15.000 ni?os y j¨®venes se manifestaron ayer en Sevilla contra el hambre

Unas 15.000 personas, seg¨²n la polic¨ªa, participaron ayer en la s¨¦ptima Marcha contra el Hambre, que organiza cada a?o la asociaci¨®n Manos Unidas en la comarca del Aljarafe, cerca de Sevilla. Los manifestantes partieron a las diez de la ma?ana de Castilleja de la Cuesta y recorrieron unos diez kil¨®metros a traves de los municipios de Gines, Bormujos y Tomares, hasta regresar al punto de partida.

El objetivo de la marcha era llamar la atenci¨®n acerca de la necesidad de aumentar la solidaridad con los pa¨ªses pobres y contribuir a la construcci¨®n de casas-hogar para las personas sin techo, especialmente en el continente africano.La marcha tuvo un car¨¢cter m¨¢s festivo que reivindicativo, dado que la inmensa mayor¨ªa de los participantes eran ni?os y j¨®venes. Por ello, el desarrollo de la manifestaci¨®n fue una sucesi¨®n de juegos, c¨¢nticos y consignas no siempre relacionados con el motivo de la marcha.

Por ejemplo, en Tomares, al pasar junto a la sede de una pe?a b¨¦tica, brot¨® la tradicional rivalidad futbol¨ªstica que se vive en Sevilla, y los gritos a favor -"?Musho Beti!, imusho Beti!, ?eh!, ?eh!"- y en contra -"?Muera er Beti! ?Viva er Seviya!"- del equipo verdiblanco, sustituyeron a las reclamaciones de igualdad y cooperaci¨®n entre los pueblos en las gargantas.

Sin embargo, los m¨¢s concienciados portaban pancartas -e incluso camisetas- alusivas a la injusticia que su ponen las desigualdades Norte-Sur y a favor de destinar el 0,7% del Producto Interior Bruto al Tercer Mundo. "Se ha de compartir lo que tenemos con los pa¨ªses de ?frica, que no tienen para comer" opinaba Miguel, de 11 a?os, que acudi¨® a la marcha junto a toda su clase. Su compa?era Ana cree que "lo del 0,7 es poco habr¨ªa que darle la vuelta y que fuera el 7,0".

Curiosamente, los m¨¢s radicales eran los m¨¢s peque?os. Jes¨²s, de ocho a?os, asegur¨® que no es bueno que en Espa?a tiremos la comida a veces, porque hay mucha gente que se est¨¢ muriendo de hambre en el ?frica y en el S¨¢hara". Su soluci¨®n pasa por "quitarle la comida al que la tire a la basura". Su hermano Diego, mientras la emprend¨ªa con un bocadillo de anchoas con tomate, no atinaba a recordar qu¨¦ pa¨ªses eran los m¨¢s afectados por las hambrunas, aunque le sonaba "un poco el Congo Belga ?no?".