Los mil pleitos

Fundada en 1925, La Seda es hija espuria del desarrollismo espa?ol de los a?os sesenta. Su antigua estructura de gesti¨®n arranca de la alianza entre las - multinacionales llegadas entonces -la holandesa Akzo en este caso- y la vieja oligarqu¨ªa textil. Fue la alternativa en la cuenca industrial del r¨ªo Llobregat, que desplaz¨® a los algodoneros decadentes como los Sed¨® y Puig i Llagostera. Laureano L¨®pez Rod¨® -gerente del Plan de Desarrollo- fue uno de sus. impulsores y Vicente Mortes Alfonso, ex ministro de Franco, presidi¨® la compa?¨ªa durante muchos a?os.En 1991, la multinacional Akzo le vendi¨® al abogado Soler Padr¨® el 57,5% de acciones de La Seda -al precio simb¨®lico de una peseta-, a condici¨®n de que el paquete fuese vendido por medio de una oferta p¨²blica de adquisici¨®n (OPA) a otros accionistas interesados en el proyecto industrial. Soler Padr¨® incumpli¨® el contrato; Akzo le llev¨® a los tribunales y desde entonces La Seda est¨¢ mercantilmente atenazada. Soler Padr¨® se niega a vender su participaci¨®n y ha presentado centenares de pleitos contra los directivos de La Seda.

Ahora se vislumbra al fin la salida del largo t¨²nel. ?Insistir¨¢ Soler Padr¨® en los tribunales? Su representante legal, V¨ªctor Girauta, un letrado de tamiz europe¨ªsta y retranca levantisca, ten¨ªa claro no hace mucho que inundando los juzgados de recursos frenar¨ªa cualquier salida. No contaba con la llamada econom¨ªa real y tampoco con que la recuperaci¨®n del pulso econ¨®mico nacional se va contrastando con operaciones netamente industriales como la que ha iniciado Juan Abell¨®.Pacto institucional

El consejo de La Seda fue informado de la operaci¨®n por su presidente no hace muchos d¨ªas. Este ¨®rgano re¨²ne a un grupo de notables de Barcelona comisionados para salvar la compa?ia. La soluci¨®n llega precedida adem¨¢s de un pacto institucional en el que han participado la Generalitat, la Comunidad Aut¨®noma de Madrid -La Seda tiene una f¨¢brica en Alcal¨¢ de Henares- y sobre todo- los sindicatos.

La pluralidad ideol¨®gica del Consejo de Administraci¨®n de La Seda agiliz¨® sin duda la llegada de ayudas p¨²blicas en forma de avales de la Generalitat y de la Comunidad de Madrid. Artur Mas y Carles Vilarrub¨ª tutelaban los deseos nacionalistas; Joan Maj¨®, ex ministro de Industria, balanceaba la cohabitaci¨®n por el lado socialista.

E n el ¨²ltimo a?o, La Seda ha superado su situaci¨®n de p¨¦rdidas gracias en parte a un ajuste no traum¨¢tico que ha reducido 300 empleos. Cerr¨® el ejercicio con unos beneficios de 2.300 millones.