Singapur humilla a los delincuentes sexuales mostr¨¢ndoles en televisi¨®n
ENVIADO ESPECIALSim Seng Wah mira al suelo, reh¨²ye la c¨¢mara de televisi¨®n que le enfoca. Est¨¢ sentado en el banquillo y acaba de ser condenado a 38 meses de c¨¢rcel y a 14 bastonazos por abusos sexuales, pero la justicia de Singapur ha a?adido, por primera vez, a la sentencia un castigo adicional: la humillaci¨®n p¨²blica del culpable mostr¨¢ndole en televisi¨®n.
Hasta ahora, la entrada de c¨¢maras televisivas no estaba permitida en los juicios, pero el presidente de la Corte Suprema, Yong Pung How, ha decidido autorizarla cuando se da a conocer la sentencia para intentar, con esta afrenta p¨²blica, frenar el auge de los delitos de acoso sexual (966 el a?o pasado, un 38% m¨¢s que hace seis a?os) en una ciudad-Estado de tres millones de habitantes. Sim, de 38 a?os, casado y padre de dos hijos y ejecutivo de una productora cinematogr¨¢fica, ha sido la primera v¨ªctima de esta experiencia.
Sim fue detenido el pasado 7 de noviembre, tras ser acusado por una colegiala de haberle sometido a tocamientos en el autob¨²s. En el interrogatorio confes¨® haber cometido abusos sexuales en otras cuatro ocasiones. El pasado fin de semana, el programa Crime watch, del canal angl¨®fono de la televisi¨®n singapure?a, difundi¨®, durante cuatro minutos, primeros planos de su rostro mientras se le comunicaba la sentencia. El martes, el canal chino repiti¨® las im¨¢genes.
Ampliar la medida
El veredicto ilustrado con im¨¢genes, afirm¨® el juez que promulg¨® la nueva medida, intenta dejar claro que "todos los delincuentes deben esperarse a recibir un severo castigo". M¨¢s precisa, Zainon Kassim, una oficial que investig¨® el caso, declar¨® al diario The New Paper que el objetivo era humillar p¨²blicamente al culpable.
La iniciativa no ha suscitado, sin embargo, una aprobaci¨®n un¨¢nime. El secretario general del Partido Democr¨¢tico de Singapur, Chee Soon Juan, la ha calificado de "barbarie e insulto a la dignidad humana". "La familia del condenado no es responsable de ning¨²n crimen y no tiene por qu¨¦ ser sometida a esa infamia", agreg¨® Chee Soon, el jefe de la oposici¨®n.
Singapur se vanagloria de tener el ¨ªndice m¨¢s bajo de criminalidad de toda Asia gracias, en parte, a la dureza de un C¨®digo Penal que prev¨¦ la pena de muerte para traficantes de droga o latigazos para los gamberros. La humillaci¨®n p¨²blica del condenado no es ninguna novedad, aunque hasta la fecha no se hab¨ªa efectuado a trav¨¦s de la televisi¨®n.
En las calles y parques de la ciudad se pueden ver, desde hace tres a?os, a -basureros vestidos con uniformes at¨ªpicos que s¨®lo llevan los delincuentes que han sido condenados a limpiar la v¨ªa p¨²blica. Los diarios progubernamentales suelen adem¨¢s publicar el nombre y la fotograf¨ªa de los acosadores condenados, junto con dibujos de sus fechor¨ªas.
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