Un constructor mata de cinco tiros a un ex empleado suyo
Juan Carlos Cabrera Garc¨ªa, constructor alcala¨ªno de 45 a?os, entr¨® anoche en la comisar¨ªa de Alcal¨¢ de Henares (166.000 habitantes) con las manos en sangrentadas. Eran las 19.45 y acababa de matar de cinco tiros a un empleado suyo, Gabriel Naranjo, un alba?il que precisamente hoy cumplir¨ªa 60 a?os. Tras cometer el crimen, Cabrera se entreg¨® en la comisar¨ªa de polic¨ªa: "He matado a un hombre", solloz¨® ante los funcionarios.La v¨ªctima, un hombre al que todos conoc¨ªan como El Rubio, hab¨ªa ganado horas antes una demanda laboral interpuesta contra su jefe por una deuda. Por la tarde, el empresario, sali¨® a la calle. Iba armado con un rev¨®lver Astra de dos pulgadas con el cargador repleto de balas. Busc¨® a su antiguo empleado.
Ambos se encontraron en el parque de San Isidro, ubicado en la calle de Manuel Aza?a. En la puerta de la cafeter¨ªa San Isidro (a escasos metros de la iglesia del mismo nombre y distante s¨®lo 100 metros del domicilio de Naranjo, en la calle de Quevedo) comenzaron a discutir. "Me la has jugado", repet¨ªa el constructor. La ri?a fue subiendo de tono. Varias personas, amigas de El Rubio, salieron a la calle para separarlos. El p¨¢rroco de la iglesia de San Isidro tambi¨¦n intent¨® serenarles.
Despu¨¦s de unos minutos de tensi¨®n, los dos hombre parec¨ªan m¨¢s calmados. Sin embargo, al poco rato a los dos minutos volvieron a enfrentarse. Los testigos escucharon como volv¨ªan a gritarse: "Me las vas a pagar". Otra vez surgieron los empujones. Luego, un vecino vio como El Rubio se daba la vuelta con intenci¨®n de coger una botella vac¨ªa.
En ese momento el constructor sac¨® su rev¨®lver. "Ah¨ª te quedas", le oyeron chillar los testigos. Luego cinco detonaciones: cinco balas para el cuerpo de Gabriel Naranjo. El primer tiro le alcanz¨® en el pecho. Otros dos en el cuello. Los dos ¨²ltimos, mortales, en la cabeza. Todos por la espalda, seg¨²n uno de los empleados de la cafeter¨ªa San Isidro.
PASA A LA P?GINA 5
El presunto homicida, que carec¨ªa de permiso de armas, se entreg¨® a la polic¨ªa tras el suceso
VIENE DE LA P?GINA 1
Despu¨¦s, el empresario mont¨® en su coche, que hab¨ªa aparcado en doble fila, y apret¨® el acelerador. Los vecinos aseguran que el presunto asesino en la huida se estrell¨® con una pared. Tras el golpe se dirigi¨® a la comisar¨ªa de Alcal¨¢ de Henares.
Entretanto, en el parque una UVI m¨®vil del Insalud intent¨® reanimar a Naranjo. En vano. La esposa de El Rubio, su hermana y uno de sus hijos, bajaron r¨¢pidamente al parque alertados por los vecinos. Se encontraron con el cuerpo ya sin vida y empapado en sangre.
Los familiares de El Rubio, aseguran que demand¨® al constructor por una deuda laboral. "Hab¨ªa trabajado el a?o pasado para ¨¦l y no le hab¨ªa pagado", se?al¨® un pariente de la v¨ªctima. Nadie, sin embargo, conoc¨ªa la cantidad de dinero que reclamaba al empresario con el que trabaj¨® varios meses. El juicio se celebr¨® ayer por la ma?ana. Al t¨¦rmino del pleito laboral, el constructor fue condenado a abonar una "fuerte suma" a su ex empleado, seg¨²n explicaron varios conocidos de la v¨ªctima.
"Yo s¨¦ que entre ellos la relaci¨®n antes no era mala, porque El Rubio era muy apa?ado y le realizaba buenas chapuzas", coment¨® ayer un amigo. Esta misma persona se?alo que en la actualidad El Rubio estaba en el paro. "Viv¨ªa de las chapuzas", a?adi¨®.
El constructor Juan Carlos Cabrera Garc¨ªa, conocido con el sobrenombre de El Conejo, estaba arruinado, seg¨²n relataron varias personas. Un vecino de la zona asegur¨® que le conoc¨ªa: "Es un constructor que no paraba por este barrio. Es de Alcal¨¢ y est¨¢ casado. Yo s¨¦ qui¨¦n es porque he trabajado en la construcci¨®n y, por lo que me han comentado, en los ¨²ltimos a?os su situaci¨®n econ¨®mica era muy mala".
Seg¨²n la polic¨ªa, el presunto asesino carec¨ªa de permiso para utilizar un rev¨®lver. "Pose¨ªa el arma de forma ilegal", se?al¨® un funcionario de la comisar¨ªa de Alcal¨¢. Tras confesarse ante los agentes, Juan Carlos Cabrera pas¨® a uno de los calabozos de las dependencias policiales. Hoy ser¨¢ puesto a disposici¨®n judicial.
El Rubio era muy conocido en los aleda?os del parque de San Isidro. Sus amigos le recuerdan como un alba?il muy ma?oso. Adem¨¢s era muy popular en el barrio porque todas las tardes se paseaba por la zona y depart¨ªa con multitud de personas.
"Trataba con todo el mundo, y sol¨ªa hacer una rondita por todos los bares, charlando con la gente", comentaba uno de sus m¨²ltiples amigos.
"Era una persona muy correcta y adem¨¢s se le ve¨ªa feliz, a pesar de que uno de sus hijos sufri¨® hace varios a?os una enfermedad que le afect¨® bastante", agreg¨® otra persona.
El fallecido, natural de La Solana (Ciudad Real), estaba casado y ten¨ªa seis hijos, tres chicos y tres chicas. Hoy mi¨¦rcoles su familia iba a celebrar su 60 cumplea?os. Un sobrino de la v¨ªctima coment¨® que llevaban en Alcal¨¢ 30 a?os. Una de sus hermanas musitaba: "mi hermano, mi hermano". Sus hijos guardaban silencio.
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