As¨ª est¨¢ la econom¨ªa
LA SUBIDA del 0,5% en el ¨ªndice de precios (IPC) del mes de febrero confirma la impresi¨®n de un efecto diferido del aumento del IVA y de algunos impuestos especiales que entraron en vigor a principios de a?o. La debilidad del consumo aconsej¨® en enero a los empresarios de algunos sectores demorar la repercusi¨®n en precios de dicha subida. Su efecto se ha producido ahora, aunque de manera moderada. El encarecimiento de algunos alimentos -la patata, y el aceite- como consecuencia de la sequ¨ªa parece haber tenido mayor incidencia en el resultado.Este 0,5% de febrero, tras dos a?os de inflaci¨®n cero en dicho mes, no es una buena cifra, aunque tampoco se ha confirmado las previsiones m¨¢s pesimistas. Hace un mes, tras conocerse el IPC de enero, inferior al previsto, los analistas adelantaron que el aplazamiento del efecto IVA dif¨ªcilmente evitar¨ªa un crecimiento inferior a siete d¨¦cimas en el segundo mes del a?o. Aun siendo un registro no satisfactorio, mantiene la inflaci¨®n interanual en una cota del 4,8%, cuatro d¨¦cimas superior a la del mes anterior pero dos por debajo de la registrada hace un a?o. Ello permite esperar un cierre del primer trimestre por debajo del 5% interanual de 1984, lo que podr¨ªa ser un buen resultado -lo es toda reducci¨®n respecto al a?o pasado-, aunque el objetivo oficial del 3,5% en el conjunto del a?o parece tan ut¨®pico como result¨® serlo en dicho a?o.
Con estos ¨ªndices seguimos alejados de los principales pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. El diferencial de inflaci¨®n fue, en enero, de 1,5 puntos en relaci¨®n al Reino Unido, de 2,1 respecto a Alemania y de 2,7 respecto a Francia. Esto viene a subrayar las debilidades de fondo de nuestra econom¨ªa, pese a que los datos del producto interior bruto (PIB) correspondientes al' ¨²ltimo trimestre de 1994, conocidos estos d¨ªas, confirman una aceleraci¨®n d el crecimiento. La t¨®nica de las ¨²ltimas d¨¦cadas es que la econom¨ªa espa?ola crece ligeramente por encima de la media europea en los periodos de expansi¨®n y bastante por debajo en los de estancamiento o recesi¨®n. As¨ª, el crecimiento medio de la econom¨ªa espa?ola desde 1990 ha sido del 1,6%, lo que la sit¨²a en el octavo lugar de la Uni¨®n Europea, por detr¨¢s de pa¨ªses como Irlanda, Austria o Portugal.
Los datos relativos a 1994 ahora conocidos parecen confirmar algunas novedades respecto a la fase anterior. Por una parte, la demanda interna ha sustituido a las exportaciones como motor principal de la recuperaci¨®n, siendo la inversi¨®n en bienes de equipo el factor m¨¢s din¨¢mico. Por otra, el car¨¢cter-moderado, del consumo sigue reflejando el descenso de las rentas familiares, efecto de una moderaci¨®n salarial no compensada todav¨ªa por el ligero aumento del empleo. Los salarios medios negociados en convenio en, 10 que va de a?o, unidos a los bienales negociados en 1994, reflejan un crecimiento medio del 3,4%, casi un punto por debajo de la inflaci¨®n.
En cuanto al paro, su reducci¨®n en m¨¢s de 10.000 personas en un mes tan poco propicio como febrero avala la firmeza de la recuperaci¨®n. Es sabido que, incluso con la reforma laboral, no es posible la creaci¨®n de empleo con tasas de crecimiento del PIB inferiores al 2,5%. La mayor preocupaci¨®n del momento es la incidencia que sobre esa recuperaci¨®n pueda tener el aumento de los tipos de inter¨¦s. El incremento en medio punto decidido ayer por el Banco de Espa?a como medida preventiva contra los efectos inflacionistas de la devaluaci¨®n de la peseta se a?ade al aumento de 0,65 puntos producido en enero para neutralizar la repercusi¨®n de la subida del IVA y otros impuestos. De momento, esa subida de m¨¢s de un punto en dos meses y medio encarece el servicio de la deuda y compromete el objetivo de reducci¨®n del d¨¦ficit. Y supone para muchos ciudadanos un aumento de los intereses hipotecarios que pagan cada mes. Una mala noticia para la recuperaci¨®n del consumo.
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