El Real Madrid se toma una larde tranquila
Las limitaciones del Huesca, posibilitan el triunfo del equipo de Obradovic
Emparedada entre los dos transcendentales partidos de Liga europea ante los equipos griegos, la visita del Somontano Huesca no fue bien recibida por el Real Madrid. Sobraron apenas seis minutos (4-8) para advertir con nitidez lo mucho que le costaba a los jugadores blancos la introducci¨®n en materia. El aire de frialdad que tantas veces ha acompa?ado al Real esta temporada en Liga ACB (en Europa la historia es otra, m¨¢s acorde con la calidad de la plantilla) se dejaba sentir de nuevo. Extra?amente, s¨®lo Sabonis -a quien rivales como el Huesca le convierten habitualmente en un hombre de hielo- parec¨ªa concienciado de la, importancia que los dos puntos.El control ejercido por el lituano debajo de los tableros produjo un espejismo. Durante una franja no superior a los cinco minutos, el Real, asegurado el rebote defensivo de Sabonis y su clarividente primer pase, disfrut¨® del juego encadenando varios contraataques -especie protegida, por su escasez, en esta escuadra de Obradovic- que propiciaron una impresi¨®n equivocada: el Madrid amenazaba (23-16, minuto 11) con producir la fractura definitiva. Nada m¨¢s lejos de la realidad.
Para empezar, el Huesca le infligi¨® un parcial de 3-12 en cuatro minutos que invert¨ªa los t¨¦rminos (26-28). El Madrid se desped¨ªa del mando del choque. Y lo hac¨ªa por mucho tiempo. Las razones del intercambio de papeles no pasaron desapercibidas ni para el espectador m¨¢s despistado. Hab¨ªa sobre la- cancha dos equipos con muy distinta disposici¨®n an¨ªmica. Uno daba la impresi¨®n de encontrarse en una cura de reposo, el otro se motivaba en relaci¨®n directamente proporcional a la desgana ajena.
Algunas consideraciones t¨¦cnicas no desde?ables completaban el cuadro. Empezaban en una inteligente direcci¨®n de Pardo (superior a los bases madridistas, Lasa y Ant¨²nez), continuaba en la capacidad resolutiva de Morton y terminaba en la labor fajadora de Wilson y Tinkle, toscos y limitados pivots pero esforzados.
El condimendo que definitivamente convirti¨® el sabor del guiso en amargo para el Madrid fue la zona. Casadevall, el entrenador visitante, orden¨® ese tipo de defensa (2-3) y el Madrid, que perd¨ªa 35-36 en el descanso, se atasc¨®. En los tres primeros minutos de la segunda parte, el Huesca, con un parcial de 0-11, se fugaba hasta el 35-47. Los aragoneses no hac¨ªan nada del otro mundo, entre otras cosas porque no pueden dadas las limitaciones de su plantel. Era el colectivo de Obradovic el que se estrellaba penosamente ante una discreta zona.
El Huesca vivi¨® de las rentas durante un tiempo -40-51, minuto 27- pero hab¨ªa exhibido todas sus cartas y el Madrid, al que le quedaban todav¨ªa naipes debajo de la manga, lo sab¨ªa.
El primer triple de la segunda parte (Biriukov) estrechaba el cerco, 49-53 en el minuto 31. Luego llegaron dos de Lasa: el primero, en el 35, pr¨¢cticamente igualaba, 58-59, el encuentro y dejaba la resoluci¨®n para los ¨²ltimos cinco minutos. En el cuerpo a cuerpo, Obradovic sac¨® su comod¨ªn, la famosa zona, 1-3-1, y el Huesca cay¨® por su propio peso. Como equipo modesto que es, el oscense acus¨® el desgaste y le puso enfranqu¨ªa el triunfo al Real Madrid.
Otros resultados: Breog¨¢n, 75; Caja San Fernando, 85. Salamanca, 84; F¨®rum Valladolid, 82. Pamesa, 90; Unicaja, 82.
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