Una lectora empedernida
Me gustar¨ªa decir a Ra¨²l Vall¨¦s Labanda (EL PA?S, Cartas al director, 10 de febrero de 1995) que, como ¨¦l, tambi¨¦n yo soy una diaria y empedernida lectora de EL PA?S desde su nacimiento. (Hace falta tener un equilibrio y una moral fuertes, porque ¨²ltimamente en Espa?a leer el peri¨®dico es llorar, como dir¨ªa el pobre Larra).Perm¨ªtame que me r¨ªa -con todo respeto-, asombrada y perpleja, cuando habla usted de "l¨ªnea progubernamental" de este peri¨®dico -nuestro peri¨®dico- Nada m¨¢s lejos, y menos a¨²n BOE, ?qu¨¦ disparate! Est¨¦ tranquilo.
No tiene m¨¢s que repasar d¨ªa a d¨ªa y n¨²mero a n¨²mero los ejemplares del ¨²ltimo a?o -y los anteriores- para darse cuenta de su ingenuo error.La oposici¨®n sale cada d¨ªa m¨¢s guapa y fotog¨¦nica con grandes fotos donde el l¨ªder posa sonriente del lado m¨¢s favorecedor.
Las banalidades con que nos obsequia diariamente (?Dios m¨ªo, qu¨¦ cruz!), descalificadoras y apocal¨ªpticas siempre, aparecen en grandes titulares, cual sentencias lapidarias y preciosas. Calumnia, difamaci¨®n y maledicencia predominan del lado de la oposici¨®n y no hay un solo d¨ªa que bajen la guardia y tengan un detalle con los sufridos lectores.
Y hablando de lectores, ?qu¨¦ no le contar¨ªa? Vengo estudiando d¨ªa a d¨ªa esta secci¨®n de Cartas al director y la t¨®nica de las cartas publicadas (aquellas que conciernen los problemas dom¨¦sticos, claro est¨¢) obedece rigurosamente a la l¨ªnea preestablecida (y aludida m¨¢s arriba) por unos criterios de selecci¨®n muy distantes de la l¨ªnea progubernamental a la que usted se refiere. La hoguera de la Inquisici¨®n es implacable con los sospechosos de progubernamentales, se?or Vall¨¦s.
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