Despertadores para sordos, term¨®metros para ciegos

El primer hipermercado para discapacitados, promovido por la Fundaci¨®n ONCE, ha llegado a la ciudad. Los usuarios est¨¢n contentos: "La cl¨¢sica ortopedia de escaparate siniestro y decorado con piernas de pl¨¢stico y muletas ha pasado a la historia", dice un parapl¨¦jico sonriente. En su mundo de sillas de ruedas y bastones ha irrumpido el dise?o, con objetos ¨²tiles para la vida diaria, pero creados y presentados con un toque moderno.El local reci¨¦n inaugurado ha sido recibido con entusiasmo. Prueba de ello es que comienza a tener ¨¦xito entre el 5% de la poblaci¨®n madrile?a que sufre alg¨²n tipo de discapacidad.

El hipermercado, de 400 metros cuadrados, amplio y luminoso tiene todo lo que un minusv¨¢lido necesita y no encuentra en los comercios cl¨¢sicos de ortopedia. Sillas de ruedas para jugar al tenis, coches, cremas para evitar la formaci¨®n de llagas, canastas de baloncesto, juegos de mesa, ropa. Es f¨¢cil despertar al consumismo en el nuevo centro: se puede elegir trapos c¨®modos de quitar y poner nunca vistos en Espa?a. O comprar un bast¨®n ¨²ltimo modelo. "Antes los discapacitados compr¨¢bamos por cat¨¢logo", cuenta Josefa Mart¨ªnez, una de las responsables del local. "Aqu¨ª te lo puedes probar todo. Somos una tienda normal", puntualiza.

Este consumismo no es por capricho. ?C¨®mo comprueba un ciego su nivel de fiebre en un term¨®metro? ?Resulta ¨²til un despertador convencional para un sordo? ?C¨®mo se hace entender un mudo entre personas que desconocen el lenguaje de las manos? Sin ¨²tiles especiales resulta imposible saber la hora o coger un vaso que se ha ca¨ªdo al suelo. No hablemos del hecho de cocinar, o abrocharse los botones, o escribir en un teclado de ordenador cuando las manos no responden. El nuevo local pretende poner al alcance de los discapacitados las facilidades para mejorar su integraci¨®n.

Curiosamente, la mayor¨ªa de los objetos en venta son de fabricaci¨®n inglesa, alemana o escandinava. "En esos pa¨ªses son mucho m¨¢s pr¨¢cticos y se toman m¨¢s en serio la integraci¨®n de los discapacitados", dice Josefa ?lvarez. Pero la importaci¨®n se paga, y los art¨ªculos de este tipo no resultan baratos. Hay lupas de 5.000 pesetas, o gafas de leer para personas que no se pueden incorporar a 18.000. El precio de las sillas de ruedas var¨ªa mucho, desde las 150.000 hasta el medio mill¨®n.

H¨ªper del Minusv¨¢lido. Don Ram¨®n de la Cruz, 38. Tel¨¦fono 435 04 42.