Ajuste de cuentas de Sarah Schulman con el psicoan¨¢lisis en su novela 'Empat¨ªa'
La escritora americana es militante del movimiento 'gay'
Sarah Schulman (Nueva York, 1958), militante de Act Up -un grupo que lucha contra la indiferencia del Estado frente al sida- y activista de Lesbian Avengers, reconoce que Empat¨ªa, novela en la que ataca y parodia al psicoan¨¢lisis, es autobiogr¨¢fica. No quiere que sus obras sean etiquetadas c¨®mo literatura gay, pero una de las principales obsesiones de esta autora es defender los derechos de los homosexuales. "No entiendo por qu¨¦ la gente es tan homof¨¢bica, no s¨¦ si se trata de un asunto de comportamiento o biol¨®gico".
Los conflictos para los gays empiezan, a juicio de esta escritora, en la propia familia. Es en ese seno, y para evitar el enfrentamiento con los padres, por lo que muchas personas deciden mantener en secreto su homosexualidad. No es su caso. Schuman reconoce que ha aprendido mucho de Ias guerras que otros hicieron antes para defender los derechos de los homosexuales. Si ellos no se me hubieran adelantado, probablemente yo estar¨ªa casada y con hijos", dice.El argumento de Empat¨ªa, la quinta novela de esta profesora de Literatura, transcurre en torno a dos personajes: Doc, es el psiquiatra de la esquina, trabaja en su propio apartamento y nunca cobra ' m¨¢s de diez d¨®lares por consulta; Ana es su cliente y su personaje est¨¢ basado en una fa rriosa paciente de Freud que ha sido trasplantada al Nueva York de los a?os noventa. "Para darle m¨¢s morbo hice que Ana se enamorara de Dora, (otra de las pacientes de Freud, la que da nombre a su largo estudio sobre la histeria)". La terapia de Doc funciona y las dos mujeres acaban encontr¨¢ndose.
"Me interes¨¦ por Ana porque era la paciente m¨¢s famosa de Freud. Ana en realidad se llamaba Berta Popenhaim, fue l¨ªder del movimiento feminista y muri¨® en un campo de concentraci¨®n. Sab¨ªamos mucho de lo que Freud pensaba de ella, pero muy poco de lo que la paciente pensaba de su psicoanalista", aclara Schulman, para quien uno de los objetivos de la obra es hacer pedazos el psicoan¨¢lisis. "En el contexto freudiano las mujeres no existen fuera de los hombres, o los odian o quieren ser como ellos, pero no pueden coexistir. El proceso de Ana es precisamente existir".
Empat¨ªa,'publicada por Alfaguara, se inicia con un p¨¢rrafo de Sigmund Freud: "Desde aquella primera reprimenda motivada por su adhesi¨®n excesivamente cari?osa a una mujer, sab¨ªa ya la sujeto un medio seguro para disgustarle y vengarse de ¨¦l. Permaneci¨® ` pues, homoxesual, por vengarse de su padre". La frase de Freud, sacada de la psicog¨¦nesis de un caso de homosexualidad femenina, constituye el tema central en torno al cual se desarrolla la acci¨®n. Y no es casual que Schulman eligiera esa cita del padre del psicoan¨¢lisis a modo de pr¨®logo. "Quer¨ªa despedazarlo, hacer una parodia de la terapia", dice la autora al referirse a las teor¨ªas de Freud.
En Nueva York vive en el Lower East Side, escenario de sus novelas. Los abuelos, de Schulman llegaron all¨ª procedentes de Rusia. "Es un barrio cargado de problemas, donde se mezcla la gente que escapa de otros pa¨ªses y la gente de EE UU que no tiene un lugar donde vivir", argumenta la autora, para la que la mezcla entre marginaci¨®n y emigraci¨®n resulta explosiva.
Schulman se identifica con la protagonista de Empat¨ªa en su visi¨®n de las cosas. Ambas pertenecen a la generaci¨®n que creci¨® oyendo hablar de la guerra fr¨ªa y a las dos les ense?aron que Estados Unidos era el mejor pa¨ªs del mundo. "Ahora hemos descubierto que-no es as¨ª, y mucha gente se ha puesto furiosa y son dominados por una pol¨ªtica de resentimiento donde todo el mundo juzga a todo el mundo y donde la culpa de todo la tienen los emigrantes o las mujeres que ocupan los puestos de trabajo que deber¨ªan ocupar los hombres".
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