En la fiesta de los jefes
The Chieftains?La que armaron Los jefes! Hac¨ªa un par de minutos que sonaba m¨²sica de ambiente, cuando tuvieron que volver a escena: el p¨²blico en pie reclamaba la presencia de estos irlandeses casi tan representativos de su pa¨ªs como una c¨¦lebre marca de cerveza. Cada vez que se re¨²nen es una fiesta. En esta ocasi¨®n, con pareja de bailarines al estilo gimn¨¢stico de esas coreograf¨ªas que pueden verse en cientos de filmes del Oeste.Los Chieftains nacieron el a?o del magnicidio de Kennedy. Aunque el mundo no descubrir¨ªa su m¨²sica hasta mediados de los setenta, en la banda sonora de Barry Lindon. Con las notas al viol¨ªn del bell¨ªsimo tema principal de la pel¨ªcula de Kubrick, iniciaron una serie de aires bretones, escoceses, irlandeses e incluso gallegos; alternando baladas milenarias con unos reels endiablados. Del ¨²ltimo disco, The Long. Black Veil (El largo velo negro), ofrecieron unos fragmentos distantes de las versiones grabadas. Y es que los Chieftains no pudieron traerse a ninguno de los colaboradores del ¨¢lbum porque, seg¨²n coment¨® Paddy Moloney, los Rolling Stones estaban de gira y Sting hab¨ªa tenido que salir de viaje. Una broma m¨¢s del dicharachero Moloney que, al regresar para el bis, exclam¨® con simulado gesto de fastidio: "?Vaya!, tampoco ¨¦stos tienen casa ad¨®nde ir".
Paddy Moloney (gaita y flauta irlandesas), Martin Fay y S¨¦an Keane (violines), Derek Bell (arpa y teclados), Kevin Conneff (bodhr¨¢n y voz) y Matt Molloy (flauta travesera) con la participaci¨®n especial de Carlos, N¨²?ez, gaita gallega
Teatro Monumental. Madrid, 20 de abril.
No hay que perderle de vista. Moloney es un duendecillo celta, con mirada p¨ªcara entre Guillermo Brown y el se?or Casamaj¨®. Este hombre que trabaj¨® como contable durante 12 a?os -era la ¨¦poca en que los dem¨¢s miembros se ganaban la vida en el servicio de correos y otros menesteres-, calific¨®, a Carlos N¨²?ez, pr¨¢cticamente un Chieftains honorario, de genio. Ver al joven vigu¨¦s en fotograf¨ªas junto a Dylan o Sin¨¦ad O'Connor parece ya de lo m¨¢s natural, y su nombre figura en las agendas de los famosos a la hora de contar con un gaitero de garant¨ªa. Juntos evocaron el parentesco musical galaico-irland¨¦s, a partir de una melod¨ªa gallega ancestral. Uno de los momentos apote¨®sicos de la noche.
Los Chieftains son responsables del renacimiento de la m¨²sica tradicional de Irlanda. Y uno imagina a estos seis santos varones en alg¨²n pub de Dubl¨ªn, cuando tras echar el cierre, se quedan dentro con los habituales del lugar, y las cervezas van caldeando el ambiente.
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