En el banquillo
EL JUICIO que va a comenzar en Palermo el pr¨®ximo 26 de septiembre va a ser, simb¨®licamente, un proceso a la Rep¨²blica italiana, a toda una clase pol¨ªtica, a casi medio siglo de gesti¨®n de poder de la otrora todopoderosa Democracia Cristiana italiana. Giulio Andreotti, el divino, 76 a?os, senador vitalicio, siete veces presidente del Gobierno, 21 veces ministro, amigo y asesor de Papas, pieza sin recambio en todas las combinaciones de Gobierno, va a ser juzgado por asociaci¨®n mafiosa.Otros han sido juzgados y condenados antes que ¨¦l, Bettino, Craxi entre ellos; pero el ex l¨ªder socialista hac¨ªa figura de advenedizo comparado con Andreotti en un sistema que ¨¦ste contribuy¨® a modelar como pocos; s¨®lo personajes de la imponente personalidad de un Alcide de Gasperi, verdadero inventor de la DC, o Aldo Moro, asesinado por las Brigadas Rojas, pod¨ªan haber optado con mejor raz¨®n al ahora dudoso honor de arquitecto de toda una ¨¦poca.
El dossier contra Andreotti es impresionante y no s¨®lo por su volumen, 80.000 p¨¢ginas de documentos y casi 2.000 de declaraciones; sino por la aparente contundencia de las pruebas. El testimonio de arrepentidos de la Mafia asegura que al menos tres veces se entrevist¨® con l¨ªderes de la Cosa Nostra entre 1979 y 1987, y que en la ¨²ltima de estas reuniones se dio el famoso ¨®sculo, rito bautismal de la organizaci¨®n, con Toto Riina, gran capo de la Mafia italiana, hoy en prisi¨®n.
Andreotti era, seg¨²n la acusaci¨®n, una especie de antena superprivflegiada de la Mafia en el centro mismo del poder romano, y su funci¨®n consist¨ªa en ajustar procesos, a cambio de lo cual obten¨ªa el apoyo de las familias para su carrera pol¨ªtica. Sea ello o no cierto, no cabe duda de que la DC no habr¨ªa medrado como lo hizo en el sur de Italia sin el apoyo de las redes mafiosas y de que la Cosa Nostra formaba parte del mism¨ªsimo entramado del poder en esa parte del pa¨ªs.
Por todo ello, sea Andreotti culpable o no, ese entretejido de poder y delito que no vacila en derramar la sangre de cuantos se oponen a su paso es la versi¨®n m¨¢s cruenta de un fen¨®meno que en el plano de la corrupci¨®n puramente econ¨®mica conocemos como tangent¨®poli. El sistema hund¨ªa sus ra¨ªces en los inmensos beneficios del crimen organizado y hab¨ªa hecho una forma de vida de la extorsi¨®n y del pago de derramas por el mero derecho a la existencia o al trabajo.
Andreotti se enfrenta a esta asechanza con visible dignidad y aparente confianza. Descalifica a quienes lo descalifican y porf¨ªa en que s¨®lo se ocup¨® de la Mafia para combatirla. Este proceso ser¨¢ un moj¨®n que deber¨ªa marcar el antes y el despu¨¦s de la reciente historia italiana. Su funci¨®n cat¨¢rtica se pretende indudable. Y tanto un veredicto de inocencia como de culpabilidad remover¨¢ hasta las heces el pantano de m¨¢s de 40 a?os de pol¨ªtica italiana. El pa¨ªs ya no podr¨¢ ser el mismo.
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