Tejero, el ¨²ltimo preso del 23-F

El hombre al que ayer se refiri¨® Juan Alberto Belloch ofreci¨® al mundo hace 14 a?os una imagen anacr¨®nica. Hoy su propia estampa es ya un perfil sepia. La irrupci¨®n del teniente coronel de la Guard¨ªa Civil Antonio Tejero en el Congreso de los Diputados el 23 de febrero, de 1981 -pistola en mano y proclamando "todos al suelo", seguida de la nada versallesca orden "se sienten, co?o"- supuso a ojos for¨¢neos la confirmaci¨®n del Spain is different. Casi un paro card¨ªaco en el joven coraz¨®n democr¨¢tico que, en la madrugada del 24, volvi¨® a latir tras el discurso del Rey llamando a los militares rebeldes al orden constitucional.Hoy, el hombre que encarn¨® la figura m¨¢s visible del 23-F es un preso de tercer grado, de 62 a?os, adem¨¢s de un maduro padre de familia, que debe pernoctar en la prisi¨®n militar de Alcal¨¢ de Henares (Madrid). Durante el d¨ªa no es dif¨ªcil verle por la glorieta de San Bernardo rumbo a su domicilio en Santa Cruz de Marcenado, caminando a paso tranquilo, la mirada abstra¨ªda.

Como tantos prejubilados, Tejero, hace determinados recados de escaso recorrido en el entorno de su barrio con ese aire parsimonioso de los que tienen alguna edad y carecen de obligaciones fijas. El pasado jueves, al mediod¨ªa, volv¨ªa a su domicilio con un peque?o envoltorio. Vestido con una chaqueta pr¨ªncipe de Gales y un pantal¨®n de g¨¦nero, su otrora intempestiva figura resultaba bastante an¨®nima en el paisaje urbano.

El resto del d¨ªa lo dedica a pintar cuadros, sobre todo castillos, que suele tener vendidos de antemano entre sus adeptos.

Un vecino que le recordaba vagamente coincidi¨® con ¨¦l hace unas semanas en una oficina de Correos. Tuvo que hacer un esfuerzo de memoria para dotar al ex teniente coronel de un cabello m¨¢s oscuro, unos mostachos poblados y un uniforme verde. Y quitarle 14 a?os. S¨ª, era ¨¦l, convino, cuando Tejero gir¨® sobre sus pasos y sali¨® de la oficina. Nadie volvi¨® la mirada tras ¨¦l; nadie le reconoci¨®.