"No esper¨¢bamos que "Pepa y Pepe" tuviera tanta audiencia"
La serie Pepa y Pepe ha conseguido superar la barrera de los seis millones de espectadores en la noche de los lunes. Escrita y dirigida por Imanol Iborra e interpretada por su esposa, Ver¨®nica Forqu¨¦, que adem¨¢s ha hecho la producci¨®n, esta telecomedia ha logrado su objetivo: conseguir que, por fin, una serie de este tipo triunfara en la televisi¨®n p¨²blica. "Sinceramente, no esper¨¢bamos tanta audiencia", confiesa su protagonista, "porque pens¨¢bamos que no era una telecomedia al uso, sino m¨¢s bien agridulce, ir¨®nica, tierna, a veces con momentos un poco pat¨¦ticos".Pregunta. ?En qu¨¦ se diferencia de las telecomedias cl¨¢sicas?
Respuesta. En las risas enlatadas, con situaciones c¨®micas todo el tiempo. Tampoco es el g¨¦nero dram¨¢tico, un poco como el culebr¨®n...
P. ?Qu¨¦ piensa de los culebrones?
R. Que son muy malos. La gente se engancha de entrada, pero la saturaci¨®n y la falta de calidad llegan a espantar a las audiencias. Son demasiado malos. Hay excepciones, como La dama de rosa, de un autor venezolano, Ignacio Cabrujas, que ha escrito teatro muy bueno, y eso se nota. La Regenta es un culebr¨®n. Pero claro, hacer 45 minutos diarios de una historia con 3.000 cap¨ªtulos es degenerarla, aunque las pasiones y los amores funcionen.
P. Los escritores prestigiosos no hacen este g¨¦nero. ?Por qu¨¦?
R. Porque est¨¢ menospreciado, y yo creo que injustamente. De hecho hay teleseries muy buenas. Pero es cierto que existe un mal trato, tal vez provocado por el factor tiempo, entre otros. Normalmente los productores buscan muchos cap¨ªtulos en muy poco tiempo para sacar rentabilidad. Esto es muy estresante para un autor, porque la calidad se resiente y todos quieren entregar su trabajo con la m¨¢xima calidad, lo que resulta imposible con las presiones de producci¨®n. Nosotros hemos logrado hacer un solo cap¨ªtulo por semana, y en esto ha consistido. nuestra exigencia b¨¢sica.
P. Entonces han entendido que trabajar con actores es hacerlo con un material extremadamente fr¨¢gil.
R. Claro, nadie cuenta con ellos. Las televisiones privadas hacen dos cap¨ªtulos por semana, eso es un disparate. Yo no lo har¨ªa.
P. ?Para no estropear el resultado?.
R. Sin duda. Ya s¨¦ que estamos en una sociedad de consumo. Entonces, si en, seis meses pueden tener 52 cap¨ªtulos listos, en vez de 26, pues ?ole! Si el espectador acepta eso, pues ellos encantados. Pero no hay que ser tan codiciosos, estamos tratando de hacer una cosa que tiene que ver m¨¢s con el arte que con el negocio. No podemos olvidarnos que manejamos emociones y la espiritualidad de las personas. Si signo en esto es porque para m¨ª hay condiciones que son intocables.
P. Y eso lo entendi¨® TVE.
R. A nosotros TVE nos ha tratado en ese sentido maravillosamente. Cuando ofrecimos Pepa y Pepe aceptaron la serie desde la idea misma, sin un desarrollo, y esto no nos hab¨ªa pasado en las otras televisiones. Adem¨¢s permiten, que el actor ensaye, estudie y que exista un ambiente especial.
P. ?Cree que esta eficacia posibilitar¨¢ por fin un control sobre el mercado de habla hispana, hoy en manos de los norteamericanos?
R. Efectivamente. De hecho, nuestra serie ya se est¨¢ viendo en el canal internacional de TVE, que llega a Latinoam¨¦rica y a las colonias de habla hispana en Europa. Creo que es un proceso que va lento, pero avanza, porque los ejecutivos de televisi¨®n hacen esfuerzos en ese sentido.
P. La serie y usted -salvando las distancias y los vol¨²menes- han sido comparadas con Roseanne.
R. Eso es un elogio para m¨ª, porque Roseanne es excelente. Quiz¨¢s por el tono, por el aspecto familiar de clase media, que no son ricos ni famosos. La verdad es que no s¨¦ por qu¨¦ nos han comparado, pero ah¨ª est¨¢.
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