El cr¨¦dito espa?ol, en manos de Taugr¨¦s y Madrid

Manel Comas, t¨¦cnico del Taugr¨¦s, ha sometido a sus hombres a reclusi¨®n mayor, del hotel a pabell¨®n, del pabell¨®n al hotel y un m¨ªnimo contacto con los medios de comunicaci¨®n (169 periodistas se han acreditado en Turqu¨ªa). El entrenador del Taugr¨¦s quiere controlar la euforia anticipada y mantener a sus jugadores ajenos al entorno. No en vano unos mil aficionados vitorianos estar¨¢n hoy en el pabell¨®n Abdi Ipekci (con capacidad para 12.000, espectadores) con la alegr¨ªa reciente del triunfo en la final de la Copa del Rey. La euforia irreductible cost¨® cara el pasado a?o en la final ante el Olimpia esloveno y el Taugr¨¦s no quiere m¨¢s ejercicios de descontrol.No obstante, Manel Comas no se muestra especialmente preocupado por los movimientos del Benetton sino por la aportaci¨®n de su equipo. En este sentido, el respeto es absoluto en las dos escuadras. El Benetton dispone, como el Taugr¨¦s, de un tri¨¢ngulo m¨¢gico: Naumoski, Woolfidge y Rusconi, a cuyo impulso se mueve el equipo en todos los lugares de la cancha. Rusconi a?ade a su envergadura unos brazos interminables que dificultan notablemente la defensa. Rivas tendr¨¢ trabajo extra en Turqu¨ªa para frenarle. El esloveno Naumoski es el alma del Benetton, un jugador de caracter¨ªsticas similares a las de Perasovic que anticipa un duelo de frialdad ante la canasta. Woolfidge es el coraz¨®n del Benetton de la misma forma que Green lo es del Taugr¨¦s, jugadores vers¨¢tiles que garantizan la fortaleza de sus 9quipos.

Primer asalto del Madrid

El Real Madrid fue el ¨²nico cuartofinalista de la Liga Europea que venci¨® fuera de casa en el primer asalto. El Real ganaba en la capital de Croacia por 78-82 y esa victoria le sit¨²a muy cerca de semifinales. Los de Obradovic pueden presumir de tener un buen colch¨®n de seguridad: disfrutan de dos ocasiones para confirmar su presencia en Zaragoza. Si el Madrid gana hoy se convertir¨¢ en el primer clasificado, pero si pierde todav¨ªa tendr¨ªa otra oportunidad el jueves en el Palacio.

"No nos hace ninguna ilusi¨®n llegar a los tres partidos, queremos resolver esta eliminatoria en dos y ahorrarnos sufrimientos", explica Joe Arlauckas, el jugador m¨¢s destacado en el partido de ida gracias a sus 28 puntos. "Hemos conseguido lo m¨¢s dif¨ªcil, que era triunfar en Zagreb. Ahora tenemos que ratificar nuestra superioridad en la primera oportunidad. No ganar hoy ser¨ªa darle alas a los croatas para el tercer encuentro. Y eso ser¨ªa muy peligroso, porque el Cibona es un equipo que cuando est¨¢ inspirado lo mete todo".

Mrsic emergi¨® el jueves como el elemento m¨¢s amenazador de la escuadra balc¨¢nica. Sus 27 puntos dieron continuidad a la impecable l¨ªnea mantenida por este alero de 2,02 en la fase regular. Junto al escolta Marcelic (16 puntos) y el base Alanovic forman la columna vertebral del Cibona, que recibi¨® una inesperada ayuda del joven de 20 a?os Rimac en el encuentro de apertura, con 12 puntos en 24 minutos.

La fuerza del campe¨®n croata reside en sus jugadores exteriores. Su entrenador, Aza Petrovic, sit¨²a la clave de su escuadra dentro de la zona: "En el exterior estamos bien surtidos, pero donde padecemos carencias es en el juego interior. Ah¨ª nos gan¨® el Real el primer partido, aprovechando que nuestro mejor hombre alto, Zuric, apenas estuvo un minuto sobre la cancha por lesi¨®n. Si podemos contar con ¨¦l a un nivel normal en, el segundo choque, la victoria estar¨¢ m¨¢s a nuestro alcance".

A la inspiraci¨®n, descaro y suficiencia de los hombres de Petrovic, los blancos intentar¨¢n oponer seriedad, concentraci¨®n y rigor defensivo. Al juego exterior del Cibona, el Madrid simplemente opondr¨¢ nombres: Sabonis y Arlauckas. Entre los dos anotaron 54 puntos en el choque de ida, lo que represent¨® el 65,8%, de los 82 anotados por el Madrid. Ante el Barcelona, el domingo, Sabonis logr¨® 41. Con sus bastiones en semejante estado de forma, Obradovic no lo duda. "Tenemos mucha calidad en nuestros hombres altos y hay que aprovecharla. Sabonis, Arlauckas y Mart¨ªn desequilibran dentro de la zona y es l¨®gico que el equipo trabaje para ellos", reconoce el t¨¦cnico serbio, ilusionado ante la posibilidad de clasificar a un equipo por tercer a?o consecuetivo para la final a cuatro.