Lloren? Villalonga explica en un dietario in¨¦dito su fervor falangista y posterior desencanto
El texto est¨¢ redactado en castellano y abarca de 1937 a 1939
El escritor mallorqu¨ªn Lloren? Villalonga (1897-1980), uno de los narradores ya cl¨¢sicos de la literatura en catal¨¢n del siglo XX, dej¨® escrito un dietario ce?ido al periodo hist¨®rico de la guerra civil espa?ola. Este diario de impresiones, en buena parte pol¨ªtico, al que ha tenido acceso EL PA?S, permanece in¨¦dito. Fue redactado en castellano entre el 19 de julio de 1937 y el 29 de mayo de 1939. No es considerado parte de su obra literaria esencial, pero explica el fervor falangista y apunta el posterior desencanto del autor de Bearn y Mort de dama.
"Aun cuando me digan", escribe Lloren? Villalonga en septiembre de 1937, "que mis conferencias son las m¨¢s aut¨¦nticamente falangistas, empiezo a notarme, en lo ¨ªntimo, ego¨ªsta e indiferente. Yo he amado mucho a la Falange. Los escritos de Jos¨¦ Antonio -poes¨ªa, raz¨®n y pragmatismo, productos de un elevado nivel vital- me han seducido ( ... ). Mejor no hablar mucho de esas cuestiones en este diario, donde todo deber¨ªa ser banal, ligero y alegre".En marzo de 1992, EL PA?S adelant¨® la existencia de estas memorias, de las que no se ten¨ªa p¨²blica constancia. El dietario se inicia con una declaraci¨®n categ¨®rica: "Juro no poner ning¨²n sentimiento desagradable o terrible en este diario".En los 60 folios que tiene la transcripci¨®n mecanogr¨¢fica se recogen, entre muchos apuntes, cr¨ªticas contra el gobernador civil de 1938 -a quien llama "cretino"-, iron¨ªas sobre el Papa y determinado clero, comentarios de matiz antijud¨ªo, referencias a personajes de la nobleza y la pol¨ªtica local, y tambi¨¦n caricaturescas descripciones de literatos menores. Unos pocos p¨¢rrafos del manuscrito fueron transcritos de manera marginal en la revista de estudios Randa por el investigador Antoni Nadal, y el original completo ha sido consultado por este diario.
El heredero no se decide
El dietario tiene -como la obra villalonguiana de la ¨¦poca- una gran carga anticatalanista y antirrepublicana. Destaca, en especial, una dramatizada transcripci¨®n de la entrada en Barcelona del ej¨¦rcito del general Franco. Villalonga realiza la cr¨®nica como oyente radiof¨®nico. Transcribe como un oficial sublevado: entra en el estudio de emisiones de R¨¢dio Associaci¨® de Catalunya e interrumpe la programaci¨®n para ordenar una proclama franquista. Lloren? Villalonga y su hermano Miguel, literato y militar, efect¨²an en este volumen no editado juegos literarios a dos manos que insertan entre rotundos comentarios.
El heredero del novelista, el magistrado Jos¨¦ Zaforteza, se muestra ahora indeciso sobre la oportunidad de la publicaci¨®n de dicho dietario. Quince a?os despu¨¦s de la muerte de Lloren? Villalonga y cuando han pasado ya casi sesenta desde la guerra civil, Zaforteza dice: "No s¨¦ cu¨¢ndo se publicar¨¢. No estoy decidido". Considera, adem¨¢s, que "no se ci?e a la verdad" tildar al literato de "falangista furibundo" por su adhesi¨®n "durante medio a?o" al movimiento fascista de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera.
Lloren? Villalonga, m¨¦dico psiquiatra, elitista y terrateniente, public¨® 15 novelas, 5 vol¨²menes de relatos y 5 obras de teatro. Se han fichado m¨¢s de 1. 500 art¨ªculos en peri¨®dicos y revistas. Toda su producci¨®n ha visto la luz, excepto el cuaderno de la ¨¦poca b¨¦lica. Una novela inconclusa -La bruixa i I'infant orat-, cuyo texto el autor hab¨ªa dado por perdido, tambi¨¦n ha sido divulgada. Una de sus mejores creaciones -Bearn- fue llevada al cine por Jaime Ch¨¢varri y se han adaptado para el teatro y la televisi¨®n otras piezas.
Un viejo liberal
Sobre Villalonga y su tarea literaria y period¨ªstica se han efectuado numerosos estudios. En especial por su actividad creativa en la Rep¨²blica y la guerra civil. No fue durante la guerra un hombre de combate: fue un propagandista. Era un m¨¦dico a las ¨®rdenes de Falange, as¨ª lo anot¨® ante el Colegio de M¨¦dicos de Baleares. Era un falangista antiburgu¨¦s que se desencant¨® y call¨® hasta finales de, los a?os cuarenta. El r¨¦gimen franquista lo censur¨®. Siempre fue mon¨¢rquico, y en los a?os sesenta se defini¨® como "un viejo liberal". Del escritor se han estudiado y publicado hasta sus anotaciones y comentarios manuscritos en los m¨¢rgenes de los libros de su biblioteca.
Una transcripci¨®n del diario de guerra est¨¢ en poder del escritor Jaume Pomar -que publicar¨¢ en oto?o una extensa biograf¨ªa oficial y autorizada de Villalonga-. Pomar cree que el dietario es publicable si se obvian 30 l¨ªneas de alusiones personales.
El gran argumento del manuscrito es la guerra vista de lejos, sin bombas pero con algunas inc¨®gnitas. Villalonga recibi¨® as¨ª la victoria de los suyos, en abril de 1939: "Ha terminado la guerra. Hace m¨¢s de un siglo que no hab¨ªamos tenido una victoria tan aplastante. De acuerdo. Pero es una victoria contra nosotros mismos, porque ?qui¨¦n pagar¨¢ los platos rotos?".
Muchos a?os m¨¢s tarde, en 1966, con motivo del refer¨¦ndum de la Ley Org¨¢nica que Franco maquin¨® para asegurarse la continuidad de su r¨¦gimen, Lloren? Villalonga escribi¨® sobre su falangismo: "Mi carnet, que conservo, pertenece a 1936", y record¨®: "Ahora m¨¢s que nunca ( ... ) estoy donde estuve en 1936". Una de las decenas de alegatos b¨¦licos fue una loa al genio de Franco. El bi¨®grafo autorizado, Jaume Pomar, cree que ¨¦stos son detalles epis¨®dicos, actitudes fruto del tiempo: "Hoy en d¨ªa nadie tiene derecho a efectuar reproches a Villalonga, ni siquiera a emprender una caza de brujas ".
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