Carlos empata en la ¨²ltima jugada

Hasta el rabo todo es toro. El descuento tambi¨¦n es partido. El Sevilla hab¨ªa visto pasar al Oviedo por el S¨¢nchez Pizju¨¢n sin asustarse lo m¨¢s m¨ªnimo. Un penalti le hab¨ªa dado la ventaja suficiente para controlar a un rival anodino, sin empuje y entregado al sopor de los 28 grados de temperatura. Pero Carlos apareci¨® a traici¨®n. Fue la ¨²nica jugada que invent¨® el delantero ovetense en todo el encuentro. La ¨²ltima. La que depar¨® el empate y dej¨® sumido al Sevilla en una mar de dudas sobre su presunta recuperaci¨®n.Los andaluces ten¨ªan sus razones para estar tranquilos. Desde que Suker abri¨® el marcador, el f¨²tbol se esfum¨®. El Oviedo no era nadie. Se apag¨®, v¨ªctima de un golpe que le dej¨® sonado. Encaj¨® mal el 1-0. La escapada de Sulcer que, al final, acab¨® con Berto repeliendo el bal¨®n con la mano, puso fin a una tarea bien organizada. Porque los de Antic se hab¨ªan librado con facilidad del empuje inicial sevillista y empezaban a agarrar el partido con confianza. Todo hasta que apareci¨® Sulcer, robando el protagonismo a una jugada de ataque asturiana que se convirti¨® en un letal contragolpe.

A los 38 minutos lleg¨® el gol y pareci¨® que el partido hab¨ªa acabado para el Oviedo. Hasta entonces, Prosinecki hab¨ªa lucido su estilo, haciendo girar a su equipo a su alrededor y gust¨¢ndose. Era el due?o del. c¨ªrculo central.

El Sevilla sali¨® a por todas, pero los de Antic fueron pacientes. A partir de Prosinecki fueron ganando cada vez m¨¢s campo. Oli manten¨ªa muy ocupados a Juanito y Jim¨¦nez y Jolcanovic tapaba las salidas que siempre ten¨ªan como ordenante a Marcos.

El descanso no sirvi¨® de nada. O mejor dicho, fue un descanso eterno. Cuando los futbolistas volvieron de los vestuarios se hizo el apag¨®n. Ni el Oviedo ten¨ªa ideas ni el Sevilla quer¨ªa pelea. El resultado fue un tramo de partido plano que ven¨ªa muy bien a los de Aragon¨¦s, demasiado confiados en que su enemigo estaba embriagado por el sopor de la tarde.

Una aparici¨®n inveros¨ªmil de Carlos acab¨® con la racha del Sevilla. Se escondi¨® en la marea de defensas del enemigo y, agazapado, agarr¨® un bal¨®n perdido. Encar¨® a Martag¨®n y le escondi¨® el bal¨®n. Estaba ante Unzu¨¦, solo. Fue su ¨²nica jugada. Todo el protagonismo ofensivo lo hab¨ªa tenido Oli hasta ese momento. El joven canterano se hab¨ªa dejado la cara en peleas infructuosas con Jim¨¦nez. Carlos, menos castigado, sac¨® frescura y mantuvo el pulso de la UEFA para su equipo. En ese enredo tambi¨¦n est¨¢ el Sevilla, aunque ayer se le escap¨® un punto decisivo. El Oviedo logr¨®, en la ¨²ltima jugada, sacar adelante su racha y el goal average con el rival.