La guerrilla sudanesa acusa a Jartum de romper el alto el fuego
New Horizon, el ¨²nico diario en lengua inglesa que se edita en Jartum tras la ¨²ltima purga de las autoridades isl¨¢micas, ignor¨® ayer ol¨ªmpicamente la noticia del alto el fuego de dos meses lanzada por el presidente de Sud¨¢n, el general Omar al Bashir, en la noche del lunes. La guerrilla acus¨® al Gobierno de violar ayer mismo la tregua.
En el cuartel general de las Fuerzas Populares de Defensa (milicias isl¨¢micas), levantado en un extrarradio polvoriento, Abd Elmageid Mahmoud Mohamed, su comandante en jefe, respond¨ªa con un rotundo "no" a la pregunta de si el anuncio de alto el fuego despertaba en ¨¦l una brizna de optimismo.Desde el sur, la realidad parec¨ªa darle la raz¨®n. La agencia Reuter, citando fuentes de organizaciones humanitarias, daba cuenta del bombardeo de la ciudad de Waat por aviones gubernamentales horas antes de que entrara en vigor el cese el fuego. Riak Machar, jefe de uno de los movimientos guerrilleros cristianos que combaten contra las fuerzas de Jartum, se?alaba, por su parte, que las ciudades de Waat y Malual-Garhouth hab¨ªan sido hostigadas por aviones del Gobierno horas despu¨¦s del inicio de la anunciada tregua.
El ex presidente norteamericano Jimmy Carter, que visit¨® Jartum para presidir una conferencia sobre la erradicaci¨®n del gusano de Guinea, que causa una gran mortandad en el sur de Sud¨¢n, no se qued¨® a presenciar c¨®mo el anuncio de tregua que el general Al Bashir proclam¨® en la noche del lunes ante su ilustre invitado era pasto de las llamas. Carter hab¨ªa sostenido la pasada semana encuentros por separado en Nairobi con los dos principales jefes guerrilleros del sur, John Garang y Riak Machar, antes de volar a la capital sudanesa para buscar un gesto de buena voluntad del r¨¦gimen.
Al Bashir, responsable del golpe de Estado que en 1989 acab¨® con la experiencia democr¨¢tica e implant¨® un r¨¦gimen basado en la sharia (ley isl¨¢mica), se cambi¨® de ropa para anunciar la tregua de dos meses: entonces prefiri¨® la tradicional t¨²nica y turbante blanco blancos de los musulmanes sudaneses.
El brigadier Elmageid Mahmoud, que asegura estar en disposici¨®n de movilizar a cuatro millones de sudaneses si la seguridad de la patria lo requiere, dice que el Ej¨¦rcito de Sud¨¢n hace tiempo que habr¨ªa acabado con la guerrilla del sur "si no recibieran armas y ayuda de Estados Unidos y del Reino Unido". Pero se r¨ªe abiertamente cuando se le sugiere que acaso Jartum est¨¦ recibiendo un buen pago por la entrega del terrorista Carlos a las autoridades de Par¨ªs en agosto pasado.
Fuentes de organizaciones humanitarias y diplom¨¢ticos acreditados en Nairobi afirman que Francia ha facilitado a Jartum fotos de sat¨¦lite de las posiciones de la guerrilla y prestado aviones para trasladar a sus fuerzas a las fronteras contra la rep¨²blica centroafricana, Zaire y Uganda, y atacar a la guerrilla por la retaguardia.
Las divisiones en el reino del movimiento guerrillero, que acusa a Jartum de tratar de imponer la ley isl¨¢mica a todo el pa¨ªs y de traicionar sus or¨ªgenes africanos en favor del mundo ¨¢rabe, ha propiciado la reconquista por parte del r¨¦gimen de buena parte de las ciudades que estaban en manos de la guerrilla cristiana y animista.
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