Se busca estrategia
LOS RESPONSABLES de la pol¨ªtica exterior de la Uni¨®n Europea siguen con serios problemas para superar tanto disgusto y desenga?o como depara la extremada inestabilidad en todo el continente desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn. Existe la percepci¨®n de que los problemas viejos se pudren sin soluci¨®n mientras surgen otros nuevos sin cesar. Todos coinciden en la necesidad de una pol¨ªtica com¨²n de la UE, pero nuevas amenazas, como la turbulencia de los mercados, el creciente desapego a los objetivos de Maastricht y suspicacias diversas entre los miembros, la hacen cada vez menos veros¨ªmil.Con pocos avances se presentaba la UE en la reuni¨®n de ministros de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OCSE), que hoy deber¨¢ firmar un pacto de estabilidad que a¨²n es s¨®lo la suma de buenos deseos para evitar que en el este de Europa se repitan tragedias como la de Bosnia.
Los ministros de Exteriores de la UE han cubierto en la ciudad francesa de Carcasona su necesidad de dar alg¨²n paso tangible con la aprobaci¨®n del documento elaborado por la Comisi¨®n para crear una zona de libre comercio y de cooperaci¨®n pol¨ªtica, econ¨®mica y social en el Mediterr¨¢neo. La Conferencia Euro-Mediterr¨¢nea (CEM), a celebrar en noviembre en Barcelona, debatir¨¢ en profundidad este paquete de medidas para un desarrollo regional m¨¢s necesario hoy que nunca. Las dificultades para su realizaci¨®n -y para que la CEM no sea otro foro vac¨ªo- no se le ocultan a nadie.
Pero es en el terreno de la seguridad en el que la UE se debate en un mar de incertidumbres. Los reunidos en Carcasona han reiterado su convicci¨®n de que no se puede aislar a Rusia ni econ¨®mica, ni pol¨ªtica, ni militarmente. En formulaciones como ¨¦sta no parece posible encontrar quien disienta. Tambi¨¦n han aceptado, y al parecer sin mayores reservas, una iniciativa francesa para ofrecer a Mosc¨² un amplio acuerdo marco con un pacto de no agresi¨®n. Consideran que as¨ª facilitar¨¢n el desmantelamiento de las reservas rusas hacia. la ampliaci¨®n de la OTAN. Esta iniciativa no ha sido discutida siquiera en el seno de la Alianza Atl¨¢ntica, que ser¨ªa el interlocutor de Rusia al efecto.
El principal problema es que, pese a ciertas incoherencias, el Kremlin insiste en interpretar la ampliaci¨®n de la OTAN como una amenaza al menos igual a la que perciben los pa¨ªses centroeuropeos si no se integran en la Alianza. La cuesti¨®n lleva ya a?os en el orden del d¨ªa. La decisi¨®n de ampliar la OTAN parece ya tomada. Pero ahora quedan pendientes los plazos, el orden de entrada y las condiciones. Y por otra parte, las contraprestaciones a Mosc¨² para que acepte esta ampliaci¨®n de la OTAN de forma que pueda ser digerida tambi¨¦n por su opini¨®n p¨²blica sin fortalecer en exceso las tendencias antioccidentales. La guerra de Chechenia no ha hecho sino intensificar las llamadas a la puerta de la OTAN. Esta inseguridad no se resuelve con vagas promesas de respeto por la paz.
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