El pr¨ªncipe Carlos, el m¨¢s fugaz de los invitados

Carlos de Inglaterra es el pr¨ªncipe fugaz. Lleg¨® poco antes de las doce y se march¨® de Sevilla sin quedarse tan siquiera al almuerzo en los Reales Alc¨¢zares. Parece que tras su complicada experiencia matrimonial con Diana de Gales haya aborrecido las bodas, aunque se explic¨® que el motivo de tanta rapidez se deb¨ªa a sus m¨²ltiples compromisos oficiales. Tan veloz entr¨® en la catedral que se llev¨® por delante a un fot¨®grafo. El atropellado no daba cr¨¦dito: toda su vida buscando a Carlos y se topaba con ¨¦l.De nuevo Farah Diba fue la m¨¢s elegante. Los m¨¢s importantes en el ranking real ocuparon las dos primeros bancos tapizados en rojo y oro instalados en la nave central. Tras ellos el Gobierno en pleno, a excepci¨®n de Solana, a quien la agenda le impidi¨® viajar a Sevilla, pero envi¨® a su esposa. Belloch, sin pareja, se acerc¨® a la ministra de Cultura, como siempre espectacular, esta vez con pamela a lo Gilda.

El protocolo coloc¨® en un lugar preferente a Adolfo Su¨¢rez y a su esposa, Amparo Illana, por quienes la familia real siente gran afecto. Las normas jugaron alguna mala pasada. Como sentar hombro con hombro a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, presidente del PP, con Txiki Benegas, ante la mirada pr¨®xima de Joaqu¨ªn Leguina, instalado en una zona dedicada a los 17 presidentes auton¨®micos.

La Casa del Rey dispuso a sus invitados por gremios. As¨ª, los banqueros: Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui, Emilio Bot¨ªn, Alfonso Esc¨¢mez, Emilio Ybarra y Francisco Luz¨®n... Los empresarios: Pl¨¢cido Arango, Manuel Prado y Col¨®n de Carvajal... Los editores: Guillermo Luca de Tena, Jes¨²s de Polanco, Javier God¨®, Antonio Asensio. Junto a ellos, Miguel Dur¨¢n, Alfonso Palomares y Jordi Garc¨ªa Candau. Los directores de diarios: Luis Mar¨ªa Ans¨®n (ABC), Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez (Diario 16), Pedro Jos¨¦ Ram¨ªrez (El Mundo) y Jes¨²s Ceberio (EL PA?S).

La duquesa de Alba y su esposo, Jes¨²s Aguirre, se sentaron cerca de la duquesa de Franco y de Juan Antonio Samarach, presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, y su esposa Bib¨ª. Tambi¨¦n estaban el general Emilio Alonso Manglano, director del Cesid, y los ex colaboradores del Rey Sabino Fern¨¢ndez Campo y Nicol¨¢s Cotoner, marqu¨¦s de Mondejar.

Tanta realeza y autoridad no ocultaban que los novios tambi¨¦n quisieron tener con ellos a sus m¨¢s ¨ªntimos amigos. Pepe Barroso, entre ellos. Elena invit¨® a Luis Astolfi y a su esposa, Isabel Flores, una, de las m¨¢s guapas, y pidi¨® a Alffedo Fern¨¢ndez Dur¨¢n que fuera testigo.

El mundo de la h¨ªpica estuvo representado por dos d¨¦ sus entrenadores, Fernando Basa¨ªl y Manolo Malta Da Acosta. Tambi¨¦n los dos art¨ªfices de las fiestas celebradas antes de la boda, el conde de la Maza, que organiz¨® la despedida de soltera, y ?lvaro Domecq, que le obsequi¨® con un espect¨¢culo ecuestre en La Maestranza.

Let¨ªc¨ªa Espinosa de los Monteros, amiga de la Infanta y prima de Jaime de Marichalar, fue quien les present¨® en Par¨ªs y ayer sell¨® su compromiso con su firma como testigo. Como Miguel Matossiain, amigo de Marichalar, que en Par¨ªs ayud¨® a la pareja a guardar con discreci¨®n su relaci¨®n.