Liga de Campeones

Lennart Johansson no ha aportado ni prepotencia ni pomposidad a la presidencia de la UEFA, sino sencillez, buen humor y una agilidad empresarial inesperada en un hombre curtido en el f¨²tbol aficionado de Suecia. Su iniciativa de convocar la pasada semana en Ginebra a los cuartofinalistas de los tres torneos continentales permiti¨® que los representantes de diversos clubes le conociesen por primera vez. Es positivo el di¨¢logo directo entre los clubes y una UEFA criticada por sentarse s¨®lo con comit¨¦s compuestos por funcionarios de las federaciones nacionales. Pero ahora su reto es evitar que le identifiquen, como perdiz mareada, entre los intereses particulares de los clubes, que ejercen poderes f¨¢cticos en el f¨²tbol europeo, y que se vuelcan en la defensa de sus parcelas.Se vendi¨® la serie de reuniones en Ginebra como un pretexto para discutir una superliga europea. Pero el tema no aparec¨ªa en el orden del d¨ªa. Durante la reuni¨®n entre los cuartofinalistas de la UEFA ni siquiera se mencion¨®. Durante la de la Recopa, surgi¨® en el apartado de ruegos y preguntas a trav¨¦s del representante del Brujas, que, muy distante del Anderlecht y el Standard de Lieja en la Liga belga, solicit¨® una ampliaci¨®n. En la sesi¨®n dedicada a las estructuras de la Liga de Campeones, el Bar?a y el Milan propusieron f¨®rmulas que facilitar¨ªan su propia continuidad en la competici¨®n.

Sacudiendo los matices de sus proyectos en una coctelera, el c¨®ctel resultante es una plaza para el campe¨®n de Liga y una segunda para el ex campe¨®n de Europa mejor clasificado. En Italia, donde el Juventus, el Milan y el Inter han sido campeones de Europa, supondr¨ªa un hueco para el Milan. En Espa?a, si se siguen las pautas de la ¨²ltima d¨¦cada, asegurar¨ªa la clasificaci¨®n del Barca y del Madrid. ¨ªdem en Portugal, con plazas garantizadas para el Benfica y el Oporto. Habr¨ªa festejos en Hamburgo -campe¨®n europeo en 1983- y todav¨ªa m¨¢s alegr¨ªa en Escocia, Rumania, Yugoslavia y Francia, pa¨ªses que s¨®lo han producido un campe¨®n de Europa. El proyecto dar¨ªa un billete al Celtic, Steaua Bucarest, Estrella Roja y Marsella -hoy en Segunda Divisi¨®n-. Joh¨¢nsson se limita a "tomar nota de las propuestas- de los grandes", pero si buscaba un refrendo para la actual Liga de Campeones, lo ha encontrado. Pese a las cr¨ªticas, nadie quiere quedar fuera de ella.