Un 15% de los ni?os tiene problemas para aprender a hablar
Hablar normalmente implica emitir cada segundo de unos 14 a 16 sonidos seleccionados por un complejo y veloc¨ªsimo proceso mental: de archivos distintos se recuperan los verbos, nombres, preposiciones o conjunciones; luego hay administradores que asignan puesto, funci¨®n, significado... y todo mientras se calibran factores externos como el interlocutor o el ambiente. Los expertos a¨²n se asombran de que tal haza?a biol¨®gica se aprenda en s¨®lo cinco a?os de vida, y desconocen por qu¨¦ de un 10% a un 15%,de los ni?os menores de esta edad, sin lesiones detectables, tienen problemas.A, algunos simplemente les cuesta m¨¢s pronunciar o reconocer ciertos fonemas, por ejemplo; en otros se ver¨¢ afectada adem¨¢s su capacidad de comprensi¨®n, de expresi¨®n o ambas. Son trastornos de habla y lenguaje, respectivamente, y aunque los primeros se consideran menos graves, los dos inciden sobre "lo m¨¢s social del desarrollo humano", afirma el logopeda Marcos Monfort
Adem¨¢s, "la gravedad depende de c¨®mo se viva", prosigue. "La importancia de los trastornos de habla reside en la presi¨®n social; ah¨ª est¨¢n los chistes... es muy dif¨ªcil que se crea inteligente a alguien que habla raro, y las reacciones que el ni?o nota pueden influir en su aprendizaje, su personalidad". Aunque seg¨²n este experto no hay cifras de incidencia en adultos, no es descartable que los problemas de hablase hallen tras la timidez o inseguridad de una, persona.
Lo ideal es detectarlos pronto. A los tres a?os, mesa suele ser meta, y zapato, tapato, pero si a medida que el ni?o crece no se corrige ¨¦l solo, quiz¨¢ padezca una dislalia, que habitualmente empieza a tratarse entre los cinco y siete a?os. Otros trastornos de habla son fonol¨®gicos, considerados an¨®malos si persisten m¨¢s all¨¢ de los cinco a?os: "el ni?o repite bien ki ka, ke, ku, ko, pero dice t¨ªtate en vez de qu¨ªtate, o tef¨¦lono y manika por tel¨¦fono y m¨¢quina, explica Monfort. "Suponemos que el motivo es una menor facilidad natural para discriminar o producir sonidos, algo hasta cierto punto normal, como hay quien dibuja peor".
Leer y escribir
Son aptitudes que vuelven a Ser necesarias a la hora de leer y escribir, por eso a menudo son los maestros quienes dan la voz de alarma. Ellos, y muy especialmente las familias, tendr¨¢n un importante papel en el tratamiento. "No se trata en absoluto de culpar a los padres, pero est¨¢ claro que los trastornos de comunicaci¨®n son de la persona y de su entorno", dice la logopeda Adoraci¨®n Ju¨¢rez.
"La tendencia actual en el tratamiento es orientar a la familia sobre c¨®mo estimular el lenguaje y evitar actitudes contraproducentes: no presionar, ni exigir demasiado poco, ajustar el lenguaje al nivel del ni?o... ", comenta. A veces bastan estos consejos para que una dislalia desaparezca por completo. Las reca¨ªdas o la aparici¨®n espont¨¢nea de alteraciones en adultos "son pr¨¢cticamente imposibles, y siempre por una lesi¨®n cerebral o una experiencia emocional muy traum¨¢tica.
El pron¨®stico no es tan amable para los problemas de lenguaje, en los que lo alterado es el sistema ling¨¹¨ªstico en su faceta m¨¢s profunda. Son, por ejemplo, las afasias y disfasias, en cuya base debe de existir, aunque no se detecte, una causa neurol¨®gica. Los casos en los que el trastorno es adquirido (tras un accidente o una operaci¨®n) y puede relacionarse con un tipo espec¨ªfico de lesi¨®n han ayudado a conocer mejor los centros del habla en el cerebro: fundamentalmente las ¨¢reas de Broca y de Wernicke, ambas en el hernisferio izquierdo, y, por supuesto, conectadas entre s¨ª..
En opini¨®n del psiquiatra ?ngel Rivi¨¨re, de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, el desconocimiento acerca del desarrollo infantil. es la causa de que los padres detecten "un poco tarde" un trastorno de lenguaje en sus hijos, que a menudo indica otras alteraciones.
"Como norma general, si un ni?o de doce meses no se comunica intencionadamente, por ejemplo, se?alando; si a los dos a?os no emite palabras, ni a los dos a?os y medio, oraciones, hay que buscar ayuda, aunque despu¨¦s resulte un problema menor".
En cuanto a la tartamudez, los expertos prefieren referirse a ella como "falta de fluidez verbal", pero todos saben qu¨¦ es tartamudez: un trastorno del habla tan ridiculizado que duele en el orgullo familiar, y por eso "causa m¨¢s conflictos emocionales y afectivos que otras patolog¨ªas", dice la logopeda Adoraci¨®n Ju¨¢rez. Y el c¨ªrculo vicioso de la ansiedad alimenta el problema, aunque las causas se desconocen, estudiando a los tartamudos en su entorno los especialistas han encontrado en la falta del respeto al turno de palabra un posible factor "de riesgo", porque "deja al ni?o sin espacio para poder contestar".
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