El Atl¨¦tico mantiene su escalada en R¨ªazor
El equipo de Basile jug¨® un buen partido partido ante el Deportivo

XOS? HERMIDA El Coco Basile sigue pegado a un ¨¢ngel. Aunque la enfermer¨ªa del Atl¨¦tico parece el camarote de los hermanos Marx, el entrenador suramericano goza en el campo del favor divino. Desde su llegada a Madrid, el equipo m¨¢s gafe del f¨²tbol interplanetario marca en los ¨²ltimos minutos y gana con goles en propia meta. Anoche, el ¨¢ngel de Basile. se tom¨® vacaciones en la primera parte, cuando el Atl¨¦tico se hart¨® a fallar ante Lia?o. Pero luego, con el Deportivo buscando abiertamente la victoria, y el Atl¨¦tico encerrado en la trinchera, regres¨® del cielo el amigo de Basile. El Atl¨¦tico se escapa del descenso mientras en La Coru?a se entierran definitivamente los sue?os del t¨ªtulo. A partir de ahora el Deportivo tiene que pensar muy seriamente en que la UEFA puede correr peligro.
Nadie puede aventurar lo que le deparar¨¢ el futuro a Alfio Basile en la ribera del Manzanares, pero lo que se vio anoche en Riazor invitar¨ªa a bautizarlo como el entrenador que surgi¨® del fr¨ªo. El argentino se empe?¨® en convertir el partido en un desierto. ¨¢rtico y cuando lo consigui¨®, el Atl¨¦tico tuvo al Deportivo a tiro de piedra. Desde el principio, la consigna de los rojiblancos fue esconder el bal¨®n, tocarlo en corto cansinamente y atemperar cualquier posible ¨ªmpetu coru?¨¦s. A la media hora, el triunfo estrat¨¦gico de Basile era clamoroso. Abel se tomaba toda la noche para sacar de porter¨ªa y hasta los recogepelotas parec¨ªan ensimismados, incapaces de devolver el cuero a la cancha sin hacerse un l¨ªo con ¨¦l en las manos. Ganado el debate sobre el tono general del partido, al Atl¨¦tico, hasta entonces agazapado, le llovieron las oportunidades para morder al rival. Pirri por dos veces y Kosecki en otra, fallaron cara a cara con un L¨ªa?o extraordinario en sus salidas. Una de las jugadas fue para guardar en el cuaderno de recuerdos por su protagonista, Tom¨¢s, que se disfraz¨® un segundo de Laudrup para firmar una asistencia.
El Deportivo hab¨ªa anunciado mucho en los primeros minutos. Sali¨® moviendo el bal¨®n con frescura y buscando la profundidad. Pero Fran sufri¨® a los 10 minutos un tir¨®n muscular. Cuando caminaba hacia la caseta, la grada dict¨® sentencia: "Sin el chaval, no somos nadie". Dicho y hecho. El Deportivo fue contagi¨¢ndose poco a poco del sopor atl¨¦tico hasta quedarse clavado sobre la hierba. Sigui¨® tocando la pelota, pero m¨¢s parec¨ªa un futbol¨ªn, con los jugadores fijos en una barra. Al Atl¨¦tico le bast¨® con poner un poco de velocidad para situar a su adversario al borde del desastre.
Arsenio se ech¨® al monte en el descanso. Meti¨® a Jos¨¦ Ram¨®n por Ribera para reforzar la l¨ªnea de centrocampistas a costa de desguarnecer la defensa. El equipo fue a mejor. A su f¨²tbol sigui¨® falt¨¢ndole ritmo pero al menos recobr¨® profundidad. El Atl¨¦tico, sin pensarlo siquiera, se meti¨® debajo de la cama. Salina y Bebeto vaticinaron el gol.
Fue entonces cuando regres¨® a Riazor el ¨¢ngel de Basile. En la primera parte, cuando lo hab¨ªa merecido, el Atl¨¦tico no logr¨® marcar. En la segunda, abonado ya al numantinismo, lleg¨® el gol de Manolo tras un magn¨ªfico centro de Toni. El larguero y Abel fueron despu¨¦s los c¨®mplices del colega celestial de Alfio Basile.
El Deportivo desenterr¨® su orgullo en medio del desconcierto. Aunque le falt¨® pegada, al menos intent¨® torcer su suerte. Aldana respondi¨® de inmediato al gol atl¨¦tico con un ob¨²s que casi revienta el larguero. Los rojiblancos sacaron el hacha y Toni se fue a la caseta, a falta de 12 minutos, sin ver como Abel custodiaba su red con solvencia ante Djukic y Bebeto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
