De Algeciras a Kiel, sin pasaporte ni DNI
La Europa de la libre circulaci¨®n de personas nace el domingo para siete pa¨ªses
Desde el domingo pr¨®ximo, coincidiendo con el cambio horario de primavera (y de los aviones), un ciudadano espa?ol podr¨¢ viajar, por tierra, mar o aire, de Algeciras a Kiel, al norte de Alemania, atravesando siete Estados, sin necesidad de exhibir ni el pasaporte ni el documento nacional de identidad. Una nueva Europa, la Europa de la plena libre circulaci¨®n de personas, nace el d¨ªa 26, aunque de entrada s¨®lo agrupe a siete pa¨ªses, y no a 15: Espa?a, Portugal, Francia, Alemania, B¨¦lgica, Holanda y Luxemburgo. A las cero horas del domingo quedar¨¢n abolidas las fronteras que les separan.Italia y Grecia se sumar¨¢n pr¨®ximamente, cuando tengan sus sistemas inform¨¢ticos a punto. Se espera tambi¨¦n a Austria. Y, m¨¢s tarde, a los dem¨¢s. El convenio de Schengen -un acuerdo intergubernamental que desarrolla la libre circulaci¨®n de personas de la Uni¨®n Europea (UE)-, firmado en 1985 en esa ciudad luxemburguesa, triplemente fronteriza y buena productora de caldos, entra este domingo en su plena aplicaci¨®n.
Ese d¨ªa desaparecer¨¢ el control fronterizo permanente en las fronteras existentes entre los siete pa¨ªses, aunque durante tres meses el nuevo r¨¦gimen ser¨¢ transitorio: si algo no funciona, los controles podr¨¢n ser restablecidos. Pero, desde el 26 de junio su supresi¨®n ser¨¢ autom¨¢tica e irreversible. As¨ª, las casamatas de La Jonquera, Ir¨²n, Elvas, La Guardia y Thionville seguir¨¢n existiendo, pero como un fantasma melanc¨®lico del pasado, una herencia casi paisaj¨ªstica deshabitada como sucede ya ahora en Arlon, ah¨ª donde B¨¦lgica pierde su nombre para dar paso a Luxemburgo. Ning¨²n ciudadano que las atraviese, blanco o negro, europeo o americano, ser¨¢ controlado: no deber¨¢ exhibir ni pasaporte ni documento de identidad. Francia s¨®lo podr¨¢ controlar por tierra a quienes provengan de Suiza, del Reino Unido y, de momento, de Italia. Espa?a, a los automovilistas de Andorra.
. Puede haber, eso s¨ª, controles aleatorios en las carreteras como ocurre actualmente cuando se produce un atentado terrorista en las calles de cualquier ciudad o a media autopista. "La idea es que la frontera no pueda ser causa de control", explica Javier Elorza, el embajador espa?ol ante la UE, bajo cuya presidencia se dio un impulso definitivo al sistema. Con la actual presidencia francesa, B¨¦lgica espera que Francia, cuyo ministro del Interior, Charles Pasqua, es el m¨¢s reticente a la liberalizaci¨®n, "no se sirva" de ese expediente para convertirlo en regla, reconstruyendo una suerte de nuevas fronteras, m¨¢s retiradas. En todo caso, se permitir¨¢ restablecer moment¨¢neamente el control fronterizo por altas razones de seguridad, pero siempre de forma pasajera y tras consultar a los socios. Las fronteras exteriores se trasladan a los puertos y aeropuertos. Los vuelos entre los pa¨ªses Schengen pasan a considerar se como vuelos interiores, como tr¨¢fico dom¨¦stico. Nadie controlar¨¢ a un pasajero por su pasaporte o DNI, sino por su procedencia, por el punto de origen de su viaje (no al brit¨¢nico que viaja de Espa?a a Francia, s¨ª al franc¨¦s que vuelve a casa desde Londres). Por eso se reorganiza la estructura de los aeropuertos, en flujos Schengen, que habitualmente se canalizar¨¢n a trav¨¦s de las terminales nacionales, y flujos no Schengen, que discurrir¨¢n por las terminales internacionales. En caso de terminal ¨²nica, por distintos recorridos o desactivando los equipos policiales.
A los viajeros que forman parte de los primeros no se les exigir¨¢ identificarse, sean japoneses o surafricanos, como no se les pide a la entrada y salida del puente a¨¦reo Barcelona-Madrid. Los ¨²ltimos seguir¨¢n desembocando en dos controles: pa¨ªses comunitarios -para los que basta exhibir el carn¨¦ de identidad- y resto del mundo, donde se deber¨¢ seguir mostrando el pasaporte y, en su caso, el visado.
La nueva ¨¢rea de libre circulaci¨®n no s¨®lo beneficiar¨¢ a ciudadanos europeos. El visado extendido por uno cualquiera de los siete Estados Schengen a favor de ciudadanos de terceros pa¨ªses ser¨¢ v¨¢lido en los otros seis Estados del club para atravesar cualquier frontera exterior, sea terrestre, a¨¦rea o mar¨ªtima. Ser¨¢ un visado com¨²n, con caducidad ¨²nica, a los tres meses. Ahorrar¨¢ la obtenci¨®n de los otros seis visados al viajero de un tercer pa¨ªs que desee visitar los siete pa¨ªses.Al ciudadano marroqu¨ª o keniano, por ejemplo, le bastar¨¢ con obtener en el consulado espa?ol de Rabat o de Nairobi el visado espa?ol -una etiqueta en forma de kinegrama, elemento ¨®ptico variable, pr¨¢cticamente infalsificable- para circular no s¨®lo por Espa?a, sino tambi¨¦n a trav¨¦s de los territorios de sus seis socios. Aumentar la libertad de circulaci¨®n interna sin menoscabar la seguridad ha implicado acompa?ar la supresi¨®n de controles internos con un aumento de los controles externos. El precio de la desaparici¨®n de los Pirineos y las Ardenas es el reforzamiento de las fronteras externas, portuarias o aeroportuarias: un millar de polic¨ªas espa?oles se trasladan desde los Pirineos y la l¨ªnea de Portugal a la frontera sur. Para que eso se haga eficazmente, y con id¨¦nticos criterios, ha aumentado la cooperaci¨®n policial y judicial, se ha incrementado el n¨²mero de oficiales de enlace y de comunicaciones internas. Y, sobre todo, se ha puesto en marcha un banco de datos com¨²n, consultable on line, id¨¦ntico para los siete pa¨ªses. "La identidad de las bases de datos es lo que hace una frontera de verdad com¨²n", resume un experto del sistema Schengen. Este mecanismo se conoce bajo el nombre de SIS (Sistema de Informaci¨®n Schengen). Tiene dos variantes: el C-SIS es el centro (C), con sede en Estrasburgo; los N-SIS son los elementos nacionales (N), a los que est¨¢n conectados las polic¨ªas nacionales y gendarmer¨ªas (Guardia Civil, en el caso espa?ol). Toda la informaci¨®n del C-SIS y de los siete N-SIS es id¨¦ntica, como lo es la de su sistema complementario, el SIRENE, que le a?ade informaci¨®n: todos los datos acumulados en Estrasburgo figuran tambi¨¦n en las memorias de los ordenadores nacionales, y pueden consultarse desde las pantallas del aeropuerto de Orly, de Schipol o de Barajas, indistintamente.
Para completar el sistema, homologar los inputs y compartir la informaci¨®n, han sido necesarios diez a?os (cuatro en Espa?a) de coordinaci¨®n de polic¨ªas, servicios de aduanas, fiscales y consulares. Una operaci¨®n no tan obvia, si se tiene en cuenta el celo competencial de cada uno de estos servicios y las distintas tradi
ciones nacionales de cada pa¨ªs. La edificaci¨®n del sistema ha pivotado entre los Ministerios del Interior y de Exteriores. En el caso espa?ol ha habido que hacer frente al escaso rodaje internacional de la polic¨ªa y la Guardia Civil y al tradicional desd¨¦n de muchos diplom¨¢ticos por estos asuntos, aunque los primeros se han adaptado m¨¢s fac¨ªlmente.El caso es que el. SIS permite consultar inmediatamente datos sobre coches robados, traficantes de armas o de drogas y otros tipos de cr¨ªmenes; ficheros de personas desaparecidas, de testigos y de buscados; as¨ª como la lista de extranjeros "no admisibles". Se incluyen en ella aquellos que puedan amenazar el orden p¨²blico o la seguridad nacional (art¨ªculo 96), particularmente los penados con m¨¢s de un a?o de prisi¨®n, sospechosos de preparar hechos delictivos o expulsados a los que un pa¨ªs proh¨ªba su entrada o residencia. La lista no podr¨¢ ser modificada individualmente, sino por com¨²n acuerdo de todos los Estados miembros.
Las pol¨¦micas han versado sobre el procedimiento de asilo, hasta que se decidi¨® que un solo pa¨ªs decidir¨¢ sobre cada peticionario, y esa decisi¨®n ser¨¢ v¨¢lida para los siete; sobre el reforzamiento de la cooperaci¨®n policial, especialmente en materia de drogas, y sobre los interrogantes que plantea la protecci¨®n de la vida privada, aunque fuentes de Schengen aseguran que se respetan escrupulosamente los convenios internacionales sobre protecci¨®n de datos personales (Espa?a estren¨® ley sobre el asunto con este motivo, "que nos vino como anillo al dedo para incrementar los derechos ciudadanos", comenta Elorza). Los motivos que animan a un demandante de asilo a solicitarlo, por ejemplo, no pueden ser comunicados si no media su consentimiento.
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