Manifiesto a la estupidez
Parece que para ocupar un puesto en la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos hace falta contar al menos con un m¨ªnimo de estupidez.El se?or Gingrich, en su art¨ªculo (EL PA?S, 4 de febrero de 1995), que m¨¢s parece un manifiesto a la estupidez humana, cumple de sobra con este requisito. Un "representante del pueblo" declara p¨²blicamente que s¨®lo Estados Unidos puede dirigir el mundo. Tal claridad de visi¨®n es excepcional en este mundo tan complicado para la mente de un pol¨ªtico norteamericano. Ahora me es claro que el hambre, las guerras, las pestes, el sida, las injusticias, la tortura, los desastres medioambientales, el aniquilamiento ¨¦tnico no son nada comparados a los fines espirituales y propagand¨ªsticos del american dream. El "compromiso con la libertad" del que habla Gingrich se paga continuamente con la vida de latinoamericanos, africanos, asi¨¢ticos y ¨¢rabes.
Habr¨¢ que preguntarle al se?or Gingrich si sabe d¨®nde quedan Panam¨¢, Vietnam, Libia o Bagdad-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.