Apoyo pol¨ªtico italiano a los m¨¦dicos para acotar la fecundaci¨®n asistida

Pol¨ªticos italianos de la izquierda y de la derecha aplaudieron ayer la decisi¨®n de la Federaci¨®n Italiana de Colegios de M¨¦dicos de restringir la inseminaci¨®n artificial pr¨¢cticamente a las parejas heterosexuales estables, en las que la mujer no haya cumplido todav¨ªa los 50 a?os. La mayor¨ªa de estos pol¨ªticos consideran, sin embargo, que la posici¨®n de los m¨¦dicos es un recurso de emergencia y que el problema deber¨¢ ser regulado por ley. Tambi¨¦n han expresado satisfacci¨®n los obispos.

Giovanna Melandri, diputada de la izquierda y autora de un proyecto de ley sobre este tema, dijo, por ejemplo, que "la decisi¨®n de los m¨¦dicos es un hecho indudablemente positivo, ya que por lo menos pone un coto a comportamientos desaprensivos. Pero el pronunciamiento de una corporaci¨®n profesional no basta, ni puede sustituir a la ley".Del mismo modo, Maretta Scoca, diputada del Centro Cristiano Democr¨¢tico (CCD), afirma que "la iniciativa de los galenos es un acto de gran valor civil que tiende a colmar la inercia culpable del Parlamento, donde hay proyectos de ley sobre el tema paralizados desde hace mucho tiempo".

Debido a esta par¨¢lisis, Italia ha sido hasta ayer uno de los pocos pa¨ªses del mundo desarrollado donde la inseminaci¨®n artificial se experimentaba sin ning¨²n tipo de restricciones. El fen¨®meno ha atraido hasta sus cl¨ªnicas privadas a personas de todo el mundo. Ello ha dado lugar a casos de esc¨¢ndalo, como el de la abuela que tuvo un hijo con un ¨®vulo de la nuera fecundado con semen de otro hijo muerto, o el de la cu?ada que gest¨® un embri¨®n congelado procreado por su fallecida hermana y por el viudo de ¨¦sta.

Frente a estas pr¨¢cticas los m¨¦dicos han proclamado la prioridad de la defensa de los derechos del ni?o por nacer y, sobre la base de ese principio, han excluido cuatro tipos de pr¨¢cticas: toda las formas de maternidad subrogada, remuneradas econ¨®micamente o no, en las que una mujer cede su ¨²tero para tener hijos de otros; la inseminaci¨®n artificial de parejas l¨¦sbicas; la inseminaci¨®n de mujeres que hayan llegado a la menopausia no precoz y el empleo de semen de un c¨®nyuge muerto.

Los ¨²nicos supuestos admitidos son, pues, la fecundaci¨®n asistida con semen del propio c¨®nyuge o de un tercero, siempre que el uso de un extra?o a la pareja no responda a fines de selecci¨®n gen¨¦tica movida por criterios exclusivamente raciales, econ¨®micos o intelectuales. Tambi¨¦n se proh¨ªbe la producci¨®n industrial y el comercio de gametos y embriones.

El acuerdo fue adoptado por mayor¨ªa en la asamblea del colegio m¨¦dico y va acompa?ado, de penas para quienes lo violen, que pueden llegar hasta la expulsi¨®n del cuerpo.

Entre los m¨¦dicos subsiste, sin embargo, una pol¨¦mica sobre los l¨ªmites decididos, que se ampliar¨¢ presumiblemente durante el debate parlamentario Alberto Michelini, diputado del centro-derecha af¨ªn al Opus Dei, se declar¨® ayer partidario de convertir directamente en ley la decisi¨®n de los m¨¦dicos. La izquierda buscar¨¢, presumiblemente, l¨ªmites m¨¢s amplios.