EL HUESO DE LA PANTORRILLA

Las pantorrillas de los carteros suizos ya no tienen tanto ¨¦xito con los perros como anta?o. Los carteros que trabajan para la compa?¨ªa de Correos (PTT) sufrieron en sus propias carnes 153 mordeduras caninas el pasado a?o, frente a las 177 del anterior o las 219 de 1985, seg¨²n la empresa que desde hace 12 a?os elabora una estad¨ªstica sobre este tipo de accidentes. Pero quiz¨¢ lo m¨¢s tranquilizador es que los perros ya no se lanzan al trasero de los mensajeros y se1imitan a las nalgas y a la pantorrilla, seguidas por los brazos y las manos. No es que el tama?o de unos y otros haya aumentado o descendido, seg¨²n el caso. Tampoco atacan de espaldas, lo que demuestra que los animales que hincan el diente lo hacen por miedo y no son traicioneros. El veterinario Samuel Debrot, presidente de la Sociedad Protectora de Animales del cant¨®n de Vaud, explica ese descenso porque ahora los aprend¨ªces de carteros reciben una formaci¨®n para saber comportarse ante un animal un poco alterado. Adem¨¢s, los propietarios de los canes, que est¨¢n adoptando la sana costumbre de instalar los buzones fuera de la casa o a la entrada del jard¨ªn, se han vuelto un poco m¨¢s prudentes,, porque, adem¨¢s de las multas, los seguros son m¨¢s remolones a la hora de cubrir los estragos de los animales' especialmente si ¨¦stos son reincidentes. Lo que no ha podido explicar Debrot ni nadie es por qu¨¦ los perros reaccionan tan en¨¦rgicamente cuando ante sus ojos aparece una persona con uniforme.- ,