JUAN CRUZ Menos mal
Alexandor Melo. Portugu¨¦s. Ya debe de tener 40 a?os. Es, en su pa¨ªs, un importante cr¨ªtico de arte y anda obsesionado con las fluctuaciones aleatorias del mercado art¨ªstico; por esa raz¨®n, y porque tiene que estar informado de lo que ocurre, viene a Espa?a cada a?o, por Arco. Es uno de los m¨¢s asiduos representantes de esa legi¨®n extranjera que comprueba, cada febrero, c¨®mo est¨¢ el patio espa?ol. Arco representa la edad que tiene ahora -si es que existe la que en su d¨ªa se llam¨® movida madrile?a, y Melo se pregunta qu¨¦ le ha pasado a esta ciudad y a la cultura de este pa¨ªs, por qu¨¦ se ha vuelto tan evasiva y tan cutre, por qu¨¦ no se mueve ya nada y por qu¨¦ se ha detenido el tiempo como una mano sudada sobre la creatividad y sobre la imaginaci¨®n. Est¨¢ muy cr¨ªtico, tanto que al t¨¦rmino de su retah¨ªla de agravios sorprendidos sobre el final de etapa que parece vivir la cultura de este pa¨ªs comenta, resignado:-Antes al menos pod¨ªan decir los espa?oles "menos mal que nos queda Portugal", pero ahora hasta la pobre Lisboa est¨¢ mejor. ?Qu¨¦ les ha pasado?
Jos¨¦ Luis G¨®mez. Onubense, actor, director de teatro. Cuando fue Aza?a fue de tal modo Aza?a que ya al que fue presidente de la Rep¨²blica se le recuerda con el rostro de G¨®mez. Ahora abre en Madrid La Abad¨ªa, con Valle-Incl¨¢n. Cuando el cuente c¨®mo lo ha hecho, en este tiempo en el que el dinero es cada vez m¨¢s cicatero con la cultura, conoceremos, seguramente, la miseria con la que convive en nuestro pa¨ªs la grandeza. Menos mal que hay esforzados as¨ª -¨¦l y su equipo, claro- que arrostran la indiferencia y el des¨¢nimo y crean, como hormigas, la impresi¨®n de que en este tiempo a¨²n es posible la siembra de proyectos as¨ª. El espacio -Jos¨¦ Luis insiste en que crea un espacio, y no meramente un teatro- se abre la semana que viene, y ¨¦sta es, entre todas las malas noticias que nos cubren, la mejor noticia que se produce en la cultura espa?ola en mucho tiempo. Menos mal.
Ricardo Franco. Menudo y activo, como un joven irreductible, insiste en el cine y ahora devuelve a la vida la segunda historia de los Panero, Estaba feliz la noche de la presentaci¨®n, est¨¢ semana. "Menos mal", dec¨ªa, "que a¨²n se puede hacer cine as¨ª", para luego regresar al escepticismo en el que se curte el porvenir: "Pero ahora hay que esperar a ma?ana, porque los espectadores, los que pagan, no van al cine por invitaci¨®n".
Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n. Presenta a sus amigos El rey del r¨ªo, con la que va a Berl¨ªn; se va r¨¢pido, al filo de la exhibici¨®n, guardando en sus ojos de lector de Cervantes una timidez que ya parece sustantiva; detr¨¢s quedaron una historia de amor adolescente y de ambici¨®n imberbe, y quedaron tambi¨¦n las im¨¢genes del verde, el c¨¦lebre verde de las pel¨ªculas de Guti¨¦rrez Arag¨®n. "Menos mal", dice, como si no quisiera seguir hablando de lo suyo, "que en este pa¨ªs de desiertos a¨²n nos queda el verde del norte". Pel¨ªcula del norte y tambi¨¦n filme para mirar la mirada. La de todos -Carmen Maura, Silvia Munt, la mirada de Azcona, la mirada de los chicos-, pero sobre todo la mirada espl¨¦ndida de Alfredo Landa.
Maruja Mallo. Menos mal que tuvo amigos que la rescataron del olvido malva en que vivi¨® en los ¨²ltimos a?os, como todos los que se van muriendo. Subsisti¨® surrealista buscando incluso ideas ajenas para sus colores propios, y finalmente muri¨® de la m¨¢s cruel de todas las enfermedades posibles, la enfermedad de los a?os, el mal del tiempo. El carn¨¦ de identidad que nos conduce al olvido.
Menos mal, finalmente, que al C¨ªrculo de Bellas Artes le han devuelto, por ahora, la luz y los tel¨¦fonos.
?Menos mal tambi¨¦n porque todav¨ªa nos queda Portugal!
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