Los profesores temen ser fiscalizados si se aprueba la ley para la calidad de ense?anza

Todos piden calidad de ense?anza. La reclaman los profesores; la exigen los padres de los alumnos; la corean los estudiantes cuando se acercan a los ¨²ltimos a?os de la secundaria y hasta el propio Ministerio de Educaci¨®n reconoce su necesidad: el anteproyecto de ley la participaci¨®n, la evaluaci¨®n y el gobierno de los centros docentes, presentado hace unos d¨ªas por el Ministro de Educaci¨®n y Ciencia, Gustavo Su¨¢rez Pertierra, va precisamente dirigido a conseguir esa calidad en escuelas e institutos. El 24 de febrero, el texto ser¨¢ debatido en el Consejo Escolar del Estado (sindicatos de profesores, asociaciones de padres de alumnos, alumnos y representantes de la Administraci¨®n).Si algo ha caracterizado hasta ahora esa demanda de calidad es que todos los colectivos la enfocan como si dependiera del otro. Los padres la remiten a los profesores; los profesores al Ministerio; los alumnos se quejan de sus maestros y ¨¦stos se lamentan del pasotismo de sus pupilos que, adem¨¢s, "vienen muy mal preparados de la primaria. Llegan a la secundaria sin saber leer, saben unir las letras pero no entienden lo que leen", comenta una profesora de bachillerato.

La reforma que viene siendo implantada desde 1991 nos iguala a los otros pa¨ªses de la UE en la obligatoriedad de escolarizaci¨®n hasta los 16 a?os. Pero esto y calidad no tiene por qu¨¦ ir unido, los profesores temen que las clases se les llenen de repetidores y no puedan funcionar en una misma aula con alumnos con distinto nivele de preparaci¨®n.

Contentos, pero menos

?Todos contentos con el proyecto? No. Aunque la idea es aceptada en t¨¦rminos generales, las novedades ya est¨¢n siendo sometidas a cr¨ªticas. La nueva ley propone unos sistemas de evaluaci¨®n y autoevaluaci¨®n del profesorado y de los centros, con publicaci¨®n de resultados para informaci¨®n de los padres. Esto permitir¨ªa a ¨¦stos elegir centro ya que est¨¢ prevista una ampliaci¨®n de las zonas de elecci¨®n. "Aceptamos la evaluaci¨®n del profesor siempre que sea voluntaria y que sea considerada adecuada por el consejo escolar del centro; y, por supuesto, si no va ligada a los aspectos retributivos", afirma Rafael Jerez, secretario general federal de FETE-UGT.

Defienden los docentes que la publicaci¨®n de la evaluaci¨®n sirva para mejorar la calidad y "no como elemento de represi¨®n o de presi¨®n por parte del sistema", a?ade Jerez. Los malpensados temen que el proyecto sea una cortina de humo que oculte recortes presupuestarios y el abandono por parte del Ministerio de su compromiso con poner en marcha el proyecto de red de centros (an¨¢lisis de las condiciones de todos los centros del Estado e informaci¨®n sobre c¨®mo est¨¢n dotados, profesorado y personal de serviciso necesarios, medios, necesidades, etc¨¦tera). "Vamos a pedir la retirada del proyecto", comunica Rafael Jerez, "para disponer de m¨¢s tiempo y estudiarlo despacio".

La consigna "esfuerzo por la calidad" es aceptada por los profesores, pero tambi¨¦n ponen reparos en las posibles consecuencias. "Si tenemos que competir entre centros", se?ala Ana Cepeda, profesora de Lengua del Instituto de Bachillerato Lope de Vega de Madrid, "si se va a abrir una guerra para vender mejor el producto, entonces, no".

La nueva normativa forma parte del programa de 77 medidas para la mejora de la calidad de ense?anza que propuso el Ministerio hace un a?o. Refuerza el papel de los inspectores en los centros, que ser¨ªan los que practicar¨ªan la evaluaci¨®n externa, y tambi¨¦n las funciones de los di rectores. "Es volver al pasado", dice Palmira Garc¨ªa miembro del secretariado de STES (Confede raci¨®n de Sindicatos de Trabajadores de la Ense?anza); "cre¨ªa mos que se hab¨ªan anulado los cuerpos de inspectores y de di rectores y ahora vuelven a apare cer los dos. Estamos consideran do la idea de parar el proyecto".

Si la evaluaci¨®n externa se convierte. en la temida por los profesores "Iabor fiscalizadora", los docentes no estar¨¢n mucho por la labor. La nueva figura del director ser¨¢ aceptada "siempre que cualquier compa?ero pueda acceder a la formaci¨®n propuesta por la ley para poder ejercer como director. Que se oferte a todos la posibilidad de adquirir ese perfil", afirma Rafael Jerez.

Sin cuerpo de directores

"En modo alguno se plantea la creaci¨®n de un cuerpo de directores", explica ?lvaro Marchesi, secretario de Estado de Educaci¨®n. "La ley mantiene la elecci¨®n del director por el consejo escolar de cada centro y su reno vaci¨®n ser¨¢ cada cinco a?os (tres hasta ahora). Antiguamente el director entraba por oposici¨®n y era un cargo vitalicio". El modelo previsto sigue siendo participativo pero exige m¨¢s m¨¦ritos y preparaci¨®n para ser director. "Sus potestades ser¨¢n la mismas. Habr¨¢ un refuerzo de la funci¨®n directiva porque va a haber una mayor autonom¨ªa de los centros. El refuerzo del papel del director incluye un mayor apoyo por parte de la Administraci¨®n", a?ade Marchesi.

El Ministerio ha previsto retrasar las elecciones a director para los que terminen su mandato este curso con el fin de celebrar elecciones para cuando se prev¨¦ la entrada en vigor de la nueva ley, en el curso 1996 / 97.