundaci¨®n desapareciera totalmente.A ¨²ltima hora de la tarde de ayer uno de los lugares que a¨²n continuaba bajo amenaza era la ciudad medieval de Kampen, a orillas del r¨ªo lgssel, donde el cauce del r¨ªo no alcanzar¨¢ el punto m¨¢ximo hasta hoy. Cientos de soldados y voluntarios trabajaron durante todo el d¨ªa para reforzar las zonas m¨¢s d¨¦biles de los diques.
Los m¨¢s de 100.000 habitantes de la regi¨®n de Betuwe fueron los ¨²ltimos en abandonar sus casas y explotaciones agr¨ªcolas. La principal ciudad de la regi¨®n, Tiel, con 34.000 habitantes, hab¨ªa sido evacuada a lo largo del mi¨¦rcoles. Horas m¨¢s tarde la cercana zona de Culemborg, con 25.000 almas, recibi¨® tambi¨¦n la temida orden de partir. Al final de la ma?ana de ayer, casi la pr¨¢ctica totalidad de los habitantes hab¨ªan salido, la mayor¨ªa en sus propios veh¨ªculos. A las cuatro de la tarde la zona estaba totalmente vac¨ªa. Los ¨²ltimos habitantes de Culemborg hab¨ªan redondeado la cifra de los evacuados a un cuarto de mill¨®n.
Pueblos fantasmas
Atr¨¢s dejaron pueblos fantas mas: casas cerradas, cortinas enrolladas alrededor de las barras, muebles amontonados y un absoluto silencio. Aunque la mayor¨ªa se dirigi¨® a casa de sus familiares, el n¨²mero de evacuados que hace uso de los centros de acogida de la Cruz roja se duplic¨® ayer.
Mientras, la situaci¨®n en el sureste se presentaba m¨¢s optimista para los evacuados. A primeras horas de la ma?ana, las autoridades anunciaron la desaparici¨®n del peligro y permitieron el acceso a las zonas que hab¨ªan permanecido m¨¢s de una semana inundadas.
La dif¨ªcil situaci¨®n ha dado paso a la solidaridad internacional. Los agricultores belgas, convocados por el ministro de Agricultura, acudieron en r¨¢pida ayuda hacia los polders (terrenos ganados al mar) m¨¢s amenazados, mientras que procedentes de Alemania y del resto de Holanda llegaban docenas de camiones para evacuar reses y caballos. Las fuerzas a¨¦reas alemanas y brit¨¢nicas aportaron 50 y 15 helic¨®pteros, respectivamente, y un centenar de soldados que contribuyeron en los momentos m¨¢s cr¨ªticos al reforzamiento de los diques.
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