El patr¨®n del 'Estai', acusado de cuatro delitos, en libertad con fianza

Viene de la primera p¨¢ginaLos marineros gallegos, apoyados en la barandilla del Estai, miraban a los, manifestantes, separados por cien metros de agua. Los manifestantes devolv¨ªan la mirada y hac¨ªan comentarios en voz baja sobre la presa.

Algunos abucheos aislados se acallaron r¨¢pidamente. A duras penas, los dirigentes sindicales consegu¨ªan un escu¨¢lido coro de "?protejamos nuestros bancos pesqueros! ". Las pancartas en las que se pod¨ªa leer, en espa?ol, "No pesquen demasiado", estaban demasiado lejos de los marineros gallegos, a los que tampoco les llegaba el mensaje desde el peque?o escenario del muelle en un espa?ol m¨¢s o menos claro: "Bienvenidos, hermanos espa?oles, bienvenidos al Nuevo Mundo y bienvenidos a la conservaci¨®n de los recursos".

Las decenas de discursos destacaban la necesidad de que Terranova se alce para combatir la crisis, la urgencia de defender los escasos recursos pesqueros y el reto del futuro. Los m¨ªtines alternaban con canciones y con la lectura de telegramas. "Brian Tobin, ministro de Pesca, nos dice que por tercer d¨ªa consecutivo no hay actividad de pesca en los Grandes Bancos, que hay que se guir adelante. y que tratemos a los espa?oles con respeto, por que son pescadores como nosotros y no tienen nada que ver con el conflicto ".

"Tenemos que contar con ellos, con los espa?oles, con los portugueses, con qui¨¦n sea ", coincid¨ªa Sharon Taylor, 35 a?os de vida dura que no quiere que se repitan en el futuro: "Tenemos que cuidar lo que hay, no s¨®lo para los que vivimos en Terranova, sino para todo el mundo".

Sharon miraba sin rencor hacia. el Esta?, pero Ben Riggats, vuelto de espaldas al barco, apretaba los dientes y escup¨ªa las palabras, casi oculto entre la barba, las gafas oscuras y el Chubasquero: "?Me pregunta si esto es una fiesta? ?Est¨¢ usted loco? ?Qu¨¦ fiesta vamos a hacer con 40.000 parados? Yo era pescador y tuve que dejarlo, tuve que rendirme en 1991 y desde entonces malvivo con la beneficencia. Esto es algo que ten¨ªamos que haber hecho hace mucho".Despu¨¦s de dos horas de m¨ªtines y canciones, el fr¨ªo pod¨ªa m¨¢s que la protesta. Los habitantes de Saint John's plegaban pancartas y banderas, y volv¨ªan a casa. La mayor¨ªa le fue a la cama sin saber que el capit¨¢n estaba en libertad bajo fianza y que lo probable es que, a muy corto plazo, el Estai y su tripulaci¨®n pongan rumbo a Espa?a.