"Toda marea comienza en la tristeza"
El congelador 'Puente Pereiras' sale hoy para Terranova con m¨¢s pesadumbre de la habitual
PRIMITIVO CARBAJO. "Toda marea comienza en la tristeza de la salida. Siempre es as¨ª, y ahora con m¨¢s motivos". Jos¨¦ N¨²?ez, el capit¨¢n y patr¨®n del Puente Pereiras IV, que hoy se hace a la mar para faenar el flet¨¢n negro en los conflictivos caladeros de NAFO, no disimula su tensi¨®n. "?Qu¨¦ quiere que le diga? Una cosa es lo que pienso y otra, tal vez, lo que debo decir. Hay que ir all¨¢ para defender el caladero, porque es muy importante para el trabajo de mucha gente: eso lo tenemos asumido todos. Vamos relev¨¢ndonos y as¨ª podremos hacer frente a los canadienses. Pero tambi¨¦n sabemos todos que el final de esta batalla se va a decidir en tierra".
El Puente Pereiras IV es el segundo congelador que sale hacia Terranova tras el regreso del Estai. La tripulaci¨®n de 26 hombres se afana en pertrechar el buque. Entre los cables del calamento y otras herrumbres de cubierta, dirigen las cargas de la gr¨²a, disponen cada aparejo en su sitio, alijan v¨ªveres, piden grasa para una polea que no acaba de funcionar como debiera. Todo sin vencer el clima de pesadumbre que inunda el barco. "Lo que no puede ser", suelta un marinero, "es que nos avisen ayer para salir ma?ana. Si fuera pasado ma?ana, todav¨ªa. Nos pod¨ªan dar m¨¢s tiempo, ?no le parece? As¨ª, ?qu¨¦ haces?: un beso a la parienta y marchando...".
Todos est¨¢n casados, pero ninguno quiere comentar la situaci¨®n en que quedan sus familias, como si eso atentara a su hombr¨ªa. "La salida siempre es triste, pero no vamos a hacer teatro", zanja el asunto el m¨¢s veterano, Manuel Fuentes Carballo, 54 a?os, de Poio. Ninguno de sus dos hijos quiso saber del mar, "y mejor para ellos". ?l anda embarcado desde los 17 a?os, sin saber nada. "Un hombre siempre tiene preocupaciones", dice Manuel, "si no es por una cosa es por otra. Ahora son los canadienses, pero ?y si no salimos a la mar, qu¨¦ hacemos, ir junto a Felipe Gonz¨¢lez para que nos mantenga? Hay que salir un poco animados, si no... peor ser¨ªa en el invierno".
En invierno, aseguran, aquella mar se pone imposible. Menos arbolada que en el ¨ªndico, precisan, pero con un oleaje mucho m¨¢s r¨¢pido, temporales frecuentes y el viento, siempre g¨¦lido. "En verano lo peor son las nieblas. A veces no ves ni la maniobra desde el puente. Te penetra hasta los huesos, la puta niebla". Es lo ¨²nico seguro que saben que se van a encontrar. La primera semana, mientras navegan hacia el caladero, tratar¨¢n, como siempre, de aligerar su tristeza con bromas mutuas. "Despu¨¦s nadie est¨¢ de humor y m¨¢s vale limitarse a lo estricto, porque las consecuencias, con seis o siete meses por delante, pueden ser tremendas. Y eso que ya hay m¨¢s cultura y la gente bebe menos".
"Vamos m¨¢s que nada a hacer presi¨®n", dice Alejandro Rodr¨ªguez, "porque ah¨ª donde est¨¢n ahora no se pesca un carallo y si esto es as¨ª", concluye, "a los marineros bien podr¨ªan damos una garant¨ªa salarial, porque si no pescamos, no ganamos El Gobierno, en lugar de tantas palabras, podr¨ªa darnos la seguridad de un sueldo: ?no vamos all¨¢ a defender tambi¨¦n los derechos de Espa?a?"'.
Ninguno piensa en alijar esta vez una gran marea. El objetivo prioritario es la defensa pac¨ªfica del caladero. "Si vamos a estar todos juntos, imposible pescar nada. Cada patr¨®n tiene su estilo y a veces el barco m¨¢s pr¨®ximo est¨¢ a 300 millas, lo cual, si ha de acudir en tu ayuda, le lleva m¨¢s de 30 horas. Pero en esas condiciones se pesca. Ahora, nada".
Todos est¨¢n ya familiarizados con las inspecciones canadienses en el propio caladero. En los ¨²ltimos cuatro a?os fueron casi 5.000 en toda la flota y s¨®lo pudieron constatar una infracci¨®n por una cuesti¨®n de redes. "Suben a bordo y les gusta comer y pegarle al vino. Cuando tratas de conversar sobre el problema de fondo, se bloquean, no dicen nada. Y digo yo, ?para qu¨¦ quieren cinco millones de focas? Cada foca se come al d¨ªa de uno a cinco kilos de bacalao y, mientras, la gente pasando hambre y nosotros, sin trabajo", concluye la queja de Alejandro.
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