Colegios y mercado

EL CONSEJO de Ministros del viernes aplaz¨® la aprobaci¨®n del proyecto de Ley de Colegios Profesionales, que ya fue discutido por la Comisi¨®n de Subsecretarios. La oposici¨®n a algunos art¨ªculos del anteproyecto por parte de Uni¨®n Profesional, que agrupa a numerosos colegios, parece ser la causa de ese nuevo aplazamiento. Es l¨®gico que se intente el acuerdo, pero llama la atenci¨®n que siga pendiente cuando ya en la anterior legislatura existi¨® un proyecto en tr¨¢mite que decay¨® por la disoluci¨®n de las Cortes. As¨ª, sigue sin aprobarse una ley que forma parte de las famosas reformas estructurales del Plan de Convergencia, tendentes al abaratamiento, mediante la introducci¨®n de la competencia, de ciertos servicios.La resistencia de los profesionales a esa liberalizaci¨®n no se expresa directamente, sino mediante apelaciones a altos principios: control de calidad, formaci¨®n permanente de los colegiados, defensa de la deontolog¨ªa profesional, etc¨¦tera. Nada de ello es contradictorio, sin embargo, con la liberalizaci¨®n de tarifas. Ahora, la divergencia parece centrarse en la excepci¨®n de colegiaci¨®n obligatoria que la ley concede a los funcionarios, y que afectar¨ªa a la mayor¨ªa de los profesionales sanitarios. Si se trata de eso, podr¨ªan plantearse las enmiendas correspondientes en la tramitaci¨®n parlamentaria, dado que tanto el PP como Converg¨¦ncia i Uni¨® ya han expresado su acuerdo con la Uni¨®n Profesional en este punto. Fue el Grupo Catal¨¢n el que en la anterior legislatura plante¨® m¨¢s pegas al anteproyecto, haci¨¦ndose eco de los temores que hab¨ªa suscitado entre algunos colegios.

El borrador actual mantiene la colegiaci¨®n obligatoria. Su constitucionalidad ha sido avalada por el Tribunal Constitucional, pero ello no quiere decir que no lo fuera la libertad de colegiaci¨®n, y seguramente con mayor fundamento. La eliminaci¨®n de las tarifas fijas -ll¨¢mense m¨ªnimas u orientativas-, la relaci¨®n directa del profesional con el cliente al margen del fielato corporativo del respectivo colegio, la desaparici¨®n de las restricciones a la publicidad del profesional individual y -a su actividad territorial son medidas que los colegios deber¨ªan poner en pr¨¢ctica por propia iniciativa, en bien de la inmensa mayor¨ªa de los profesionales y, desde luego, de sus clientes. No es la existencia de los colegios profesionales lo que est¨¢ en cuesti¨®n, sino su estructura gremialista y sus pr¨¢cticas monopolizadoras.