Clawfinger lanza su zarpa norte?a en la noche de Madrid
, El grupo sueco Clawfinger tiene un curioso origen. Dos de sus miembros estaban tan hartos de limpiarle "las cacas y pises" a los ancianos del geri¨¢trico de Rosenlund, en las afueras de Estocolmo, que Zak, el rapeador, y Bard, el guitarrista, decidieron dar otro rumbo a sus vidas. Estos dos j¨®venes suecos se juntaron con otros dos noruegos, el teclista, programador y bater¨ªa Jocke y el guitarrista Erlend, y juntos los cuatro fundaron Clawfinger.
La m¨²sica que elaboran, y que traen hoy a Rev¨®lver, es, verdaderamente, un zarpazo, tal y como se traducir¨ªa del nombre que les une.
Un gru?ido
Ara?a con la misma fuerza de un le¨®n gracias a las proclamas vertiginosas y rabiosas que escupe el embrutecido Zak. M¨¢s que una voz, es un gru?ido y, a su lado, Bard no se corta un pelo en lanzar punteos hirientes con su guitarra. Es una mezcla de furia negra que da el rap urbano con la contundencia sonora del heavy metal m¨¢s genuino. Para perturbar a¨²n m¨¢s el resultado de tama?a afrenta, Jocke no deja de disparar todo tipo de sonidos programados desde los extra?os' ordenadores que maneja. Y la otra guitarra, la de Erlend, no se queda atr¨¢s en rabia y paranoia.
Escuchar su primer disco, Deaf dumb blind, en 1993, era una tarea molesta, una experiencia casi dolorosa. Pero all¨ª estaban dando la respuesta europea a toda la movida alternativa yanqui, que mezclaba rap negro y metal blanco y que en el Viejo Continente a¨²n nadie hab¨ªa osado reproducir.
En Madrid se les pudo ver teloneando a Anthrax hace poco m¨¢s de un a?o y hoy presentan su segundo disco, Use your brain (Usa tu cerebro), que no es m¨¢s que un anticipo de la gira que realizar¨¢n por Espa?a a la vuelta del verano.
Clawfinger act¨²a hoy, d¨ªa 18, en Rev¨®lver (Galileo, 26, metro Arg¨¹elles). 22 horas. 1.000 pesetas.
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