"Que no vengan a hacer "picnic""

Los vecinos del palacio de Anglona se muestran dispuestos a compartir con el p¨²blico el jard¨ªn de propiedad municipal situado dentro de las tapias del edificio, que hasta ahora s¨®lo ellos disfrutaban. "No me parece mal que lo abran, siempre que no venga la gente a hacer picnic y a llenarlo de porquer¨ªa", explicaba ayer una vecina.El Ayuntamiento decidi¨® el viernes abrir la puerta del jard¨ªn durante unas horas al d¨ªa para que pueda ser visitado por los ciudadanos, aunque a¨²n permanece cerrado hasta que se decida el horario adecuado. Aceptaba as¨ª una propuesta del PSOE elevada al pleno municipal.

', Nunca nos hemos opuesto, pero hay que recordar que esto no es el Retiro, 12 personas lo llenan", explica Luis Figueroa. ?l es uno de los dos vecinos que tienen que atravesar el jard¨ªn para entrar a su lujosa casa. El resto de los 20 vecinos del palacio entran desde la calle y no tienen acceso directo al jard¨ªn.

Figueroa s¨ª se muestra preocupado por los problemas de seguridad y limpieza que pueda acarrear la apertura. Hasta ahora, el jard¨ªn lo cuidan los propios vecinos. "El Ayuntamiento tendr¨¢ que cuidar de que haya una vigilancia y mantenimiento adecuados, porque es un recinto cerrado y no se ve lo que ocurre dentro. Esto puede traer algunos sustos a los vecinos", argumenta Figueroa.

Seg¨²n la concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, la intenci¨®n municipal es elegir un horario restringido para permitir el acceso.

El Palacio de Anglona fue restaurado a mediados de los ochenta y convertido en pisos de lujo. Desde entonces permanece cerrado, pese a ser de propiedad municipal. Cuenta con unos 600 metros cuadrados, surcados por pasillos de ladrillo. Lo flanquean algunos ¨¢rboles y una tapia que los separa de las calles de Segovia, Pr¨ªncipe de Anglona y de la costanilla de San Andr¨¦s. En el recinto destaca un quiosco de hierro a medio restaurar. "La empresa constructora par¨® la reforma cuando surgi¨® el problema de si era municipal o privado", explica una de las vecinas, que reconoce que al comprar su piso le informaron que era una casa con jard¨ªn.