Estrasburgo aval¨® en 1991 la detenci¨®n, mediante un subterfugio, de un pr¨®fugo
Walter Stock¨¦, un ciudadano alem¨¢n que ten¨ªa cuentas pendientes con la justicia de su pa¨ªs y se encontraba fugado en Francia, fue capturado por la polic¨ªa alemana con ayuda de un confidente y un intermediario y con la colaboraci¨®n de dos pilotos que simularon una aver¨ªa en el avi¨®n en el que volaba el pr¨®fugo, a fin de hacer una parada t¨¦cnica en la ciudad alemana de Sarrebruck, donde fue detenido y llevado ante los tribunales. El caso Stock¨¦ ofrece algunas similitudes con la detenci¨®n de Luis Rold¨¢n y fue mencionado ayer por el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, porque, tras un largo proceso, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos aval¨® la detenci¨®n, a¨²n reconociendo que se hab¨ªa logrado mediante "un subterfugio".La sentencia del Tribunal de Estrasburgo de 19 de marzo de 1991 resolvi¨® por unanimidad que en el caso Stocke, a pesar de los subterfugios constatados, no hubo vulneraci¨®n de los art¨ªculos 5 y 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos invocados por el interesado [derecho a no ser privado de libertad ilegalmente y derecho a un proceso justo]. Stock¨¦ se pretend¨ªa v¨ªctima de una colusi¨®n [arreglo secreto con perjuicio de tercero] entre las autoridades alemanas y un tal K?ster, confidente de la polic¨ªa.
?sta y otras sentencias conforman una doctrina jur¨ªdica, de obligada aplicaci¨®n en Espa?a, que contrasta con las opiniones poco reflexivas de algunos juristas, que han vinculado las posibles irregularidades en la detenci¨®n del famoso pr¨®fugo con la nulidad del caso Rold¨¢n. Uno de ellos, el todav¨ªa presidente del Tribunal Constitucional, Miguel Rodr¨ªguez-Pi?ero, ha admitido, en unas declaraciones no desmentidas, que la detenci¨®n de Rold¨¢n puede, "aqu¨ª o en Estrasburgo, anular todo el procedimiento", y que "podr¨ªa ser una soluci¨®n" devolver a Rold¨¢n a Bangkok.
Orden judicial de captura
El caso Stock¨¦ se inici¨® en 1975. Stock¨¦, un empresario de la construcci¨®n que entonces contaba 59 a?os, fue encarcelado en 1976 por orden de un tribunal de Amtsgericht, acusado de fraude fiscal. Puesto en libertad provisional, no respet¨® las condiciones impuestas, por lo que en noviembre de 1977 el tribunal orden¨® que se le volviera a encarcelar. Para evitar que esto ocurriera, huy¨® a Suiza y despu¨¦s a Estrasburgo (Francia). En consecuencia, se dict¨® contra ¨¦l una orden internacional de b¨²squeda y captura.
Y continuan las similitudes con la detenci¨®n de Rold¨¢n. K?ster, un confidente de la polic¨ªa judicial de Renania-Palatinado con causas pendientes con la justicia, se ofreci¨® a la polic¨ªa para encontrar a Stock¨¦. En una reuni¨®n en el despacho del fiscal de delitos econ¨®micos, Wilhelm, el confidente quiso saber si sus servicios ser¨ªan recompensados. Uno de los fiscales le respondi¨® que no dispon¨ªan de fondos para pagar a particulares, pero que su colaboraci¨®n podr¨ªa tenerse en cuenta como atenuante en el proceso contra ¨¦l.
La operaci¨®n se puso en marcha. St?ck¨¦ present¨® a los polic¨ªas a Werner, que actuar¨ªa como intermediario interesado en invertir en proyectos de construcci¨®n en Espa?a. Se entr¨® en contacto con el pr¨®fugo y se intent¨® atraerle hacia Alemania, con el se?uelo de los negocios, pero no pic¨®. Se fragu¨® un plan mejor, con destino aparente a Luxemburgo, donde esperaban otras personas interesadas en los negocios.
El d¨ªa D fue el 7 de noviembre de 1978, fecha en que se avis¨¦ a la polic¨ªa alemana de la probable llegada de Stock¨¦ al aeropuerto de Sarrebruck, por la tarde. Ese mismo d¨ªa, K?ster y Werner acompa?aron a Stock¨¦ a bordo de un avi¨®n alquilado, a uno de cuyos pilotos se invit¨® en secreto a que hiciera escala en Sarrebruck. Y as¨ª se hizo. Los pilotos avisaron que hab¨ªa escarcha en un motor y se alert¨® a los servicios de control del tr¨¢fico a¨¦reo. Sin embargo, despu¨¦s del aterrizaje, no solicitaron ninguna ayuda t¨¦cnica.
En virtud de la trampa realizada, Stock¨¦ fue detenido para su puesta a disposici¨®n judicial, ya que la orden de b¨²squeda y captura era todav¨ªa v¨¢lida. Los protagonistas de la operaci¨®n, inclu¨ªdo alg¨²n polic¨ªa, celebraron con champ¨¢n su ¨¦xito. Al d¨ªa siguiente fue informado el fiscal Wilhelm y la polic¨ªa de Ludwigshafen recompens¨¦ a K?ster, en particular por los gastos del alquiler del avi¨®n.
Aparte del fracaso en sus demandas para anular el proceso contra ¨¦l -fue condenado a seis a?os de c¨¢rcel en 1982 por estafa, evasi¨®n fiscal y violaci¨®n de la obligaci¨®n de llevar contabilidad- Stock¨¦ tampoco tuvo ¨¦xito en sus sucesivos recursos por privaci¨®n ilegal de libertad, que terminaron en el Tribunal de Estrasburgo, que constat¨® que hab¨ªa embarcado en el avi¨®n voluntariamente. La sentencia declar¨® que no se vulneraron sus derechos, a pesar del subterfugio empleado para que regresara a Alemania.
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