Incidente en Alemania
El pasado d¨ªa 4 de febrero, mi hija mayor, Irene, de 17 a?os, volv¨ªa de Espa?a, de asistir al funeral de su abuela, en el vuelo Alicante-Francfort que llegaba a esta ciudad alemana a las 16.35. Toda la familia nos desplazamos en coche hasta Francfort para esperarla. Salieron todos los pasajeros del vuelo menos ella. Cuando empezamos a preguntar nos dijeron que hab¨ªa una chica retenida por la polic¨ªa de la aduana. Inquieto por lo que pudiera pasar, intent¨¦ entrar hasta que pude hablar con ella y me inform¨® del problema. Ella tra¨ªa dos cartones de cigarrillos para regalo, uno de Ducados y otro de Marlboro, comprados en el avi¨®n. El polic¨ªa le exig¨ªa el pago de 42 marcos para dejarla salir, pero ella no dispon¨ªa de dinero alem¨¢n. Intent¨¦ hablar con el polic¨ªa, que s¨®lo conoc¨ªa algunas palabras en franc¨¦s y nada de espa?ol. Intent¨¦ pagar en francos franceses y me dijo que no. Con tarjeta VISA tampoco, s¨®lo American Expres, pues yo tampoco ten¨ªa encima 42 marcos alemanes. Puesto que no era posible pagar ni salir, optamos por dejar los dos cartones de cigarrillos en la aduana y salir sin ellos, pero el polic¨ªa rehus¨® esta soluci¨®n, por lo que optamos por echarlos a una papelera y salir, puesto que ya llev¨¢bamos m¨¢s de 30 minutos intentando aclarar y solucionar la situaci¨®n y el resto de la familia esperaba fuera con dos ni?os de cinco meses y tres a?os, respectivamente. Pensamos que desapareciendo la causa del problema desaparec¨ªa el mismo. Pero no, tampoco as¨ª nos dejaban salir.Habl¨¦ con una azafata de informaci¨®n, quien se ofreci¨® a acompa?arme para aclarar la situaci¨®n. A trav¨¦s de ella volvimos a explicar todo: que ¨¦ramos ciudadanos espa?oles, que viv¨ªamos en Francia, que no llev¨¢bamos marcos alemanes, que no nos importaba dejar uno o los dos cartones de cigarrillos y que lo que m¨¢s dese¨¢bamos era que nos dejaran salir, que a¨²n ten¨ªamos dos horas y media de coche para llegar a casa. El resultado fue el mismo: hab¨ªa que pagar 42 marcos o repatriar a Espa?a a mi hija, que fue la alternativa a?adida esta vez. As¨ª las cosas, les ped¨ª que me aseguraran el hacerme una factura, pues pensaba presentar una queja por la situaci¨®n. Me desplac¨¦ hasta otro lugar del aeropuerto en busca de un cajero para conseguir los marcos, y, mucho m¨¢s indignado que antes, volv¨ª con un billete de 50 marcos. Ante mi asombro, el polic¨ªa me dio un tique de caja y nada m¨¢s. Le ped¨ª la factura y como toda respuesta el polic¨ªa me apart¨® con su brazo para que pasaran otros pasajeros que hac¨ªan cola.
Todav¨ªa no he conseguido comprender las razones de la situaci¨®n, pues aunque el llevar dos cartones de cigarrillos fuera ilegal, que lo dudo, el trato recibido, la cerraz¨®n de los polic¨ªas y las amenazas de repatriaci¨®n me parecen desmedidos y propios de una Alemania de otros tiempos.
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