Grupos ciudadanos piden que las libertades de Schengen se extiendan a toda la UE

La Comisi¨®n Europea deber¨ªa redactar un proyecto de directiva para extender a los 15 Estados miembros de la Uni¨®n Europea (UE) la abolici¨®n de los controles fronterizos acordada en el Convenio de Schengen, que entra en vigor a las doce de la noche de hoy para siete pa¨ªses. ?sta es una de las peticiones lanzadas ayer por el ECAS -un movimiento europe¨ªsta a favor de las libertades ciudadanas- y que choca frontalmente contra la posici¨®n del, en otros asuntos, liberal Reino Unido, contrario a esta libertad de circulaci¨®n.

Con la entrada en aplicaci¨®n de este acuerdo intergubernamental, a los ciudadanos que viajen por tierra, mar o aire entre siete pa¨ªses europeos (Espa?a, Por tugal, Alemania, Francia, B¨¦lgica, Holanda y Luxemburgo) no se les exigir¨¢ identificarse con pasaporte ni con DNI. A los siete se les unir¨¢ Austria, hoy observadora, el pr¨®ximo mes. Italia y Grecia, tambi¨¦n asociadas, est¨¢n pendientes de poner a punto sus servicios inform¨¢ticos. La desaparici¨®n de controles en las fronteras estar¨¢ durante tres meses sometida a un r¨¦gimen transitorio, pero a partir de final de junio ser¨¢ de finitiva e irreversible.La propuesta del ECAS (Euro-Citizen-Action-Service) no ser¨¢ de puro tr¨¢mite. La entidad inaugura ma?ana en Bruselas por tel¨¦fono permanente (desde Espa?a: 07-322-534 42 33; fax: 07-322-534 52 75) para que los ciudadanos denuncien los incumplimientos del acuerdo, y as¨ª poder defenderles. Este mecanismo busca "activar la puesta en pr¨¢ctica de la ciudadan¨ªa europea, ese sue?o pol¨ªtico de los padres fundadores", como anunciaron ayer el presidente, Frangois Roelants, y el director, Tony Venables. Las quejas se atender¨¢n en seis idiomas, entre ellos el castellano.

La petici¨®n a la Comisi¨®n se doblar¨¢ con otra al Parlamento Europeo para que cree una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre los "obst¨¢culos que recortan el derecho de los ciudadanos a vivir, estudiar y trabajar en otros pa¨ªses de la UE".

Ambas propuestas chocar¨¢n frontalmente con el Reino Unido. La libre circulaci¨®n de personas -junto a la de mercanc¨ªas, servicios y capitales-, est¨¢ consagrada en el art¨ªculo 7A del Tratado de la CE. Pero Londres siempre se ha opuesto a llenarla de contenido.

Cuando el pasado febrero, el presidente de la Comisi¨®n, Jacques Santer, present¨® al Parlamento su programa para este a?o, incluy¨® dentro de sus 72 p¨¢ginas dos l¨ªneas escuetas que rezaban literalmente as¨ª: "Libre circulaci¨®n de personas, derecho de viajar, materializaci¨®n del principio de supresi¨®n de controles, adaptaci¨®n del derecho comunitario derivado".

De esos prop¨®sitos a¨²n no hay nada, pero las dos l¨ªneas bastaron para que la prensa brit¨¢nica desencadenara una agria campa?a en torno al supuesto despotismo de Bruselas, que pretend¨ªa suprimir la validez de los, al parecer, inestimables pasaportes nacionales.

El obst¨¢culo para la ampliaci¨®n de Schengen, adem¨¢s del antiliberalismo de Londres -seguido en esto por Dubl¨ªn-, est¨¢ en los pa¨ªses escandinavos. Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega mantienen un particular Schengen n¨®rdico: suprimieron el control mutuo de pasaportes en sus fronteras. Los tres primeros, que son miembros de la UE, han pedido incorporarse al espacio Schengen, a condici¨®n de que Noruega -que vot¨® no a la adhesi¨®n- tambi¨¦n entre. Pero para formar parte de ¨¦l se requiere pertenecer a la UE. Si los actuales socios se aviniesen a levantar ese requisito, quedar¨ªa otro: Noruega deber¨ªa aplicar todo el acervo comunitario sobre las materias reguladas por el convenio.