Alegr¨ªa y espera

Me he llevado una enorme alegr¨ªa al poder comprobar, en EL PA?S del d¨ªa 8 de abril, que nuestro Gobierno le concede (mediante un Real Decreto) la nacionalidad espa?ola a Tom¨¢s Guti¨¦rrez Alea, quiz¨¢ porque me sea f¨¢cil entenderlo con plenitud, ya que mi compa?era y madre de mi hijo es tambi¨¦n cubana, asilada pol¨ªtica y no tiene a¨²n nacionalidad espa?ola; es evidente que mi compa?era s¨®lo tiene en com¨²n con el se?or Guti¨¦rrez Alea lo primero que cito, o sea, lo de ser cubanos.Desde el 18 de diciembre de 1991 vivimos juntos en Espa?a, tras llegar ella de Francia, donde tiene concedido asilo pol¨ªtico, ya que nuestra Embajada en La Habana ni siquiera la dej¨® entrar para solicitarlo. Desde entonces luchamos contra todo tipo de instituciones y gastamos nuestros escasos recursos econ¨®micos para que definitivamente podamos vivir los tres juntos aqu¨ª en Espa?a; han sido nada menos que cuatro largos a?os. El d¨ªa 21 definitivamente nos casamos y, seg¨²n nos informan en distintos lugares de la Administraci¨®n, la concesi¨®n de nacionalidad espa?ola no ser¨¢, a pesar de ello, autom¨¢tica.

Hace unos minutos he visto a mi compa?era sacar de su archivo particular la ingente cantidad de documentos que ha coleccionado en todo este tiempo para dirigirse al ministro de Justicia y solicitarle otro Real Decreto, ya no s¨®lo para facilitarle su trabajo en nuestro pa¨ªs, ya no s¨®lo para que tenga cobertura en mi Seguridad Social, sino al menos para tener la oportunidad de viajar libremente a su tierra natal a ver a sus seres queridos y a que tengan sus padres la oportunidad de conocer a su nieto, nuestro hijo, nacido aqu¨ª en Espa?a.-