Gritos de impotencia
El equipo de Obradovic pierde cuatro de cada 10 partidos que disputa y los nervios se disparan
Hasta hace poco, el Real Madrid mostraba dos caras. La fea se paseaba por la Liga ACB; la m¨¢s agraciada quedaba reservada para la Liga Europea. Con el nuevo a?o, ha llegado la fusi¨®n: el Madrid, ahora, s¨®lo tiene un rostro, el que le da la mirada nublada que le provoca su peligrosa irregularidad en las dos competiciones, Y no es eso lo malo: vuelve al parqu¨¦ la crispaci¨®n protagonizada en la discusi¨®n entre Biriukov y Ant¨²nez. La acci¨®n protagonizada por ambos el domingo en Le¨®n, en la que s¨®lo la intervenci¨®n de varios jugadores locales evit¨® un grave altercado entre compa?eros, explica con toda crudeza el ¨¢nimo que reina en el equipo.No valen las palabras del entrenador, Obradovic: "Les he dicho que los jugadores tienen que ser amigos, sobre todo cuando las cosas van mal". El estado de excitaci¨®n en el que vive la plantilla blanca no parece que pueda ser atenuado s¨®lo con palabras. Si no llegan los resultados, el descontrol puede ir en aumento. De hecho, el incidente acaece despu¨¦s de una racha de tres derrotas consecutivas en la Liga ACB, a las que hay que sumar la sufrida en Mosc¨² en la ¨²ltima jornada de la Liga europea.
La comprometida situaci¨®n en la que se encuentra el Real en las dos competiciones ha acelerado el riego sangu¨ªneo de sus jugadores. Pero la bronca del domingo no es la primera de la temporada. El mismo Ant¨²nez ya sufri¨® un tremendo rapapolvo de Sabonis en el choque que jug¨® la escuadra madridista en Huesca el 1 de octubre. En otros partidos tambi¨¦n ha sido posible advertir di¨¢logos subidos de tono entre el lituano y Cargol o Mart¨ªn con Ant¨²nez. Por no hablar del desquiciamiento de Sabonis en el choque ante el Coren -en el que propin¨® un cabezado a Bryson, que previamente hab¨ªa provocado al pivot madridista- o en el ataque de ira -lo pag¨®, en forma de pata d¨®n, el banquillo- del propio lituano cuando, tras una persecuci¨®n implacable de los ¨¢rbitros, fue eliminado por faltas en el partido contra el Taugr¨¦s.
Todos estos datos se pueden interpretar de varias formas. Seguramente, si el equipo estuviese respondiendo a las expectativas creadas, estos incidentes no se habr¨ªan producido. O, en caso, contrario, habr¨ªan pasado inadvertidos. Pero la pobre trayectoria del Madrid propicia la dramatizaci¨®n de los hechos.
Algo ha fallado. Los n¨²meros explican con fr¨ªa crueldad el titubeante caminar de uno de los mejores equipos de Europa. En la Liga ACB el Real Madrid est¨¢ clasificado en s¨¦ptima posici¨®n, empatado con el F¨®rum, despu¨¦s de haber ganado 15 partidos a cambio de 12 derrotas. El bloque blanco est¨¢ m¨¢s lejos del l¨ªder Barcelona -a siete victorias- que del play-off de descenso -el C¨¢ceres, 17?, cuenta con 11 triunfos-, lo que, bien entrada ya la segunda vuelta, no le deja en muy buen lugar.
No le ruedan mucho mejor las cosas en Europa. Tras su derrota en Mosc¨², el Madrid es tercero (74). Los blancos todav¨ªa no han asegurado su acceso a cuartos de final y el objetivo de alcanzar uno de los dos primeros puestos del grupo (que, en caso de empate, da ventaja de campo en el cruce) ya no es empresa que dependa exclusivamente de ellos.
Sumados los partidos disputados en los dos torneos, 38, el balance victorias (22)-derrotas (16) es impropio de una escuadra como la madrile?a, que pierde cuatro de cada diez partidos disputados (42,1%).
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