"Hay que pactar las elecciones para el a?o pr¨®ximo"
Adem¨¢s de proponer un "pacto de sensatez" entre partidos para' asegurar la estabilidad pol¨ªtica espa?ola y aprovechar los tiempos de bonanza econ¨®mica, el lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza admite expresamente en esta entrevista la posibilidad de incluir en la Constituci¨®n alguna referencia al derecho de autoderminaci¨®n, aprovechando las modificaciones en la Carta Magna a que obligar¨¢ la reforma del Senado y defiende los nuevos movimientos de su partido en direcci¨®n a ETA y HB. Anuncia tambi¨¦n que, a partir de ahora, ser¨¢ preciso "hacer m¨¢s y no hablar nada o casi nada" de violencia, y no se pronuncia sobre la posibilidad de que puedan producirse contactos secretos en fechas venideras.Pregunta. Se queja ¨²ltimamente de que los periodistas no hablan lo necesario de los as ntos que preocupan a la gente y a cambio hacen un mundo de las cosas de ETA. ?Qu¨¦ es lo que le preocupa a la gente?
Respuesta. A m¨ª no me preguntan por ETA cuando me entrevisto con los empresarios, con los sindicatos o con los estudiantes. Lo que le preocupa a la gente es la posibilidad de que la inestabilidad pol¨ªtica impida aprovechar la bonanza econ¨®mica. Desde luego, para m¨ª es una obsesi¨®n, entre otras razones porque la econom¨ªa vasca exporta el 60% do, su producci¨®n al mercado espa?ol y una econom¨ªa como la nuestra no puede perder ni un d¨ªa ni un minuto en la tarea de aprovechar el cambio de ciclo econ¨®mico.
P. ?La soluci¨®n es el adelanto de las elecciones generales?
R. Lo que propongo es que los partidos pactemos unas bases estables para garantizar que esta joven democracia de 15 a?os, que presenta ya los s¨ªntomas de la degeneraci¨®n y los vicios de las democracias m¨¢s veteranas, pueda estabilizarse en el futuro. Propongo el pacto de la sensatez, un consenso b¨¢sico sobre las cuestiones econ¨®micas, d¨¦ficit p¨²blico, competitividad, que nos permita aspirar. a alcanzar a la Europa de la primera velocidad; sobre la corrupci¨®n -?no har¨¢ falta una ley para atajarla?-; sobre la necesidad de que la libertad de expresi¨®n lleve aparejada la corresponsabilidad.
P. ?Est¨¢ proponiendo una ley de prensa?
R. Estoy simplemente enumerando problemas, pero no se puede permitir que, como ocurre ahora, puedan verterse acusaciones falsas impunemente. Tambi¨¦n hay que revisar los mecanismos de designaci¨®n de instituciones como el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional. Hay que librar a las instituciones de la sospecha de intencionalidad pol¨ªtica.
P. ?Est¨¢ por darle un respiro al Gobierno socialista?
R. Ser¨ªa, sobre todo, darle un respiro al pa¨ªs y a su econom¨ªa, que buena falte le hace. Pero es que, adem¨¢s, el PP necesitar¨¢ de ese compromiso b¨¢sico cuando llegue al Gobierno. Fijemos de manera pactada las elecciones de forma que puedan celebrarse el ano que viene y no en 1997.
P. ?Comparte usted las declaraciones favorables a la negociaci¨®n pol¨ªtica con ETA emitidas por destacados dirigentes de su partido?
R. Rechazo esa pregunta, de entrada, porque no han sido ¨¦sos exactamente los t¨¦rminos. La posici¨®n de mi partido qued¨® fijada en los puntos que present¨® en la conferencia de Elkarri. Me remito a esa posici¨®n.
P. ?Participa de ese diagn¨®stico de su partido, seg¨²n el cual el problema es que existe un contencioso pol¨ªtico entre Euskadi y el Estado que tiene manifestaciones violentas y que, como tal conflicto pol¨ªtico, requiere de la negociaci¨®n pol¨ªtica?
R. Lo que mi partido dice es algo que el tiempo ha demostrado evidente. Dice que el contencioso vasco es un conflicto hist¨®rico de naturaleza pol¨ªtica.P. ?La asociaci¨®n entre contencioso pol¨ªtico hist¨®rico y la violencia no se rompe con la llegada de la democracia, al menos para muchos vascos?
R. S¨ª, claro, claro.
P. Pero el hecho de reeditar esaR. No se est¨¢ reeditando. El PNV lo que ha dicho en la conferencia de Elkarri -y leo el segundo punto de su declaraci¨®n- es que, en los dos ¨²ltimos periodos hist¨®ricos democr¨¢ticos, el pueblo vasco opt¨® mayoritariamente, con expl¨ªcita reserva de derechos, por un cauce de resoluci¨®n del conflicto a trav¨¦s de la v¨ªa estatutaria.
P. ?Las declaraciones de estos d¨ªas han sido convenientemente matizadas y expresadas?
R. Creo que est¨¢ perfectamente claro, ?no?P. Al margen del escrito de apertura del PNV...R. Ya no s¨¦ lo que se dice y lo que se recoge al margen de ese escrito, en el que tambi¨¦n yo he participado. La v¨ªa que los dem¨®cratas han elegido para resolver ese conflicto es la v¨ªa del pacto, del Estatuto, una v¨ªa asumida por la gran mayor¨ªa de este pueblo. Por tanto, la lucha armada es un planteamiento distinto, es otra cosa. M¨¢s tiene que ver con d¨¦ficit democr¨¢tico ese sector que no acepta la voluntad mayoritaria de este pueblo.
P. ?La continua, referencia al contencioso hist¨®rico no es una manera, de superponer esquemas y visiones nacionalistas, partidistas, a la realidad y a la voluntad de los vascos realmente existentes ahora y aqu¨ª?
R. En ese tipo an¨¢lisis hay auc ser muy cuidadoso y delicado. El Acuerdo de Ajuria Enea proclama la legitimidad de todos los objetivos pol¨ªticos, de todos, incluidos los que persiguen la modificaci¨®n de los marcos jur¨ªdicos. No lo dice por decir, lo dice, porque es consciente de que detr¨¢s de esa formulaci¨®n hay quienes est¨¢n planteando el derecho a la autodeterminaci¨®n o el derecho a la independencia, el derecho a la estatalidad de Euskadi, que es una parte del problema. Lo que no conviene es mezclar ambos campos. El sentimiento nacionalista tiene ya 100 a?os de historia, y ETA naci¨® hace 35 a?os. ETA, su lucha armada y sus argumentos desaparecer¨¢n, y el sentimiento de identidad nacional subsistir¨¢.
P. ?A qu¨¦ responde la nueva posici¨®n del PNV respecto a la salida al problema de ETA?
R. Es que no hay nueva po sici¨®n.
P. Sus propios dirigentes ha blan de una nueva actitud, de moverse, de modificar los h¨¢bitos que se han estado asentando estos a?os.
R. No, no, no hay nuevas historias.
P. ?No hay un movimiento nuevo en todo esto?
R. Ya antes de la Mesa de Argel hubo contactos permanentes con ETA y, tras el fracaso de aquellas conversaciones oficiales entre ETA y el Estado, sigui¨® habiendo contactos, las llamadas tomas de temperatura. Nosotros hemos impulsado siempre esos contactos aunque hayan sido llevados a cabo por el Gobierno socialista. A partir de ahora, de lo que se trata es de hacer lo que haya que hacer y dejar de hablar.
P. ?Considera acertado si tuar la autoderminaci¨®n como el elemento clave de la paz?
R. La clave de la paz es que ETA deje de actuar. Lo dem¨¢s son claves para ir entendiendo solucliones futuras, pactadas, para alcanzar una respuesta satisfactoria a ese problema hist¨®rico que tiene un car¨¢cter pol¨ªtico.
P. ?La autoderminaci¨®n pue de ser, pues, la clave de la soluci¨®n final, partiendo del principio de que ETA debe dejar de matar?
R. Ya he dicho que sobre este asunto de lo que se trata es de hacer m¨¢s y hablar poco o nada.
P. ?La modificaci¨®n de la Constituci¨®n exigida por la reforma del Senado puede ser la oportunidad para introducir una f¨®rmula sobre la autodeterminaci¨®n que resulte satisfactoria para ETA?
R. Pues no lo s¨¦; yo no tengo mucha confianza. Pero no lo niego. Ojal¨¢ pueda ser as¨ª.
P. Esa f¨®rmula que baraja su partido...
R. S¨ª, pero ya no voy a hablar m¨¢s. Tengo las ideas claras, pero me temo que en tanto en cuanto las explicite van a ser distorsionadas. No, no voy a profundizar m¨¢s en esta cuesti¨®n.
P. Se ha escrito estos d¨ªas que el protagonismo de Elkarri ha sustituido al Pacto de Ajuria Enea y ha diluido incluso el liderazgo del lehendakari dentro del pacto. ?Es as¨ª, tiene sentido hablar en estos t¨¦rminos?
R. Creo que no. La Mesa de Ajuria Enea no es el instrumento material y formal para la pacificaci¨®n, sino el ¨®rgano en el que los partidos fijan criterios pol¨ªticos para ir abordando ese problema. La Mesa de Ajuria Enea fija, el 12 de enero de 1985, unos criterios pol¨ªticos que son los que sirvieron despu¨¦s para que se pudiera celebrar la Mesa de Argel. Son dos planos distintos, y supongo que en el futuro se ir¨¢ produciendo lo mismo.P. ?Cu¨¢l es el presente y el futuro del pacto de Ajur¨ªa Enea? Salvo en lo que se refiere al mantenimiento de la imagen p¨²blica de unidad, se ha dicho que est¨¢ tan dividido que ha dejado de ser operativo en lo que se refiere a la b¨²squeda de una soluci¨®n.R. Se ha dado un paso importante, y es que todos los partidos comparten un diagn¨®stico de situaci¨®n, aunque no compartan un¨¢nimemente la estrategia a llevar a cabo. La Mesa de Ajuria Enea tiene adem¨¢s asumido que siempre que se produzca el consenso suficiente se dar¨¢n pasos. Por tanto, el pacto no va a quebrarse porque alguien de la Mesa no comparta una determinada posici¨®n estrat¨¦gica. Despu¨¦s de las elecciones del 28 de mayo, la mesa volver¨¢ a reunirse para analizar la situaci¨®n, y ah¨ª decidir¨¢ -si es posible, en la unanimidad, y si no es posible, en la mayor¨ªa suficiente- qu¨¦ tipo de decisiones conviene adoptar.P. Dice usted que es mejor hacer m¨¢s y hablar menos. ?Es preferible que los contactos que se puedan llevar a cabo con HB o con ETA se produzcan a partir de ahora en secreto?
R. No voy a dar m¨¢s explicaciones.
P. ?Es posible hoy reeditar una negociaci¨®n como la de Argel?
R. Mim¨¦ticamente como la de Argel pues no, porque correr¨ªamos el riesgo de que se obtuviera el mismo resultado. Aparte de que en este momento puede que la situaci¨®n sea m¨¢s compleja dentro del mundo del MLNV. Cuando se dise?aron las conversaciones de Argel, dentro de ETA hab¨ªa una persona que ten¨ªa mando en plaza, prestigio, etc¨¦tera, que era Txomin Iturbe. En este momento falta ese referente de autoridad.
P. ?Lo de incorporar al pacto a los movimientos pacifistas y a otros colectivos en una mesa t¨¦cnica va a salir adelante?
R. Se ha comentado eso, pero todav¨ªa no ha madurado suficientemente.
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