Balladur acusa a Chirac de chantajista mientras recupera terreno en la carrera hacia el El¨ªseo

El primer ministro franc¨¦s, ?douard Balladur, acus¨® ayer de forma virulenta a su principal rival a la presidencia de Francia, Jacques Chiac, alcalde de Par¨ªs, de estar chantajeando a sus seguidores. Ya el s¨¢bado le hab¨ªa tachado de inflexible, intolerante e irresponsable. Las andanadas de Balladur a su compa?ero, de partido se producen en un momento en que los sondeos de opini¨®n estrechan las diferencias entre los dos candidatos gaullistas, y tanto ¨¦stos como el candidato socialista, Lionel spin, luchan a brazo partido por ganarse s espacios televisivos para lanzar sus mensajes. Jospin insinu¨® ayer que est¨¢ dispuesto, a incorporar a los comunistas en su futuro, Gobierno si llega al Eliseo.

Los tres principales candidatos expusieron ayer ampliamente sus ideas a trav¨¦s de la televisi¨®n. En canales distintos y a horas tambi¨¦n diferentes. El conservador Balladur habl¨® en L'heure de la verit¨¦; el gaullista Chirac lo hizo a trav¨¦s del popular magazine 7 sur 7, y el socialista Jospin se acogi¨® al minoritario programa Zone interdite.

La guerra de las televisiones se produce en un momento en que, por primera vez, los sondeos indican un retroceso sensible en las intenciones de voto del ahora favorito Chirac quien, de un 28% baja hasta el 24,5%. Balladur sube algo, del 19% al 20,5%. Eso ha hecho que el alcalde de Par¨ªs se haya puesto nervioso y que su equipo intentase vetar la emisi¨®n balladuriana. En un primer momento lo consigui¨®, pero el periodista responsable del pro grama denunci¨® la censura a trav¨¦s de la radio y la direcci¨®n de la TV p¨²blica se apresur¨® a dar marcha atr¨¢s.

Jospin ha sido el primero en reclamar un debate cara a cara con sus rivales. Balladur, una vez adoptadas sus nuevas maneras de tribuno popular, tambi¨¦n dice que "los franceses exigen un debate y yo, para simplificar, propongo un debate a tres". Chirac considera que "el debate est¨¢ ahora desfasado" y que lo importante "es evitar pol¨¦micas y aglutinar opiniones". Balladur, que necesita mejorar sus expectativas entre los votantes de 18 a 30 a?os, protagoniz¨® el s¨¢bado un mitin en Caen ante 3.000 estudiantes que le recibieron con gritos cari?osos de "?Allez Doudou!. Fue all¨ª donde acus¨® a Chirac de inflexible, intolerante e irresponsable.

Balladur ha sabido utilizar la negativa de su gran rival dentro de la derecha y algunas frases de sus partidarios para poner en duda la voluntad chiraquiana de conservar "la imparcialidad del Estado". "No amenazo a nadie ni hago promesas", dijo ayer en televisi¨®n al tiempo que se preguntaba por esos parlamentarios amigos de Chirac que dicen que "ciertos diputados, si no dan su apoyo al buen candidato, ir¨¢n al purgatorio".

"Estafa moral"

El jefe del Gobierno arremeti¨® contra su ministro de la Vivienda -que hab¨ªa lamentado el escaso n¨²mero de casas sociales construidas en los ¨²ltimos a?os- y le acus¨® de encontrar placer "en la autoflagelaci¨®n". Philippe S¨¦guin, presidente de la Asamblea Nacional y principal ide¨®logo de Chirac, que el d¨ªa antes calific¨® las cifras gubernamentales sobre el paro de "aut¨¦ntica estafa intelectual y moral", mereci¨® una r¨¦plica indignada del primer ministro: "25.000 parados menos en dos meses les parece irrisorio. Ni los socialistas se atreven a decir esto".

Chirac, por su parte, procur¨® defender su gran idea -"es posible disminuir el d¨¦ficit sin aumentar la presi¨®n fiscal", dijo- y lanz¨® unas pocas puyas en direcci¨®n a Balladur: "Ha cambiado de opini¨®n y ahora est¨¢ de acuerdo conmigo en que no conviene recortar la atenci¨®n m¨¦dica para resolver los n¨²meros rojos de la Seguridad Social". Tambi¨¦n manifest¨® que, en caso de ganar la presidencia, no disolver¨¢ la Asamblea Nacional con ¨¢nimo de buscar una mayor¨ªa parlamentaria favorable.

El candidato socialista, que topa con graves dificultades para hacerse o¨ªr en el estruendo de la batalla fratricida de la derecha, respondi¨® con un "?Por qu¨¦ no?" a la pregunta de si habr¨ªa ministros comunistas en un Gobierno presidido por ¨¦l e insisti¨® en no presentarse como heredero de Fran?ois Mitterrand.: "No se trata de acabar con un periodo, pero s¨ª de comenzar otro. Nadie puede vincularme a ning¨²n asunto turbio de dinero".