La batalla de ecologistas y vecinos contra las incineradoras se extiende por Espa?a
PSOE y PP defienden o atacan los hornos de basuras seg¨²n las circunstancias
La encendida oposici¨®n contra la construcci¨®n de incineradoras de residuos ha unido a grupos ecologistas y asociaciones de vecinos como pocas veces antes. Juntos han conseguido paralizar unos 25 proyec tos en cuatro a?os; y no han permitido que se abra ninguna incineradora de, residuos industriales. Los principales frentes de protesta est¨¢n abiertos ahora en Madri.41Catalu?a, Baleares y Galicia. PSOE y PP, sin embargo, no lo tienen tan claro. El PSOE rechaza la incineradora de Madrid, pero defiende las de Barcelona y Mallorca. El PP las apoya incondicionalmente, pero en el pueblo gallego de Cerceda, donde se va a instalar una de estas plantas los con cejales populares se oponen.
La incineradora de basuras urbanas de Valdeming¨®mez, la primera y ¨²nica de la Comunidad de Madrid, est¨¢ terminada. El horno gigante -16.000 millones de pesetas invertidos en reluciente acero y s¨®lido hormig¨®n- ya est¨¢ preparado para digerir 600 toneladas diarias de desperdicios. Se ha construido en las afueras del t¨¦rmino municipal de Madrid y forma parte de una planta de tratamiento integral de basuras que remueve 1.200 toneladas de las 4.000 que genera la capital cada d¨ªa. Los gases de la combusti¨®n producir¨¢n la energ¨ªa suficiente para que funcione una ciudad de 60.000 habitantes.La pol¨¦mica se ha abierto entre los que hablan de las bondades de la incineraci¨®n como m¨¦todo de reducci¨®n del volumen total de basuras y los que alertan de sus posibles perjuicios para la salud humana. Greenpeace y otros grupos ecologistas como Aedenat se han empleado a fondo contra esta instalaci¨®n, por la emisi¨®n de dioxinas y sus posibles consecuencias cancer¨ªgenas. El Gobierno aut¨®nomo, del PSOE, ha insistido en su oposici¨®n a la incineraci¨®n. IU tambi¨¦n abomina del horno. El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP, recuerda que la adjudicaci¨®n de la incineradora se aprob¨® en 1990 con el consenso de todos los grupos municipales (PSOE, PP, IU y CDS).
Vertederos de cenizas
Es dif¨ªcil, sin embargo, que el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, pueda inaugurar la antes de las pr¨®ximas elecciones. A¨²n falta ultimar dos infraestructuras necesarias para el encendido del horno y para las que todav¨ªa no hay permiso de construcci¨®n: el vertedero de cenizas t¨®xicas producidas por la incineradora (30.000 toneladas anuales) y el sistema esp¨ªa que medir¨¢ y controlar¨¢ sus emisiones. Adem¨¢s, el gobierno regional prepara un decreto que limite la emisi¨®n de dioxinas a 0,1 nanogramos por metro c¨²bico, el tope impuesto por algunos pa¨ªses europeos como Holanda y Alemania.
El c¨ªrculo de la incineraci¨®n. de residuos en Catalu?a est¨¢ ya cerrado, al menos sobre el papel. As¨ª lo considera el Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat despu¨¦s de aprobar esta semana el Programa de Gesti¨®n de Residuos Municipales. Este plan, que tiene como horizonte temporal el 2000, prev¨¦ solamente la construcci¨®n de una nueva incineradora en Catalu?a, en Barcelona, con capacidad para tratar 350.000 toneladas al a?o de residuos municipales.
Pero los ecologistas y las asociaciones de vecinos y de consumidores, unidos en una nueva plataforma, insisten en las maldades de la incineraci¨®n, exigen el cierre de las nueve plantas ahora existentes en Catalu?a, algunas con 20 a?os, y la no construcci¨®n de la prevista en Barcelona. En el extremo opuesto se sit¨²a de hecho el Ayuntamiento socialista de Barcelona, que defiende de manera velada la necesidad de dotar a la ciudad de una incineradora de al menos 700.000 toneladas de capacidad, como alternativa al vertedero del Garraf, de pr¨®xima saturaci¨®n. La Generalitat planea adem¨¢s cerrar pronto tres incineradoras, las de Vilada, Llivia y Castelltercol, demasiado peque?as para que resulte rentable adaptarlas a la normativa anticontaminante de la UE.
En Mallorca, la planta incineradora de residuos s¨®lidos urbanos de Son Reus, que destruir¨¢ 300.000 toneladas de basuras al a?o, entrar¨¢ en funcionamiento a finales de a?o. La cremaci¨®n fue la opci¨®n que las instituciones mallorquinas adoptaron, con los votos a favor del PP, Uni¨® Mallorquina y PSOE, y la oposici¨®n del Partit Socialista de Mallorca. Desde la calle, colectivos ecologistas y vecinales han desarrollado numerosas movilizaciones y han recogido 30.000 firmas de protesta.
El coste global de la obra es de m¨¢s de 10.000 millones de pesetas y el horno generar¨¢ el 7% de la energ¨ªa el¨¦ctrica consumida en Mallorca y Menorca. El vertedero de las cenizas inertes resultantes estar¨¢ en una cantera en desuso, lo que tambi¨¦n ha provocado protestas en la zona de Petra.
Cerceda y Somozas
El Plan de Gesti¨®n de Residuos Urbanos de la Xunta de Galicia es uno de los programas m¨¢s pol¨¦micos del Gobierno gallego. La elecci¨®n de la incineraci¨®n para eliminar los residuos est¨¢ siendo contestada por los ecologistas y por los propios concejales del PP en el Ayuntamiento coru?¨¦s de Cerceda, donde est¨¢ prevista la ubicaci¨®n de la planta. Los primeros critican la incineraci¨®n por contaminante y prefieren el reciclaje; los segundos, a las puertas de las elecciones, se desmarcan de una industria que califican de "mala para el pueblo".
Las obras tienen un presupuesto de 30.000 millones de pesetas, junto con las cuatro plantas provinciales de tratamiento de basura. Dentro de un a?o deber¨ªan estar en funcionamiento las 32 empacadoras de basura previstas. Hasta ahora s¨®lo se han iniciado las obras en la planta que se instalar¨¢ en Guixar, barrio vigu¨¦s de Teis. Su ubicaci¨®n ha provocado largas protestas vecinales, que desembocaron en violentos enfrentamientos con la polic¨ªa.
Adem¨¢s, a principios de junio entrar¨¢ en funcionamiento la Planta de Residuos Industriales de Galicia, construida en el t¨¦rmino coru?¨¦s de Somozas. Este centro permitir¨¢ el tratamiento y la eliminaci¨®n de 72.000 toneladas de productos t¨®xicos y peligrosos. No es una incineradora, pero la ubicaci¨®n y la capacidad de la planta provocaron protestas vecinales en la comarca de Ferrol, abanderadas por el Bloque Nacionalista Galego. "El terreno elegido no re¨²ne las condiciones geol¨®gicas", asegura Francisco Rodr¨ªguez, diputado nacionalista. "Adem¨¢s, Galicia va a recoger los residuos de toda Espa?a".
Reportaje elaborado por Federico Sim¨®n, Manuel Bustos, Andreu Manresa y Xaqu¨ªn L¨®pez.
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